Destruccion de Sodoma

Bereshit 19:1-38 | Hamalakjim

Parashá Trienal – Bereshit (Génesis) 19:1-38

Nombre de la Parashá: HaMalakjim – Los Mensajeros

Lecturas Complementarias: Isaías 17:14 – 18:7 | Lucas 17:20-37

 

Un claro ejemplo de los juicios de Yehováh

Este capítulo nos permitirá ver que la misericordia de Yehováh también tiene sus límites. Si bien es cierto que Él es Paciente, su propio atributo de justicia le impide ser tolerante indefinidamente con la maldad. El libro del Génesis nos dice muy poco de los actos perversos, no solo en sentido sexual, sino también social que la gente de Sodoma realizaba. Sin embargo el libro de Yashar hace una cruda descripción de la crueldad, cinismo, perversión y total injusticia en que vivía la gente. A continuación un breve relato:

Y cuando un mendigo venía a su tierra ellos le daban plata y el oro, y hacían una proclamación en la ciudad entera que no se le diera un bocado de pan para comer, y si el forastero permanecía allí algunos días, y moría de hambre, no habiendo sido capaz de obtener un bocado de pan, luego a su muerte toda la gente de la ciudad venía y tomaba su plata y oro que le habían dado. Y aquellos que podían reconocer la plata u oro que le habían provisto, la tomaban; y una vez muerto, también lo despojaban de sus ropas, y peleaban entre sí por ellas, y él que prevalecía sobre su vecino las tomaba. Después lo llevaban y lo sepultaban bajo algunas zarzas en el desierto; y así hacían todos los días si alguno viniese a ellos y muriera en su tierra. Yashar 19.8-10

Con razón el libro de Ezequiel resume de manera precisa cuál fue la verdadera razón por la que vino el juicio sobre las ciudades de la llanura del Yardán:

Mira, este fue el delito de tu hermana Sodoma: soberbia, hartura de pan, y gran ociosidad tuvieron ella y sus hijas, pero no extendió la mano al pobre y al menesteroso. Se ensoberbecieron delante de mí, y cometieron abominaciones, por lo que las quité de en medio en cuanto lo vi. Ezequiel 17.49-50

Usualmente pensamos que el pecado de Sodoma fue la perversión sexual; sin embargo el pasaje anterior nos muestra cuál fue la raíz del problema: “Abundancia o hartura de pan y gran ociosidad…”. Este es el cocktail perfecto para dar a luz la soberbia, toda clase de perversión sexual, injusticia social, crueldad a sus más altos niveles etc. Cuando una sociedad asegura su pan diario, o cuando se excede en la comida (cosa que está sucediendo en muchos países desarrollados en la actualidad), la gente se vuelve ociosa: juegos, deportes, invención de nuevas formas de mal, etc. y entonces la sociedad está a un paso del juicio justo de Yehováh; pero este no viene si no hay quien clame contra esas injusticias.

La gracia en medio del justo juicio

El pasaje es una gran ejemplo de la gracia inmerecida. Lot, el sobrino de Avraham, había tomado una decisión errada cuando en el pasado elegió lo que le pareció mejor para su prosperidad económica:

Alzó Lot sus ojos y vio toda la llanura del Jordán, la cual toda ella era de regadío, como el huerto de Yehováh, como la tierra de Egipto en dirección a Zoar, antes que Yehováh destruyera a Sodoma y Gomorra. Génesis 13.10

Así Lot fue levantando su tienda cada vez más cerca de las ciudades perversas, y finalmente terminó viviendo en una de ellas. Un claro ejemplo de cómo la conciencia humana se puede ir insensibilizando poco a poco ante la exposición a la maldad. Por lo menos dos de sus hijas, se habían casado con hombres perversos de Sodoma; y las otras dos, con las que huyó tampoco tenían un sentido de moralidad, como se ilustra hacia el final del capítulo de esta parashá.

Cuando miramos la vida de Lot, diríamos que no hallamos méritos para que hubiese sido salvado de la catástrofe. Pero el amor de Yehováh por su siervo Avraham, se extendía como un parasol hasta su familiar cercano, de manera que este fue protegido, más por la bondad de su tío que por la propia. Así que aquí tenemos un excelente ejemplo de la gracia de Yehováh en el Tanak (AT). Quienes afirman que la gracia solo se muestra en el NT deberían leer con atención el Tanak, para verificar las innumerables ocasiones en las que Yehováh derrocha su gracia a favor de seres imperfectos e injustos, lo que se puede verificar desde el Edén.

¿Cómo Sodoma cayó tan bajo?

Esta situación no fue repentina, ni consecuencia de alguna mala influencia temporal. Recordemos que Jam (Cam) el hijo de Noaj, cometió un gran pecado cuando Noaj se embriagó y cayó desnudo en su tienda. Entonces una vez enterado del asunto, Noaj maldijo a Kena’an hijo de Jam. Notemos que tal pecado estaba conectado con la sexualidad. Los descendientes de Jam vinieron a poblar las tierras en las que, con el paso de los años, se establecieron las ciudades de la llanura que sufrieron el juicio descrito en este capítulo.

Así que en los habitantes de tales ciudades, ya había una semilla de perversión sexual, la cual, regada con la prosperidad y la ociosidad, llegó a germinar y producir toda clase de actos perversos no solo en el área sexual sino en todas las demás.

Es claro, y no queda duda alguna, que el alejamiento de los principios y valores provistos por Yehováh, conduce a la maldad y finalmente al juicio. Lot escasamente salvó su pellejo y el de sus hijas; todo aquello por lo que había trabajado, lo perdió. Ni siquiera se había preocupado por proveer una formación adecuada para sus hijas; porque es evidente que ellas no tuvieron reparo en ¡mantener relaciones sexuales con él!

Sería tal la vergüenza de Lot, que no se atrevió a retornar donde su tío Avraham, quien seguramente lo hubiera acogido y así habría provisto una futuro mejor a sus hijas. Pero la soberbia que aprendió en Sodoma, hizo su efecto y prefirió habitar en una cueva, después de haber tenido lujos y riquezas.

Ruinas actuales de Sodoma y Gomorra. Nótese el perfil de las construcciones en medio de lo que hoy son una mezcla de cenizas y arena.

Decisiones erradas con consecuencias eternas

De los dos hijos que nacieron se formaron dos pueblos: los moabitas y los amonitas. Estas dos naciones fueron un problema para los descendientes de Avraham, cuando Yehováh los sacó de la esclavitud en Mitsráyim. Sin embargo volvemos a ver la gracia de Yehováh en acción, pues Ruth la abuela del rey David y quien hace parte de la genealogía de Yeshúa El Mesías, provino de ese pueblo. E igualmente de los descendientes de Amón vino Naama, la madre de Roboam, (sucesor de Shlomo -Salomón). Ella tuvo tan mala influencia en su hijo, que la Biblia lo describe como uno que “hizo lo malo ante los ojos de Yehováh; pero aún así también esta mujer está en la genealogía del Mesías. ¿No es eso gracia y misericordia?

Nuestras decisiones siempre tendrán consecuencias para la descendencia que se levantará después de nosotros. Piénsalo bien cada vez que tengas que elegir respecto a algo.

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