No es de extrañarnos que en las futuras décadas, dicen algunos expertos las enfermedades intestinales lleguen a sobrepasar al cáncer, y esto debido a los errados parámetros de alimentación y estilo de vida.
La microbiota intestinal (mas comunmente llamada flora intestinal) es una red sumamente compleja de microbios en interacción que desempeña un papel clave en la digestión y en la defensa inmunitaria. Influye, asimismo en las funciones endocrinas afectando incluso al sistema nervioso central. Un número cada vez mayor de estudios avala, sin dejar lugar a dudas, que una composición variada y correctamente equilibrada de la microbiota resulta esencial para nuestro bienestar.
Se define como ‘disbiosis’ cualquier cambio en la composición de la flora microbiana residente en nuestro intestino en relación a la comunidad que existe en un individuo sano. Hoy se sabe por las últimas investigaciones, que cambios en la estructura de estas comunidades pueden ser responsables de respuestas erróneas del sistema inmunológico. Existen varios tipos de disbiosis:
- La relacionada con la pérdida de microorganismos beneficiosos.
- La asociada a la expansión de microbios patógenos.
- La debida a la pérdida de diversidad microbiana.
Los microorganismos del tracto gastrointestinal o microbioma llevan a cabo múltiples funciones:
- Participan en los procesos digestivos (rompiendo carbohidratos complejos, produciendo ácidos grasos de cadena corta, sintetizando vitaminas…)
- Evitan infecciones, compitiendo contra organismos patógenos (evitando su adhesión al tejido, compitiendo por los nutrientes, secretando péptidos antimicrobianos, y manteniendo el pH intestinal).
- Influyen en la cantidad de linfocitos T reguladores (células esenciales en la adquisición de tolerancia en el intestino). Pero esta regulación es llevada a cabo por los ácidos grasos de cadena corta, es decir, los productos de fermentación generados por dichas bacterias.
Causas de la disbiosis
Las causas de la disbiosis intestinal pueden estar relacionadas con el uso de antibióticos, cortisona, laxantes y también el uso excesivo de alcohol. El estrés, una alimentación inadecuada, infecciones, alimentos refinados, industrializados y pobres en fibra, así como algunas enfermedades intestinales, como diverticulosis, inflamación intestinal, estreñimiento y la genética del individuo también favorecen el desequilibrio de la microbiota intestinal o disbiosis.
A diferencia de los alimentos sin procesar, los procesados pueden contener aditivos como conservantes, colorantes, grasas, azúcares refinados y otros elementos que se incorporan durante el proceso y que se comportan como antígenos. Estos aditivos, aunque estén autorizados por la legislación sanitaria, cuando su cantidad se acumula o cuando la persona tiene mayor sensibilidad, pueden suponer una agresión para la microbiota y por ende para el sistema inmune a largo plazo.
Síntomas mas frecuentes de disbiosis intestinal
Los principales síntomas de disbiosis intestinal son:
- Náuseas
- Gases y eructos
- Caída de cabello
- Uñas débiles
- Distensión abdominal
- Períodos alterados de diarrea y estreñimiento
- Heces mal formadas
- Dolor de cabeza
- Cansancio
- Candidiasis con repeticiones frecuentes
Personas con disbiosis pueden desarrollar urticaria y acné, ó sea procesos alérgicos que son causados por la intoxicación producida por la entrada de bacterias en la sangre, por lo que es importante realizar el tratamiento de forma correcta.
Los cambios en la composición de la microbiota intestinal pueden aumentar la susceptibilidad de padecer enfermedades crónicas como la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn, la celiaquía (sensibilidad al gluten y otras alergias alimentarias) así como enfermedades sistémicas como la obesidad o la diabetes tipo 1 y tipo 2.
En definitiva, es de mayor importancia cuidar tu digestión y tu salud intestinal cuando se trata de estar fuertes contra los virus que están apareciendo. La próxima semana en el tema: Entendiendo Nuestros Intestinos encontrarás consejos sencillos y de índole alimenticio para restablecer la salud de los intestinos.
Implementa el Consumo de Vegetales en tu Dieta
Una buena alternativa para aprender a comer mas vegetales es mezclarlos con los alimentos que usualmente comemos. La cantidad de vegetales que combinamos puede ser de acuerdo a lo familiarizados que estemos con dicho vegetal.
Arroz con Brócoli
Ingredientes
- 2 tazas de arroz blanco o integral
- Una cabeza de brócoli
- 4 dientes de ajo picados finamente
- 1 vaso de vino blanco de cocina
- 2 cucharadas de aceite para sofreir (coco o aguacate)
- Caldo de verduras o agua
- Pimienta
- Sal
Preparación
- Lava y corta en pequeños pedazos las flores sin que se pierdan su forma.
- En la olla apropiada pones a calentar el aceite a fuego medio-alto y sofríes el ajo, enseguida mezclas el brócoli y saltéalo igualmente unos minutos.
- Añade el arroz, salpimienta e incorpora el vino, mezclando con cuidado pero con frecuencia hasta que el vino se evapore con hervor fuerte.
- Añades el caldo o el agua acostumbrada y procedes a dejar que se seque como acostumbras a hacerlo. Si no tienes práctica con el arroz integral, te sugiero que uses el blanco hasta tanto aprendas a usarlo. Y listo para comer.
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