Con tristeza tengo que aceptar que muchas veces estamos más preocupados por hacer un buen mantenimiento de nuestro vehículo, que de nuestro organismo; como si esto no fuera necesario o como si no nos correspondiera esa tarea.
Siendo los intestinos nuestra tubería de desalojo de desechos, es imperioso que no se obstruya de ninguna manera para evitar que los tóxicos deterioren nuestra salud.
Investigando sobre como mantener los intestinos limpios encontré que hay gran variedad de formas para hacerlo según el médico natural que uno consulte y dependiendo de cómo se encuentra nuestra salud. Así puedes optar por consumir jugos de frutas y vegetales, hacer procesos de ayuno, ingesta abundante de agua o hasta acudir a enemas de café o hidroterapia con ozono.
El intestino es un conducto que tiene 8 metros (24 pies) de largo, y en toda su superficie interior viven las bacterias buenas en simbiosis; es decir dependiendo de nosotros, así como nosotros de ellas. Con los años se va creando una costra que es como una goma o costra que se va adhiriendo a las paredes intestinalesy debajo de ella viven los parásitos, los hongos y toda bacteria que nos hace daño.
La limpieza debe hacerse diariamente de una manera sencilla, iniciando el día con jugos como:
- Papaya con sábila
- Papaya con salvado de avena, o
- Papaya con linaza, que además de limpiar sana gastritis y úlceras. Y si se le añade ciruelas ayuda a combatir el estreñimiento
- Piña con apio, perejil y jengibre.
Y cada seis meses, debiera realizarse una limpieza de manera más profunda, para lo cual se puede echar mano del método enseñado por el Dr. Frank Suárez de metabolismo tv, quien afirma que el uso de enzimas y probióticos dan un buen resultado, logrando una completa limpieza del colon.
Las enzimas son sustancias que actúan sobre otras; son proteínas compuestas de aminoácidos, y son producidas por el cuerpo para acelerar o generar muchas funciones. Las enzimas principales de nuestro sistema digestivo son: La proteasa que actúa sobre las proteinas, la amilasa que se produce en la boca y el páncreas y actúa sobre los carbohidratos y la lipasa que actúa sobre las grasas. Sin embargo, la ciencia ha identificado más de 3.000 enzimas diferentes, aunque todavía no se han investigado a profundidad.
Según algunos investigadores, la preservación de las enzimas es un aspecto importante para la longevidad, ya que las personas jóvenes tienen niveles mucho más elevados de enzimas que los adultos. Los estudios demuestran que la producción de enzimas disminuye en un 13% por cada 10 años; así que, a la edad de 40 años, tu producción de enzimas podría ser 25% más baja que cuando eras niño. A los 70 años, es posible que sólo produzcas un tercio de las enzimas que necesitas para gozar de una buena salud. Además a medida que envejeces tu estómago produce menos ácido clorhídrico, el cual es fundamental para activar las enzimas digestivas del estómago.
Por esto, el comercio ofrece una gran variedad de encimas, pero hay que tener cuidado al comprarlas porque deben estar vivas. Su contenido debe ser medido no en miligramos, sino en medidas de actividad enzimática (HUT).
Ahora en cuanto a los probióticos, aunque se consiguen productos lácteos como yogurt o kefir enriquecidos con bacterias buenas en los supermercados, nunca tendrán las cantidades terapéuticas que los suplementos especializados contienen. El Dr Frank Suárez recomienda que el contenido de bacterias sea de mínimo 15 billones, pero existen probióticos hasta de 85 billones, que incluyen hasta una variedad de 32 clases diferentes de bacterias. Estos productos deben mantenerse refrigerados porque son elementos vivos también.
La teoría del Dr. es la siguiente:
Las enzimas ablandan esta costra que se forma en el intestino y logran abrirla para que los probióticos puedan trabajar contra todo lo que hay debajo de ella, hasta hacer que se desprenda a pedazos y salga junto con la materia fecal, restableciendo así la buena absorción de los nutrientes que es vital para la salud.