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Bereshit 32:4 – 33:17 | Vayislaj

Parashá Trienal – Bereshit (Génesis) 32:4 – 33:17

Nombre de la Parashá – Vayisláj – Envió

Lecturas Complementarias: Abdías 1:1-15 | Yakov (Santiago) 1:1-12

Dos Campamentos – Una Transición

La parashá anterior termina narrando que Ya`akov, luego de despedirse de Labán, prosiguió su camino y unos ángeles le salieron al encuentro, ante lo cual él declaró: Este es el campamento de ‘Elohim. Ya`akov está dejando atrás la tierra de su exilio, para entrar en la tierra prometida.

El nombre que da al lugar: Mahanaim, significa dos campamentos; ¿por qué lo denomina así? Es probable que se refiera al hecho de la transición que está sucediendo; ¿eran dos campamentos de ángeles, los unos gobernantes de la tierra de su exilio y los otros encargados de darle la bienvenida a la Tierra Prometida? La Escritura no nos lo aclara, pero lo cierto es que lo que está sucediendo, activa en la esfera espiritual una cantidad de acciones que si bien no son descritas de manera explícita, sí vemos sus efectos alrededor de Ya`akov y su familia; después de todo, es el heredero de las bendiciones de Avraham y canal a través del cual ha de venir el Mesías que recuperará el orden de todo.

Tiempo de arreglar el Pasado

El verso tres, simplemente nos dice que Ya`akov se decidió a enviar mensajeros a Esav, su hermano. Habían transcurrido ¡veinte años! Sin embargo, algo sucede que le motiva a actuar de tal manera. De nuevo el libro de Yashar nos da una pista de lo que pudo haber sucedido:

54 Y se apresuró y envió a su hijo Be’or, que tenía diecisiete años, con Aviyjorof hijo de Uts, hijo de Najor, y a diez hombres con ellos. 55 Y se apresuraron y yendo por el camino se adelantaron a Ya`akov, y llegaron por otro camino a la tierra de Se’iyr.

56 Y vinieron a Esaú, y le dijeron: “Así dice tu hermano y pariente, el hermano de tu madre, Labán, hijo de Bethu’el: 57 ‘¿Has oído lo que me ha hecho Ya`akov tu hermano? Que vino para desnudarme y vaciarme, fui a su encuentro y lo llevé a mi casa con honor, y lo hice grande, y le di mis dos hijas como mujeres y también mis dos criadas. Yashar 31:54-57

La reacción de Esav no se hizo esperar y preparó 400 hombres para venir al encuentro de su hermano, obviamente no era para acogerlo amablemente, sino para cobrar venganza de él. Yashar 31.69-72, dice que el grupo enviado por Labán, luego de visitar a Esav, pasó por donde Rivka, la madre de Ya`akov y le advirtió lo que iba a suceder, ante lo cual, ella envió 70 hombres a avisar a Ya`akov de lo que le esperaba y le aconsejó enviar regalos para apaciguar a su hermano.

Ya`akov comprueba tal situación cuando envía un grupo par avisar a su hermano de su regreso, pero ellos regresan con malas noticias: Esav está en camino con un ejército que viene contra él.

La primera reacción de Ya`akov, es de angustia y temor (vs.7) y divide su campamento en dos, con el propósito de salvar al menos uno de ellos; pero luego se da cuenta de la banalidad de sus planes y recurre a Yehováh orando según los versos 32:9-12.

Y dijo Ya`akov: ¡Oh Dios de mi padre Avraham y Dios de mi padre Yitsjak! ¡Oh Yehováh, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela y Yo te haré bien. Soy indigno de tus misericordias y de toda la fidelidad que has hecho a tu siervo, pues con mi cayado vadeé este Jordán y ahora estoy convertido en dos campamentos. Líbrame, te ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esav, pues yo le temo, no sea que venga y me hiera tanto a la madre como a los hijos. Pero Tú mismo dijiste: De cierto te haré bien y pondré tu descendencia como la arena del mar, que por ser tanta no se puede contar.

Era cierto que había cruzado el río solo con su cayado cuando dejó Canaán; recordemos que había huido de su hermano y que en su salida lo había perdido todo. Ahora a menos que Yehováh cumpla sus promesas, todo estará perdido. Y aquí podemos hallar una poderosa lección. Nuestra reacción humana ante las adversidades, es echar mano de los recursos que tenemos; tal como Ya`akov dividió su campamento, tendemos a buscar soluciones humanas; las cuales en la mayoría de casos son probablemente son inútiles. Entonces, ¿qué hacemos? Ya`akov acudió inmediatamente a su ‘Elohim, orando con base en las promesas que había recibido de Él.

Cambio de Estrategia

Luego de orar aquella noche, Ya`akov decide enviar los regalos a su hermano; después de todo los presentes ablandan los corazones. Entonces esa misma noche, pasa todo lo que tiene al otro lado de arroyo (cuyo nombre es Yabok, nótese el parecido con Ya`akov ) y se quedó solo. Esa fue una noche memorable, pues no solo lo fue en el aspecto físico, sino también en el espiritual. Para Ya`akov todo era oscuro, y no se veía un buen porvenir. Es entonces cuando se nos narra uno de los pasajes más difíciles de entender; pues sobre el asunto de la lucha de Ya`akov con el ángel hay múltiples interpretaciones, todas posibles: Que Ya`akov, luchó con el espíritu territorial de Esav; o con Esav mismo; que fue una Ángel de Yehováh; que fue Yehováh en persona; que era Yeshúa; que era el ángel guerrero de Yehováh, etc.

Lo cierto es que hay muchas incógnitas al respecto; porque si era un ser sobrenatural con el que luchó Ya`akov, ¿cómo pudo agarrarlo y retenerlo? Los ángeles parecen ser superiores en fuerza y en tamaño a los seres humanos; o, ¿por qué el “varón” huyó cuando salía la luz? ¿Acaso le temía a ella?  Esto nos trae a la mente los cuentos de fantasmas que huyen al amanecer ante la luz del día. A estas y muchas más preguntas hay multitud de respuestas, todas especulativas. Una de ellas afirma que en efecto era un ángel guerrero de Yehováh, quien debía partir al alba para estar en el cielo para juntarse con los otros ángeles al tiempo de la adoración matutina de Yehováh.

Quien haya sido y lo que haya sucedido, no lo podemos asegurar con certeza; lo cierto es lo que resultó de tal encuentro: El nombre de Ya`akov es cambiado por el Yisra’el y al final de su contienda Yisra’el queda cojo porque su contendor toca su cadera y disloca su encaje.

Pero no fue solo un cambio de nombre o una cojera; ahora emerge un nuevo hombre preparado para el encuentro con su hermano.

Esto nos deja otra lección: Nos hallamos viviendo en un sistema que está bajo el maligno, como lo declara la Escritura; y toda vez que deseemos andar en los Caminos de Yehováh o que deseemos una bendición de Su parte, habrá una lucha. Yeshúa lo confirmó con estas palabras:

…desde los días de Yohanán el inmersor hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo toman por la fuerza. Mateo 11.12

Así es que el celo que el Ruaj HaKodesh pone en nuestro interior, es el que nos habilita para desear ser fieles a Yehováh y para obedecer sus mandamientos, porque es una fuerza interior que fluye poderosamente haciéndonos desear la justicia del Reino.

El Encuentro Fraternal

¿Fueron los presentes de Yisra’el lo que cambió el corazón y las intenciones de Esav? Porque el hombre agresivo dispuesto a acabar con su hermano, ahora es otra persona. De nuevo el libro de Yashar afirma que hubo cuatro grupos o ejércitos de ángeles que interceptaron a Esav en su camino, presentándose ante él como siervos de Ya`akov y advirtiéndole que detrás de ellos venía su hermano.

Lo que haya sido, sea la intervención sobrenatural de Yehováh por medio de sus ángeles o los presentes de Yisra’el o las dos cosas juntas, lo cierto es cuando se hallaron uno frente al otro, la situación fue diferente. Esav no quería los presentes, pero Ya`akov – Yisra’el, le insiste, quizás porque siente la responsabilidad moral de compensarle por aquél negocio ventajoso cuando obtuvo la primogenitura de manos de Esav por solo un plato de lentejas.

Esav declara: “Yo tengo abundancia;” (vs. 9); Yisra’El dice: Tengo de todo.” (vs.11) Esav continúa centrado en las cosas materiales; Yisra’El en cambio está completo; tiene familia, bienes, y por sobre todo paz con Yehováh.

A pesar de la invitación de Esav, y de su ofrecimiento de una escolta, Yisra’El sabe muy bien que sus caminos se deben separar y así prudentemente evade la ayuda ofrecida y parte para ir al encuentro de su padre Yitsjak.

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