Génesis 6:9 – 11:32 | Noaj

La semana anterior leímos que la humanidad  se multiplicó; y los versos 1 al 8 del capítulo 6 nos narran cómo “los hijos de Dios” tuvieron relaciones sexuales con las hijas de los hombres. Estos hijos de Dios, no son un linaje humano apartado que seguía Yehováh, sino criaturas celestiales, llamados también Vigilantes en el libro de Enoc, quienes tenían asignadas funciones particulares por el Creador, pero que las abandonaron para rebelarse y mezclarse con las hijas de los hombres, a lo que hacen referencia los pasajes de 2 Pedro 2:4 y Judas versos 6 y 7.

​De tal mezcla surgieron los Nefileos, mencionados en la Biblia como los gigantes que asolaron la tierra y perecieron con el Diluvio. Sin embargo las Escrituras dan cuenta  de la existencia de gigantes en la época posterior al Diluvio (verso 6:4), como aquellos que enfrentó Yisrael en su camino a la Tierra Prometida, y también David en su juventud.

Noaj, un modelo de persistencia 

Noaj, cuyo nombre significa descanso, era:

…sin defecto en sus generaciones. Noaj caminaba con Ha-‘Elohim. Génesis 6:9

​Este pasaje nos aclara que en el linaje de Noaj no hubo mezcla alguna con los ángeles caídos. Noaj por otro lado era una persona justa y por cierto es uno de los tres varones mencionados en Ezequiel 14:14 junto con Daniel y Job, como quienes salvarían sus propias vidas en caso de que Yehováh trajera juicio sobre la tierra. Yehováh, pues le llama, y le da Toráh (instrucciones) respecto de cómo salvarse él y su familia.

Notemos que dentro de las instrucciones diversas que recibe Noaj, se le dice que tome siete parejas de animales limpios. Ver más detalles en el tema de esta parashá: La Dieta de Yehováh y Noaj.

​No perdamos de vista cómo el mundo, que está bajo el maligno, pervierte la Verdad. El arco iris (Génesis 9:13) puesto por Yehováh y que Él llama “Mi Arco”,ha sido  tomado como el símbolo de la comunidad LGBT… X (y demás perversiones), profanando de esta manera la señal del pacto que hizo Yehováh con la humanidad. 

Jam (Cam) o la continuación de la perversión

Los versos 18 a 29 del capítulo 9 del Génesis, narran el pecado y la maldición que vino sobre Jam. Tras haber visto a su padre desnudo, hizo burla del hecho en lugar de cubrirlo, cosa que sí hicieron sus hermanos apropiadamente. El resultado fue la maldición del hijo de Jam, Kena’an (Canaán) y su descendencia quienes poblarían la tierra que llevaría su nombre, en la cual años más tarde se desarrollarían las ciudades de Sedom (Sodoma) y Amorah (Gomorra) que fueron destruidas a causa de su perversión. Notemos la conexión entre el pecado de Jam y el de las ciudades. Su descendencia, llegó entonces a los extremos que nos narra la Escritura y que veremos en detalle más adelante.

Noaj vivió 950 años. Después del Diluvio la vida del hombre se fue reduciendo de manera significativa hasta llegar a lo que tenemos actualmente. La razón física parece haber sido el cambio radical que se operó en la atmósfera terrestre, la cual parece que se hallaba protegida por un manto acuático que desapareció después del juicio Divino.

¿Existió realmente el Arca de Noaj?

En la décadas de los 70’s – 80’s, Ron Wyatt, un arqueólogo aficionado (y autofinanciado pues era un profesional de la salud que dedicó su vida de manera desinteresada a resolver todos los enigmas arqueológicos de eventos bíblicos), fue dirigido por Yehováh, a descubrir el arca original. Mucho se ha especulado respecto a posibles hallazgos en otras partes de Turquía, mas los detalles en este vídeo son concluyentes.

El hecho de que este y otros hallazgos, de los que estaremos hablando en la medida que avanzamos  en nuestra lectura de la Toráh, salgan a la luz en nuestros días, no tiene otro propósito que el de validar la autenticidad de los relatos hallados en las Escrituras confirmando así la autoría divina de los escritos.

El mundo por su parte, nunca hará eco de tales descubrimientos porque si reconociera que ocurrieron, tendría que aceptar la existencia de un Creador y Juez a Quien tendría que rendir cuentas y eso no le conviene.