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Cómo celebrar Sukkot – Cabañas

Esta es una de las tres celebraciones de Yehováh para las cuales es mandatorio “subir” a Yerushaláyim:

Cada año, todo varón tuyo comparecerá tres veces ante Yehováh tu Dios, en el lugar que haya escogido, en la solemnidad de los Ázimos (Matzot), en la solemnidad de las Semanas (Shavuot), y en la solemnidad de los Tabernáculos (Sukkot). No se presentará vacío delante de Yehováh. Deut 16:16

Quienes nos hallamos en la dispersión, y no podemos hacerlo, llevamos a cabo una conmemoración de la Fiesta en el lugar en que estemos, expresando así nuestro anhelo de cumplir tal mandamiento. Además, aunque pudiéramos viajar a Israel, tampoco podríamos realizar la celebración completa por cuanto el Templo no se halla en pie.

Veamos las instrucciones de Yehováh al respecto:

Y habló Yehováh a Moshé, diciendo: Habla a los hijos de Yisrael, y diles: El día quince de ese mes séptimo es la solemnidad de los Tabernáculos para Yehováh durante siete días. El primer día habrá santa convocación. No haréis ningún trabajo de servidumbre. Siete días presentaréis ofrendas ígneas ante Yehováh. En el octavo día tendréis santa convocación, y presentaréis ofrenda ígnea ante Yehováh: es reunión solemne, ninguna obra de servidumbre haréis.
Levítico 23:34-36

Una aclaración: esta versión de las Escrituras utiliza la palabra: Tabernáculos para referirse a la Fiesta de Sukkot, que también puede ser nombrada como de las Cabañas o Tiendas o Enramadas (todos estos nombres son sinónimos y se pueden usar sin problema).

Lo primero que necesitamos tener en mente es que tanto el Primer día de la Fiesta como el Octavo, son declarados como “de santa convocación… ningún trabajo de servidumbre haréis.” Lo cual significa que cada uno de estos días es Shabbat, es decir días de reposo, pero con la diferencia que durante los mismos si se puede preparar la comida necesaria, cosa que no se lleva a cabo en el Shabbat semanal.

La Toráh nos instruye a reunirnos en esos días para regocijarnos delante de Yehováh y presentar holocausto u ofrenda ígnea, cosa que no podemos hacer por las razones expresadas anteriormente. Entonces, ¿Qué podemos hacer? Veamos:

Ciertamente el día quince de este mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, celebraréis una fiesta solemne a Yehováh durante siete días. El primer día habrá un reposo solemne, y el octavo día también habrá un reposo solemne. 
El primer día tomaréis para vosotros fruto de árbol selecto, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces del arroyo, y durante siete días os regocijaréis en presencia de Yehováh vuestro Dios. 
Levítico 23:39-40

Notemos varios aspectos muy importantes:

En primer lugar es una celebración que se realiza después de haber recogido la cosecha. Para nosotros que no estamos en el campo, esto puede carecer de sentido; sin embargo, si reflexionamos acerca de los alimentos que llegan a nuestra mesa cada día, nos daremos cuenta de que son el producto de la tierra que semanas o meses atrás fueron provistos por la bondad de Yehováh, entonces la celebración comenzará a cobrar significado.

En segundo lugar observemos que la Fiesta sigue un patrón similar al de la Fiesta de Matzot – Panes Sin Levadura: Comienza con un día de reposo, continúa por siete días y el Octavo será otro día de reposo, lo que trae a nuestra mente la sombra de un nuevo comienzo! Así mismo la humanidad está determinada a vivir por siete milenios antes del nuevo comienzo que se menciona al final del libro de Apocalipsis.

En tercer lugar, se nos da la instrucción de tomar cuatro clases de ramas: Arbol frutal, palmera, árbol frondoso y sauce. No dice que para construir una enramada con ellas, sino para regocijarnos en presencia de Yehováh.

A continuación compartiré los significados que nuestros hermanos de Yahudáh han hallado en cada una de las especies usadas en la fiesta y la forma como ellos se regocijan. Aclaro que si bien éstas acciones no son ordenadas por la Toráh, nos proveen sugerencias de cómo realizar la celebración. Ahora si Yehováh te dirige de otra forma, está bien, siempre y cuando no busques hacer dogmas ni imponer tu estilo de celebración a los demás. Veamos:

    1. Una fruta cítrica amarilla y grande: Es de buen gusto y fragancia. Representa a una persona sabia en la Toráh y con buenas acciones.
    2. La palmera (de dátiles): Es comestible, pero no tiene fragancia. Representa a una persona con sabiduría pero sin buenas acciones.
    3. Arbol frondoso (Mirto): Buena fragancia, pero incomible. Representa a una persona que realiza buenas acciones pero que le falta sabiduría.
    4. Sauce: No tiene ni sabor ni fragancia. Representa a la persona que no tiene sabiduría y que tampoco realiza buenas acciones.

Durante la Fiesta estas ramas se juntan y se atan simbolizando la unidad de Yisrael pues hay todo tipo de personas en el pueblo de Yehováh. Cada día de la Fiesta se agita el conjunto de éstas ramas en todas direcciones, como un símbolo del dominio de nuestro Padre Yehováh sobre toda la Creación.

En la semana de la Fiesta podemos “invitar” a siete grandes personajes de Yisrael para compartir con ellos en la Sukka:

    1. Avraham: representa el amor la bondad
    2. Yitsjak: representa la gracia de Yehováh
    3. Yaakov: representa la transformación que hace Yehováh
    4. Moshé: representa la Eternidad y la Toráh
    5. Aharón: representa la empatía y el esplendor divino
    6. Yosef (José): representa la lealtad a Yehováh
    7. David: es una figura del Mesías reinante

La idea es dedicar cada día a uno de estos hombres, para leer pasajes de su vida y entre todos los participantes reflexionar encontrando sus características más notables.

En cuarto lugar, el pasaje anterior nos ordena “regocijarnos en la presencia de Yehováh“. Así, los días intermedios de Sukkot son marcados por celebraciones, canciones y danzas para Yehováh (desde luego). También es costumbre leer el libro de Eclesiastés durante el primer Shabbat de Sukkot, porque constituye una buena reflexión acerca de lo que significa la vida.

La Fiesta de Sukkot es una conmemoración

Retornemos a Levítico 23:41-43 para ver qué más nos lo declara la Toráh:

Celebraréis esta Fiesta Solemne a Yehováh anualmente durante siete días. Estatuto perpetuo por vuestras generaciones que celebraréis en el mes séptimo. Siete días moraréis en tiendas. Todo natural de Yisrael morará en tiendas, para que vuestras generaciones venideras sepan que en tiendas Yo hice morar a los hijos de Yisrael cuando los saqué de la tierra de Mitsráyim (Egipto). Yo, Yehováh vuestro ‘Elohim.

Levítico 23:41-43

Claramente se nos ordena “morar en tiendas” para recordar que Yehováh nos sacó de Mitsráyim. Y si. Aunque no seas de sangre Yisraelita, tú también fuiste rescatado de “Mitsráyim”, cuando decidiste someter tu vida a Yeshúa; adicionalmente cuando tomaste esa decisión fuiste injertado en Yisrael, de manera que ahora eres “natural de Yisrael”, por lo cual el mandamiento te alcanza.

Es en esta Fiesta que podemos celebrar nuestro encuentro con Yeshúa; nuestra nueva vida, nuestro acceso a la Palabra de Vida y el haber sido adoptados en la familia de nuestro Padre.

Pero eso no es todo! También celebramos que en esta fecha, Yeshúa se hizo carne y habitó entre nosotros. Yeshúa no vino a este mundo un 25 de Diciembre, fecha del nacimiento de todos los dioses paganos. Nació en la Fiesta de Sukkot de ese año, y a eso se refiere la narración del evangelio del capítulo 2 de Lucas, en el cual se nos informa que Yosef y Miryam, estaban en una Sukka (una enramada ó tienda); la razón: porque era la celebración de ésta fiesta en Yerushaláyim y era mandatorio vivir en una tienda durante siete días. La imagen del “niño Jesús, envuelto en pañales siendo calentado por el aliento de un burro y una vaca”, no existe en los Escritos Mesiánicos (Nuevo Testamento). Esa fue una historia romántica acuñada con el tiempo, pero que nada tiene que ver con la verdad de lo ocurrido.

En Sukkot nos preparamos para el regreso de Yeshúa

Por otro lado, cada vez que celebramos la Fiesta, estamos mirando hacia el futuro, cuando Yeshúa retornará como Rey para establecer su autoridad, sometiendo a todas las naciones y rescatando a Yisrael de lo que parecería una destrucción inevitable.

En resumen

Mirando hacia atrás, recordamos que Yehováh hizo su morada entre los hombres, durante la travesía de nuestros padres por el desierto, y también hacemos memoria de que Yeshúa se hizo hombre viniendo a morar en un cuerpo (tienda) similar a nosotros; y mirando hacia adelante celebramos con esperanza que un día Yeshúa descenderá para establecer su morada definitiva en medio de su pueblo y nunca más se irá. Como ves, toda la Fiesta tiene que ver con la Presencia de Yehováh y/o Yeshúa entre nosotros, ya en el pasado, ya en el futuro.

Por eso es una celebración de regocijo, de alegría, de relajación, de disfrutar las cosas buenas que Yehováh nos ha provisto. Ese es el mandamiento. En otras palabras: Se prohibe estar tristes! Gocémonos pues y busquemos que nuestro Padre nos enseñe mucho más de El y de su bendita Palabra por medio de esta Celebración.

Qué hacer si no puedes apartar el tiempo para la Fiesta

Seguramente muchos no podrán apartar la semana para hacerlo, porque como de costumbre, el sistema no les permite o les dificulta obedecer lo que Yehováh nos ordena. Pero… ¿qué hay en tu corazón? ¿Hay un vivo deseo de poder celebrar? Si es así has tu mejor esfuerzo y ten en cuenta estas sugerencias:

• Consigue al menos unas ramas de arbustos o árboles y llévalas a tu hogar; ponlas en un lugar visible para que durante la semana puedas tener presente la Celebración.

• También puedes improvisar una tienda dentro de tu sala o comedor y si tienes hijos pequeños, tomar junto con ellos los alimentos allí, para darles la instrucción; para ellos será algo novedoso, divertido e inolvidable.

• En las noches, cuando toda la familia esté junta, prepara una cena fuera de lo común o al menos diferente para cada día; recuerda que es una semana de celebración y regocijo! Y por supuesto no dejes de compartir la Palabra de Yehováh.

Examina tu corazón y deja que la luz de Yehováh te ilumine y te permita descubrir y entender más del significado de ésta, Su celebración.

Un último e importante detalle

Deut 16:16 termina diciendo: [todo varón que comparezca a la Fiesta] no se presentará vacío.

Siendo que es una Fiesta de gratitud, se espera de nosotros que demos algo. Así que esforcémonos por dar, ya sea a alguien en real necesidad o al ministerio que nos edifica.

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