jacob-y-esac3ba

Bereshit 31:1 – 32:3 | Vayishmá

Parashá Trienal – Bereshit (Génesis) 31:1 – 32:3

Nombre de la Parashá – Vayishmá – Y oyó

Lecturas Complementarias: Jeremías 30:10-16 | Ya’akov (Santiago) 4:1-12

Fin del Exilio

Es importante definir dos términos: Exilio y Cautividad. Una persona va al  exilio  cuando se ve obligada a salir de su país de origen, por peligro de su vida. Este fue el caso de Ya`akov, a quien su hermano buscaba para matarle. Un persona en cautividad, es aquella que ha sido arrancada de su país de origen y es retenida contra su voluntad en un país extraño. Fue el caso de nuestros ancestros cuando salieron forzados de la tierra de Yisrael y estuvieron retenidos en Babilonia hasta que les dieron permiso de regresar. En los dos casos las víctimas anhelan estar en su país de origen, en su tierra, pero no pueden hacerlo.

Ya`akov había partido, pensando que tan pronto la ira de su hermano se disipara, regresaría; pero pasaron veinte años, y su condición de exiliado estaba a punto de convertirse en cautiverio. Así cuando oyó a sus cuñados hablar contra él, y siendo que Labán no lo enviaba de regreso, hubo una intervención de Yehováh para dirigirle a poner fin a su exilio, fue “enviado” de regreso por Él, siendo esta una sombra de cómo  Yehováh intervendría para sacar a su descendencia de la cautividad en Mitsráyim años después.

Ya`akov consulta con sus esposas; al fin y al cabo son las hijas de su socio-jefe, y la aprobación de ellas respecto de la decisión de partir, es vista como una confirmación de estar haciendo lo correcto. Observamos que dentro de la cultura hebrea, la mujer es considerada importante en la toma de decisiones, dándole así el lugar apropiado que Yehováh le otorgó desde la Creación: ser ayuda idónea. No nos imaginamos qué hubiera sucedido, si ellas se hubieran negado a partir; probablemente Ya`akov se hubiera convertido en cautivo.

Así, Ya`akov expone ante sus esposas la triste realidad de sus últimos seis años de trabajo: su salario le ha sido cambiado diez veces, porque cuando Labán veía que los rebaños que le correspondían a Ya`akov se multiplicaban, entonces los quería para él; y Ya`akov finalmente entendió que no eran sus trucos los que provocaban ese resultado, sino la bendición de Yehováh, como lo expresa en Génesis 31.9.

Leah y Rajel, asintieron entonces y Ya`akov, cargando todas sus pertenencias en animales, partió sin avisar a su suegro. Había llegado el tiempo de poner fin al exilio y regresar a casa.

El Robo de los Terafines

jacob-y-esac3ba

Rajel, entra en casa de su padre y toma los ídolos o terafines que este tenía. La narración del episodio que hace el libro de los Jubileos, nos dice que la razón fue evitar que Labán los usara como medio de adivinación para saber dónde estaba Ya`akov. Al fin y al cabo, Labán había sabido por adivinación que Ya`akov era la razón de su prosperidad, como se lo expresó al comienzo de los seis años:

He percibido mediante adivinación, que Yehováh me ha bendecido por causa tuya.
Génesis 30.27

Esta costumbre nos la confirma el profeta Zacarías:

En cambio los terafines prometen en vano, los adivinos ven vanidades, anuncian sueños vanos, y vanamente consuelan. Zacarías 10.2

Labán, quien para ese momento estaba esquilando sus ovejas, se sintió terriblemente defraudado por su yerno; regresó, evidentemente buscó sus terafines para consultarlos, pero no los halló; entonces se dio a la persecusión de Ya`akov y su familia. Para entonces, con tres día de ventaja Ya`akov había llegado a las montañas de Gilad. Labán iba con intenciones perversas, mas Yehováh se le apareció en sueños y evitó una tragedia.

¿Debía Ya`akov haber informado a Labán de su partida? Por supuesto que sí. Teniendo la aprobación de Yehováh, seguramente Labán hubiera estado de acuerdo con su partida; pero Ya`akov escogió la manera difícil de hacer las cosas. La Toráh dice literalmente que Ya`akov robó el corazón de Labán al haber actuado de esa manera.

Las Palabras Traen Juicios

Una vez en presencia de Ya`akov, se presenta la discusión y los reclamos van y vienen. Labán al igual que paroh (faraón) en el futuro, había salido en persecusión de su yerno y de manera similar, lo alcanzó al séptimo día. Deuteronomio 26.5, es un pasaje que correctamente traducido dice:

Entonces hablarás y dirás en presencia de Yehováh tu Dios: Un arameo trató de destruir a mi padre, el cual con muy pocos hombres bajó a Egipto para habitar allí temporalmente… Deuteronomio 26.5

Nuestras traducciones dicen: Un arameo errante fue mi padre; sin embargo Ya`akov no era arameo; él había nacido en tierra de Yisrael; y las versiones Hebreas corrigen tal error.

Ante el reclamo de los terafines, Ya`akov pronuncia las palabras:

Aquél con quien halles tus dioses, ¡que no viva! Delante de nuestros hermanos reconoce qué tengo de lo tuyo, y tómalo contigo. (Porque Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.) Génesis 31.32

¿Fue la muerte temprana de Rajel, el resultado de tales palabras? Probablemente; las palabras que pronunciamos tienen efectos más allá de lo que imaginamos. Si bien Rajel no murió aquél día, poco después cuando dio a luz a Binyamin, murió cuando apenas llegaba a la tierra de Kenaán.

El pacto entre Ya`akov y Labán

A pesar de los argumentos de Ya`akov, Labán se mantiene en su derecho; solo que gracias a la intervención de Yehováh, se abstiene de hacer daño a su yerno. Entonces acuerdan realizar un pacto y arreglar todo el problema.

Veamos las partes de un pacto en la antigüedad:

  1. UNA PIEDRA O ESTELA
    Un pacto o alianza, se marcaba con un monumento. Fue lo que Ya`akov hizo levantado una piedra en Beth’El, a manera de memorial del pacto que hizo con Yehováh. Aquí vemos una piedra erigida como señal del pacto con Labán.
  2. UN ALTAR
    Generalmente, un pacto requiere un altar; así entre todos los parientes, juntan un montón de piedras (no cortadas). Labán llama al montón: Yegar-Sajadutah – montón testigo; Ya`akov lo nombra Gal’ed: montón testigo en hebreo. Al pilar en cambio lo llama: mitzpah, que significa “vigilante”. Labán lo menciona para que Yehováh atalaye entre tú y yo cuando nos apartemos el uno del otro. (31.49)
  3. TÉRMINOS Y CONDICIONES
    Un pacto o alianza incluía términos y condiciones de las dos partes. Durante la ceremonia ambas partes pronunciaban los términos. En este caso tanto Labán con Ya`akov, acuerdan no traspasar el montón de piedras para hacerse daño uno al otro. Labán hace que Ya`akov jure no maltratar a sus hijas, ni tomar otras esposas.
  4. INVOCACIÓN DE UNA DEIDAD
    Un pacto requiere una deidad como garante de que las dos partes se mantendrán responsables de cumplir sus obligaciones y de castigar a los que quebranten la confianza depositada. Así Labán afirma: ‘Elohim es testigo entre tú y yo…”
  5. UN JURAMENTO
    Un pacto requiere que las dos partes realicen un juramento. Así Labán jura por los dioses de Avraham y los dioses de Najor, mientras que Ya`akov jura por el Temor de Yitsjak, su padre.
  6. UNA COMIDA COMPARTIDA
    Una ceremonia de pacto, concluye con una comida servida entre las dos partes pactantes, lo cual representa la buena voluntad de ellas respecto a lo que acaban de pactar.

Aplicaciones prácticas

  • Nuestras tretas y estratagemas, no le son útiles a Yehováh para bendecirnos. Afortunadamente, nuestro padre Ya`akov lo entendió a tiempo y se dio cuenta que la bendición de su prosperidad vendría por la promesa de ‘Elohim hecha a Avraham.
  • Rajel, robó en vano los terafines de su padre, e involucrarse con ellos terminó provocando su muerte temprana, debido a las palabras de Ya`akov, quien sin saberlo, la sentenció a una muerte temprana, como efectivamente sucedió pocos días después. No necesitamos por tanto, “ayudarle a Yehováh” a protegernos.
  • Los pactos o alianzas, son cosa seria; aún si no son de sangre, porque comprometemos nuestra palabra delante de otra persona o de Yehováh, y una vez pronunciados los términos, quedamos atados por ellos, y Yehováh vigila que cumplamos lo dicho.

Déjanos tu comentario