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Entiende tus Intestinos

El Dr. Alonso Vega, médico cirujano y naturópata de Costa Rica ilustra lo que ocurre en nuestros intestinos, con la siguiente analogía:

Cuando nos hacemos un raspón, la piel es lastimada y la barrera que protege nuestros órganos internos es dividida dejando lugar a las infecciones. De la misma manera la mucosa de los intestinos tiene una barrera natural compuesta por los enterocitos; estos están pegados unos a otros sobre toda la superficie interior del intestino y solo se separan dejando pasar los nutrientes a la sangre.

Cuando aparecen enfermedades como: gastritis ulcerosa, enfermedad de Crohn, inflamación del colon o colon irritable, estrés nervioso y candidiasis, los enterositos son afectados haciendo que se separen inadecuadamente; es decir pierden su función de barrera y dejan pasar tanto partículas de alimento que no estaban bien digeridas, como bacterias igualmente. De esta manera se afecta el hígado y la sangre dando lugar a las alergias, enfermedades auto inmunes, cansancio, falta de energía y dolores de cabeza. A esto se le llama intestino colador.

Vale la pena notar que el intestino es altamente sensible al estrés, y el estado promedio de estrés de la vida moderna, está produciendo daños en esa barrera; a algunas personas una situación de estrés les puede producir diarrea o deposición con sangre.

Medicamentos que promueven las enfermedades intestinales

    • Los antibióticos. Hoy están siendo tomados sin necesidad. El microbioma destruido por estos, necesita 2 meses como mínimo para restablecerse, cuado se le proveen los alimentos adecuados.
    • Anti-inflamatorios y medicinas para el dolor.
    • Antiácidos. Inhiben la producción del ácido clorhídrico del estómago, el cual destruye bacterias, mata gérmenes y esteriliza el alimento; es decir, este también constituye una barrera del organismo.

Alimentos para reparar el intestino

Todo el tiempo afectamos la salud de nuestro intestino de alguna manera. Por eso la tarea de estarlo cuidando debe ser constante. La siguiente es una lista de buenos hábitos alimenticios que podemos alternar, porque a través de la comida recibimos también la medicina.

  1. Probióticos. El yogurt, en especial el griego debe ser tomado frecuentemente.
    Posee bacterias vivas buenas que vienen a hacer parte de todo nuestro microbioma.
  2. Semillas. Contienen abundante calcio y estrógenos que apoyan la salud de la mujer, en especial el ajonjolí.
  3. Papaya con linaza. Tomarla en jugo a razón de una porción de papaya por 2 cucharadas de linaza molida.
  4. Sábila con tuna (la fruta del cactus). En jugo, puedes tomar una copa pequeña en la mañana o cada vez que haya acidez. Cuando el estómago está dañado no se asimila la vitamina B 12 y se pierde la capacidad motriz, cosa que se ve con frecuencia en los adultos mayores.
  5. Brócoli. Es un buen prebiótico, es decir alimento para las bacterias buenas. Procurar comer una taza tres veces a la semana. El brócoli consumido en abundancia previene el cáncer de próstata en un 60%.
  6. Ensaladas y vegetales en general. Nuestro plato de comida debe ser por lo menos la mitad de vegetales porque esta es la comida de las bacterias.
  7. Fibra natural. Todo cereal debe ser entero para aumentar el bolo fecal porque es la manera de limpiar el intestino. La fibra es como la escoba del intestino. Por eso consume solo arroz y trigo integral.
  8. Te de orégano. Es antiséptico del intestino. Para matar la cándida. Tomarlo a cualquier hora del día en infusión. Toma una cucharada de hojas y viértele agua caliente. Déjala reposar unos minutos. Hay una íntima relación entre las enfermedades autoinmunes (lupus, artritis, pénfigo, etc) y la cándida.
  9. Menta, manzanilla y linaza. El te de estas tres hierbas puede aliviar la colitis, quitar el mal aliento y quitar los gases controlando la fermentación.
  10. Papa con limón y aceite de oliva. Sirve para aliviar la úlcera gástrica. Se ralla la papa y se le saca todo el zumo pasándola por un colador o exprimiéndola en una tela de lienzo. Se le agrega el jugo de un limón y una cucharada de aceite de oliva. Tómalo en ayunas durante 20 días. De seguro que si este es tu caso, la recuperación es total, pues las mucosas del aparato digestivo se renuevan cada tres días.

Espera la próxima semana una reseña completa sobre la candidiasis, ya que por presentarse tan a menudo, vale la pena estar informados.

Implementa el Consumo de Vegetales en tu Dieta

¿Estás consumiendo vegetales fermentados? Recuerda que ellos son fuente de bacterias buenas y en casa son muy fáciles de elaborar. Hoy les mostraré el que yo hago con más frecuencia y es super económico.

Repollo Fermentado o Chucrut

Originalmente es platillo muy antiguo de la comida alemana.

Ingredientes

  • 1 Cabeza de repollo mediana
  • 2 Cucharadas de sal marina o rosada
  • 1 Zanahoria mediana
  • 1 Cucharadita de semillas de comino

Preparación

  • Al repollo le quitas las dos o tres hojas externas porque son un poco duras y las dejas a un lado.
  • Rallas la zanahoria y la dejas a un lado también.
  • Lavas bien la cabeza de repollo y la divides en cuatro partes. Quitándole el corazón, lo cortas en rebanadas no muy delgadas.
  • Cuando hayas cortado la mitad, lo pones en un recipiente lo suficientemente grande para espolvorearle una cucharada de sal.
  • La distribuyes bien en el repollo y en seguida lo aprietas entre la mano como masajeándolo poco a poco hasta que con el efecto de la sal comience a dejar salir sus líquidos. Así lo haces como por 3 minutos o hasta que todo ha pasado por el proceso.
  • Le mezclas la mitad de la zanahoria y de las semillas de comino.
  • Anticipadamente has seleccionado un recipiente de vidrio de boca no muy grande, el cual debe estar muy bien lavado. Puede ser de aquellos del supermercado en los que vienen algunos productos. Esa clase de envase es el que yo utilizo, como puedes ver en la foto.
  • Coloca toda la mezcla hecha dentro del envase y procede a hacer lo mismo con la otra mitad del repollo, hasta colocarlo también en el mismo envase.
  • Con la mano presiona hacia el fondo toda la mezcla, de tal manera que por lo menos queden libre unos 6 cms o 2 pulgadas del envase. Esto es importante porque al suceder la fermentación los líquidos suben y pueden derramarse.
  • Tomas las hojas exteriores que apartaste y después de lavarlas y de quitarles la parte dura del centro, las colocas sobre la mezcla a manera de tapa, dejando todo el contenido por debajo, nada puede sobresalir.
  • Ahora necesitas algo con qué presionar estas hojas para que al llenar con agua no se levanten. Yo utilizo otro frasco pequeño (del tamaño de la boca) al que le pongo un poco de agua también.
  • Con cuidado y con una jarra de pico llena el envase con agua hasta que tape bien la mezcla del repollo, es decir hasta donde están las hojas.
  • Tapa el envase con papel y una banda elástica para preservarlo de los animales.
  • Coloca el envase en un lugar fresco, al ambiente, donde no reciba sol y haya ventilación. El repollo expide su aroma característico en la medida que va fermentando.
  • 4 a 5 días máximo son suficientes en climas calientes; algunos días más se requieren en climas fríos. Si prefieres puedes probar la acidez del agua y dejarlo a tu gusto.
  • Cuando ya está listo, sacas el frasco pequeño, quitas las hojas de encima con cuidado y las desechas. Pones la tapa original al envase y lo llevas al refrigerador.
  • Lo puedes comer como una ensalada o revuelto con otros vegetales frescos pues su sabor es suficiente como aderezo. Se conserva sin problema varios meses en el refrigerador.
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