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Vayikra 19:1 – 20:27 | Kadoshim

Parashá Trienal – Vaykra (Levítico) 19:1 – 20:27

Nombre de la parashá: Kadoshim – Apartados

Lecturas Complementarias: Amós 9:7-15 | Efesios 4:17-24

La lectura de hoy inicia con una clara demanda de Yehováh para su pueblo debido a la relación que ellos comenzaron y esperaban mantener con Él.

Habló Yehováh a Moshé diciendo:  Habla a toda la asamblea de los hijos de Israel y diles: SED KADOSH (SANTOS), PORQUE YO, YEHOVÁH VUESTRO ELOHIM, SOY KADOSH (SANTO)”

La santidad es requerida como preparación a una dedicación o consagración a Yehováh. Esta expresión: Sed Santos porque Yo soy Santo, aparece tres veces en:

  1. Levítico 11:44, en referencia a las leyes de la dieta.
  2. Levítico 19:2, en referencia a os códigos de pureza.
  3. Levítico 20:7, en referencia a las leyes de inmoralidad sexual.

En el Brith Jadashá (Nuevo Testamento), el apóstol Kefa (Pedro) también hace mención de esto igualmente:

Por eso, disponeos para actuar con inteligencia, tened dominio propio; poned vuestra esperanza completamente en la gracia que se os dará cuando se revele Yeshúa HaMashiaj. 14 Como hijos obedientes, no os amoldéis a los malos deseos que teníais antes, cuando vivíais en la ignorancia. 15 Más bien, sed kadoshim (santos) en todo lo que hagáis, como también es kadosh (santo) quien os llamó; 16 pues está escrito: «Sed kadoshim (santos), porque yo soy kadosh (santo)». 1Pedro 1:13-16

¿Qué es ser kadosh (santo)?

Tradicionalmente hemos entendido que la santidad tiene que ver con ser impecables, es decir con mantenernos perfectos y sin cometer pecado alguno. Sin embargo las Escrituras nos enseñan otra cosa.

En hebreo la palabra kedushah (de la raíz kadosh), significa ser apartado. El término kadosh nos conecta con la esfera o la dimensión de lo sagrado; es decir, de lo que es radicalmente separado de todo lo que es pecaminoso y profano. En otras palabras, lo kadosh (santo) es todo lo que es alto y excelso (Isaías 57:15), es algo más allá de toda comparación y exclusivo (Isaías 40:25); por eso la santidad es un sinónimo del mismo Yehováh Elohim!

La idea de santidad (separación) implica diferenciación: la dimensión de lo que es apartado está enteramente separada de lo que es común, de lo habitual, de lo profano. Lo apartado es singular, es único, inspira respeto (o temor) y aún llega a ser terrible o espantoso, porque su presencia pone de manifiesto lo imperfecto. Como: El Apartado’, Yehováh es distinto, sagrado, separado como el único de Su clase; por tanto El es merecedor de la adoración y del culto porque es sin igual, sin rival y permanece como Dueño, Creador y Suprema Autoridad en relación con el mundo y sus criaturas.

Así las cosas, entonces ser apartados significa que nosotros debemos separarnos de todo lo que es mundano, banal, común o malo. En otras palabras, ser apartado significa absoluta bondad y perfección moral. Es imposible que Yehováh condone el pecado o la injusticia de cualquier clase y nivel, porque al hacerlo negaría la distinción entre lo kadosh (santo) y lo profano y por tanto minaría la naturaleza de la santidad misma. Lo apartado – kadosh- es lo opuesto a lo profano. Es lo mismo que la naturaleza de la luz disipa las tinieblas y no da lugar a ellas. No pueden coexistir de ninguna manera ni en ninguna proporción.

Hablando en términos prácticos, si confesamos que pertenecemos a Éste Elohim, imperiosamente necesitamos entrar por el camino de la separación, apartándonos de todo aquello que nos puede contaminar y que evitaría nuestra perfecta comunión con Él.

En tres ocasiones, se nos llama a ser apartados en ésta porción:

  1. Levítico 19:2,  Sed apartados – kadoshim (santos), porque Yo Yehováh vuestro Elohim soy santo.
  2. Levítico 20:7, Santificaos, sed – kadoshim (santos), porque Yo Soy Yehováh vuestro Elohim.
  3. Levítico 20:26, Me seréis apartados – kadoshim (santos), porque Yo, Yehováh, soy Kadosh (santo), y os he apartado de entre los pueblos para que seáis míos.

Puesto que nuestro Creador y Padre Yehováh es Kadosh (Santo), no podemos relacionarnos adecuadamente con Él si estamos involucrados en prácticas de origen pagano o actividades idolátricas u ocultistas; porque estas cosas nos contaminan y descalifican como Su pueblo. Su llamado a la santidad está basado en el hecho de que hemos sido apartados como posesión Suya.

¿Cómo se alcanza la kedusha (santidad)?

Solo hay un camino para alcanzar la kedusha: Apartándose de lo común. Sin embargo esta es una acción que no puede ser iniciada por uno mismo. Para entenderlo mejor veamos el caso del Shabbath.

Al terminar la Creación, Yehováh apartó el día séptimo; no porque este tuviera algo de valor intrínseco en sí mismo, que lo hiciera diferente de los demás días de la semana. No. Yehováh lo designó como el día de reposo, de descanso y lo apartó de los demás. ¿Se lo merecía el Shabbath? Desde luego que no. Fue en virtud de la decisión de su Creador que adquirió esa característica.

De manera similar, cuando nosotros somos “elegidos” por Yehováh, su propósito es que seamos apartados. Pero a diferencia del Shabbat que no tenía voluntad propia para aceptar o rechazar tal elección, nosotros sí la tenemos; y es nuestra decisión iniciar por ese camino o mantenernos como éramos antes.

En otras palabras, una persona no puede “santificarse” a sí misma. Es Yehováh quien lo hace; pero una vez que entendemos esto, es nuestra responsabilidad mantener esa condición de “apartados” evitando la contaminación. Ser kadoshim (santos), no es vivir demacrados, restringidos, aburridos y recitando largos rezos… Si queremos entender lo que es ser kadosh (santo), entonces el resto del capítulo nos dirá cómo hacerlo: Siguiendo las instrucciones de Yehováh que nos harán ser y aparecer diferentes del resto de la gente.

Algunas instrucciones prácticas y precisas

En esta porción hallamos una serie de instrucciones prácticas que nos enseñan lo que significa actuar como apartados, como separados, en las actividades comunes de la vida diaria:

  • Al cosechar, se deben dejar restos para los pobres…
  • No robarás (nada, ni un clip de la oficina…)
  • No mentiréis (no mentiras blancas ni rosadas ni de ningún tono…)
  • No engañar (aunque todo el mundo lo haga..)
  • No jurar falsamente por su Nombre…
  • No explotar a los empleados ni demorar su salario…
  • No maldecir al sordo…
  • No colocar tropiezo al ciego…
  • No torcer la justicia…
  • No andar difamando a nadie…
  • No aborrecer a tu hermano (prójimo)
  • Reprender a quien anda mal…
  • No vengarse…
  • No ser rencoroso…
  • AMAR AL PROJIMO COMO A UNO MISMO…
  • No cruzar dos animales de diferente especie…
  • No mezclar las semillas, ni dos especies de animales, ni las fibras para vestirse.
  • Abstenerse de comer carne con sangre…
  • No practicar la adivinación, la astrología, la magia, los agüeros, etc.
  • Respetar y mostrar respeto a los mayores.
  • No discriminar al extranjero.
  • Ser justos en los juicios.
  • No usar pesas adulteradas.

Todas estas instrucciones terminan con una clara advertencia:

Me seréis kadoshim porque Yo, Yehováh, soy kadosh, y os he apartado de entre los pueblos para que seáis míos. El hombre o la mujer que evoque espíritu de muertos o sea adivino, serán muertos irremisiblemente. Los lapidarán y su sangre recaerá sobre ellos. Levítico 20:26-27

Somos una familia separada por nuestro Padre para ser de Él. No menosprecies este privilegio; abandona ya las prácticas paganas; sal de la religión organizada; de la recreación perversa que esclaviza la mente y las emociones; sal de los sistemas que han desechado a nuestro Padre y Su Palabra. Si Él no cabe allí, nosotros tampoco. Sé valiente para tomar decisiones que te harán realmente una luz en medio de las tinieblas de este mundo.

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