Bereshit 40:1-23 | Jateú

Parashá Trienal – Bereshit (Génesis) 40:1-23

Nombre de la Parashá – Jateú – Ofendieron

Lecturas Complementarias: Amós 1:3 – 2:6 | Mateo 5:1-16

Luz al final del túnel

Este capítulo, nos introduce en lo que sería la tarea de Yosef que finalmente le sacó de prisión. Ya habían pasado 10 años desde que había sido enviado injustamente a ese lugar, y si bien tenía una posición privilegiada al estar a cargo de la administración interna del sitio, no dejaba de ser una prisión. Pero Yehováh estaba formando el carácter del hombre que habría de ser instrumento suyo para sustentar a su familia y asegurar el desarrollo del plan eterno.

Un día llegaron a la prisión el copero y el panadero, acusados de haber cometido alguna ofensa contra su soberano. ¿Qué sucedió? En otros libros se nos narra que el copero, no tuvo cuidado suficiente y en el momento de pasar la copa a faraón, una mosca cayó en ella; mientras que el panadero fue acusado de descuido al permitir que unas piedrecillas se fueran en sus  panes; lo cierto es que cualquiera hubiera sido la razón, era necesario que estuvieran allí para entrecruzar sus vidas con la de Yosef.

Así que los dos personajes tuvieron un sueño; cada uno su propio sueño que a la mañana siguiente los dejó inquietos y preocupados, tanto que sus rostros estaban demudados, tratando de entender su significado. Es cuando Yosef entra en escena, y al observar sus expresiones, les pregunta:

¿Por qué causa están hoy tristes vuestros semblantes?

Este interés nos revela la clase de persona que era Yosef; no era el tipo de persona servil que se contenta con hacer solamente las tareas que le asignan, sino que es proactivo y está realmente interesado en el bienestar de las personas alrededor suyo. Aprendamos esta lección, porque gracias a este gesto de amabilidad, dos años después, salió de la prisión.

La Escritura no nos dice cómo hacía Yosef para entender los sueños; él, simplemente declara que “Elohim puede interpretarlos” y se pone a la tarea. Si Yosef habría tenido otras experiencias menores a lo largo de su vida en relación a esta actividad, no lo sabemos; quizás tuvo sueños respecto a cosas de menos trascendencia que luego se cumplieron y así pudo haber ido afinando su confianza en que Yehováh le daba la interpretación de los mismos. Lo cierto es que por medio de este suceso, Yosef parece percibir que hay una luz al final de ese interminable túnel por el que ha tenido que marchar.

Dos sueños – dos destinos

El copero inicia el relato de su sueño, con la palabra hebrea “hinneh”, que ya analizamos en capítulos pasados, y que es usada para dar a entender que el sueño fue muy vívido. A continuación relata los detalles, y no podemos dejar de pensar en el matiz profético que tiene su sueño respecto del Mashiaj sufriente, pues los elementos: vid, vino, copa, tres días, restauración, honra, están presentes en el mismo.

Yosef, pues, interpreta el sueño de manera favorable para el copero y le pide que por favor, no lo olvide una vez haya sido restaurado a su cargo, y a continuación expresa lo más parecido a una queja de todo el relato de su vida:

Por causa de esto, cuando te vaya bien, acuérdate de mí. Te ruego que tengas misericordia de mí y hagas mención de mí a Faraón y me saques de esta casa, porque de cierto fui secuestrado de la tierra de los hebreos, y aquí tampoco he hecho nada para que me pusieran en el calabozo. Génesis 40.15

Es evidente que en la memoria de Yosef permanecían aquellos sucesos infames que le habían conducido hasta allí, pero a pesar de todo, su cuasi-queja, no revela amargura ni resentimiento contra nadie. Yosef había aprendido a guardar su corazón de tales sentimientos destructores y así, aunque parecía estar poniendo su esperanza en el copero para salir de allí inmediatamente, aún le restaban dos años de espera.

El panadero, entusiasmado por la buena interpretación del sueño de su compañero, se aventuró a narrar el suyo. Pero no había buenas noticias para él y Yosef no vaciló en comunicárselas. Aquí apreciamos otra característica muy valiosa de Yosef: Decir la verdad. Fue por decir la verdad que sus hermanos lo odiaron; fue por decir la verdad, que la esposa de Potifar finalmente lo envió a la cárcel; ahora no dejaría de decir la verdad para congraciarse con el panadero; así podemos ver que la integridad es parte esencial de su vida, igual que lo fue del Mesías, quien nunca vaciló en hablar la verdad, aunque esto le significó el desprecio, la persecusión y finalmente la muerte.

Manteniendo la esperanza

Los dos hombres salieron y la interpretación se cumplió tal y como Yosef dijo. Sin embargo, el copero se olvidó de la petición y no mencionó nada a faraón; sabemos que no era aun el tiempo; pero que fue a través de él que faraón pudo dos años más tarde echar mano de las capacidades de Yosef.

Podemos imaginar la desilusión de Yosef, cuando se enteró de que sus interpretaciones habían sucedido tal y como las declaró; su corazón estaría expectante día tras día, de que regresara el copero con la buena noticia del fin de su cautiverio; pero los días pasaron y nada sucedió. Su esperanza se desvaneció y continuó ejerciendo sus tareas como de costumbre.

Pero sabemos que Yehováh, nunca lo olvidó. Los comentaristas hebreos, creen que esos dos años adicionales de prisión se debieron a que Yosef puso su confianza en el copero y no en Yehováh para salir de allí; es posible que haya sido así; pero también podemos pensar que era necesario que Yosef “terminara el curso” que estaba tomando en la prisión, ya que de alguna manera, esta dura experiencia ayudó a formar mejor su carácter y a confiar solamente en Yehováh.

Aplicaciones prácticas

  • “Todo lo que hagáis, de palabra o de obra, hacedlo todo en el nombre de Yehováh, dando gracias a Yehováh nuestro Padre, por medio de Él” Colosenses 3:17

  • “Dad gracias a Yehováh en todo, porque esta es la voluntad de Yehováh para nosotros en Yeshúa HaMashiaj” 1Tesalonicenses 5:18

  • “Sabemos que a los que aman a Yehováh, todas las cosas les ayuda para bien…” Romanos 8:28

  • ¿Quién nos separará del amor del Mashíaj? Romanos 8:35

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