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Cómo tomar buenas decisiones

La toma de decisiones es el asunto más delicado de nuestra vida. Hay decisiones que no tienen mayor trascendencia, pero hay otras que representan grandes cambios que afectarán no solo nuestra propia vida, sino la de aquellos que nos rodean o dependen de nosotros. Sus efectos pueden permanecer por largo tiempo o incluso ser permanentes. Decisiones de ese calibre no se pueden tomar a la ligera y necesitamos aprender cómo hacer la mejor elección cada vez.

Así es que la pregunta más importante que todo hijo de Yehováh, agradecido por haber sido rescatado, debe hacer es: “Padre: ¿Qué es lo que debo hacer en adelante? ¿Qué debo hacer en ésta circunstancia?”  

Ya hemos cometido suficientes errores interpretando la vida según los patrones del mundo sin Dios; ya hemos experimentado el dolor y las desilusiones propias de seguir los métodos “garantizados” del sistema; ya hemos perdido la esperanza de un cambio luego de escuchar tantas mentiras de líderes políticos, sociales y religiosos; ¿para qué entonces seguir por el mismo camino?

Sin embargo cuando queremos saber la dirección de Yehováh nos encontramos con el problema de nuestra sordera e incapacidad para detectar sus señales, su voz y sus indicaciones por cuanto hemos pasado tantos años siguiendo nuestros impulsos o las voces equivocadas.

No me refiero a cosas morales. Todos sabemos con claridad que robar, mentir, agredir etc, es malo. El asunto es respecto de las decisiones que debemos tomar día a día, tales como: ¿Debiera ir a ésta reunión? ¿debiera comprar esto? etc. A continuación algunas sugerencias sencillas, pero absolutas para comenzar a resolver esta necesidad.

Pautas para tomar decisiones acertadas

    1. ¿QUE DICE LA ESCRITURA (Deuteronomio 28:13; Josué 1:8-9)
      Si la opción que tenemos delante, es algo que está claramente definido en las Escrituras, entonces no le des más vueltas. Así debe ser hecho! La Palabra de YHVH no considera excepciones. Por ejemplo no dice: No robarás, excepto cuando a quien le estés robando tenga suficiente para él o sea rico. Tampoco dice: No mentirás, aunque puedes hacerlo siempre y cuando sea una mentira pequeña que no haga daño a nadie. NOOO! quien roba es ladrón no importa el monto. Quien miente es mentiroso no importa el calibre de las mentiras que diga. Si la Palabra lo dice, tan solo obedece y ya! 

    2. LA VOZ DE YEHOVAH (Exodo 15:26; 19:5)
      Yehováh nos habla de diversas maneras. La principal de ellas, Su Palabra revelada. Pero como no todas las circunstancias de la vida se hallan incluidas en las Escrituras para que hallemos referencias allí, también nos puede hablar por el pensamiento. Él pone ideas en nuestra mente que nos llevan a reflexionar en determinadas situaciones. Nos puede sugerir una solución por medio de un pensamiento; o puede motivarnos a tomar una acción fuera de lo convencional.

      El problema aquí, es que el enemigo también usa nuestra mente para sugerirnos comportamientos perversos o erróneos. Entonces la manera de diferenciarlos es por la naturaleza que tienen esos pensamientos. Yehováh nunca nos sugerirá acciones negativas: autoconmiseración, venganza, rencor, ventaja sobre otros, engaño, etc. Por eso la manera de protegernos de estos, es andando en obediencia a la Toráh o Instrucciones de YHVH, ya que al hacerlo estamos bajo un “paraguas” de protección que nos garantiza capacidad para discernir dónde se originan tales pensamientos. 

    3. UNA MENTE RENOVADA (1Corintios 2:16)
      Por años hemos estado viviendo en las tinieblas hasta haber sido encontrados por Yeshúa, o bien después de habernos decidido seguirlo, nuestra desobediencia a su guía ha sido justificada por la teología cristiana tradicional que nos dice que no necesitamos obedecer sus mandamientos. Esto seguramente nos ha endurecido y nos hemos hecho tardos para oír su voz. Es imperativo renovar nuestra manera de pensar. Aprender a pensar como Yehováh; adquirir su percepción de la vida y su perspectiva del mundo que Él creó. Ahora, ¿cómo es esto posible? Romanos 12:1-2 afirma: 

      Así que, hermanos, os exhorto por la gran misericordia de Dios a que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a YHVH, que es vuestro servicio racional. No os adaptéis al mundo, sino sed transformados por la renovación de la mente, para que comprobéis cuál sea la voluntad de Yehováh: Lo bueno, lo aceptable y lo perfecto.

      Nuestra mente se renueva cuando vamos a la Palabra de Yehováh, la memorizamos, reflexionamos en ella y la obedecemos. Esto es un proceso que demanda decisión, esfuerzo y dedicación, pero es posible. Cuando tienes la mente de Yehováh, tus impulsos y reacciones comenzarán a ser similares a su carácter y te será más fácil saber qué hacer en momentos críticos cuando debas tomar decisiones.

    4. EL CONSEJO DE UN SEGUIDOR DE YESHÚA, QUE SEA MÁS MADURO (Salmo 1)
      Para adquirir la experiencia de la vida, no existen atajos. No puedes ver la vida como una persona de muchos años, si no tienes muchos años! Aquí es donde la autosuficiencia de la juventud, nos hace una mala jugada. Pensamos que por dominar un poco de tecnología somos más sabios que los mayores, y eso es falso! Entonces ¿por qué no acudir a personas que llevan un buen recorrido en el sendero de la obediencia a Yehováh y cuyo testimonio es evidente para escuchar sus puntos de vista respecto a nuestra situación? Esas son personas equipadas para orientar. Pero ten cuidado: no busques que ellos decidan por ti. Las decisiones finalmente son responsabilidad tuya delante de Yehováh y eres tú quien debe evaluarlas, orar por ellas y buscar que Yehováh te las confirme de alguna manera, tal como Yitró le recomendó a Moshé:  Exodo 18:23. Evita a todo costo, el consejo de personas que no conocen a Yehováh o Su Palabra, porque te llevarán por caminos errados: Salmo 1:1-3

    5. LAS CIRCUNSTANCIAS
      Podemos vernos tentados a tomar decisiones porque las circunstancias parecen favorecerlo todo. Pero esto no es suficiente. El enemigo puede plagiar o acomodar situaciones, bajo el permiso de Yehováh, para  ponernos a prueba y saber si somos realmente obedientes a Sus Instrucciones o no. Otras veces las circunstancias parecerán ser totalmente adversas, lo cual no necesariamente significa que debiéramos renunciar a lo que perseguimos, porque tales obstáculos pudieran estar allí para poner a prueba nuestra convicción de lo que queremos lograr. Entonces si bien las circunstancias pueden favorecer o no una decisión, no deben ser consideradas como el único parámetro a tener en cuenta.

Estos puntos son un buen inicio para aprender a buscar y discernir la dirección de Yehováh; pero practicarlos regularmente te irá proveyendo experiencia que te permitirá descubrir más y más aspectos relevantes para andar como como lo hizo Yeshúa.

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