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Yosef (José) y los tiempos del fin

La parashá de esta semana nos permite desentrañar lo que está sucediendo actualmente tanto a Yahudáh (Judá – el pueblo judío actual) como a Efráyim (Efraín – todos aquellos que estamos despertando a la obediencia a la Toráh).

Yosef, con un cetro en su mano y toda la autoridad “sobre” Egipto representada por el anillo en su mano izquierda, se pone en pie. Frente a él están todos sus hermanos. Su amor y compasión por todos ellos hacen que su corazón gima desde lo más profundo de su ser. Sin embargo los ojos de Yosef se centran en su hermano Yahudáh. “ANTES” de que Yosef pueda revelarse a toda su familia, “debe” probar a Yahudáh!

Y como sabemos, Yosef lo pone a prueba. El resultado es impresionante: Yahudáh se muestra con un corazón arrepentido y dispuesto a sacrificarse para proteger a su hermano menor con tal de no causar más dolor a su padre Yisrael.

¡Ésta es una de las parábolas más viva (es decir una sombra o cuadro) en toda la Escritura que demuestra el arrepentimiento verdadero y la restauración de nuestra familia!!

Ahora, cambiemos el enfoque a dos niños pequeños acurrucados detrás de su padre Yosef: Efráyim y Manasheh. Fijémonos en el más joven, Efráyim. Es un niño de ojos anchos que observa mientras toda esta escena se desarrolla frente a él. Cada vez que los hermanos de Yosef están en la presencia de su padre, el pequeño Efráyim está allí. Observando y escuchando, sin comprender lo que está presenciando. Efráyim también es testigo, de aquél momento cuando justo afuera de la puerta de la cámara de su padre, le escucha gemir de angustia y le observa derramar lágrimas a causa del dolor que había mantenido enterrado en la memoria de su alma. Luego Efráyim ve como su padre habla palabras duras a esos hombres y se da cuenta de cómo su padre ordena a los sirvientes hacer las cosas más extrañas.

Después de muchos días, el pequeño Efráyim observa como su padre Yosef se da a conocer a sus hermanos. Y ahora todo el mundo está llorando! y riendo! ¡Riendo y llorando!! Entonces es testigo de cómo Yosef su padre, en medio de su llanto, habla palabras tiernas en una lengua extraña. Una lengua que él no entiende, pero que los hombres que están de pie delante de su padre están hablando; es el mismo idioma extraño.

Yosef habla a sus hermanos muchas cosas. Les dice que la hambruna empeorará mucho, pero que no deben temer, porque serán protegidos y les será provisto. Finalmente, después de muchas conversaciones, Yosef envía a sus hermanos de vuelta a buscar a su padre Yisrael y sus esposas, los pequeños, y todo lo que tienen.

Como sabemos, todos regresan, y se les instruye para que se queden acampando en la tierra de Gosén. 

La escena ahora cambia al día en que el abuelo Yisrael puso su mano sobre la cabeza de su hijo y los bendijo.

Diecisiete años después de su llegada a Egipto, Yisrael sabe que ha llegado el momento de llamar a sus hijos para reunirlos y bendecirlos siendo esta una última despedida antes de que se aparte de este mundo. Pero, justo antes de hacerlo, habla con Yosef acerca de los dos hijos de este, especialmente de Efráyim.

Poco después Yisrael murió. Yosef y Efráyim caminan juntos en el fresco del día discutiendo la bendición de su abuelo y lo que todo podría significar. A estas alturas Efráyim es un hombre joven. Amaba a su abuelo Yisrael y a toda la familia de su padre Yosef; pero Efráyim también ama a su madre Asenath (lo que significa “don del dios hijo”), así como a su abuelo Potifera (cuyo nombre significa “que se dispersa en el extranjero o se derrumba” ); la línea de sangre de Efráyim es mitad Yisrael y mitad Potifera.

¿Que tiene que ver esto con nosotros hoy?

Tengamos en mente que cuando Yisrael puso su mano sobre Efráyim y le bendijo, sus palabras fueron a la vez de significado profético. Una profecía para el tiempo que estamos viviendo. (Lea Beresheet 48)

… La profecía sobre Efráyim era muy específica, porque declara que su descendencia sería una multitud de naciones. 

A partir de año 2009, muchos de nosotros hemos sido despertados a la verdad de la Toráh, lo que nos ha permitido darnos cuenta de las tradiciones y mentiras paganas con las que el sistema religioso ha enredado a toda la humanidad.

¿Con qué propósito ha tenido lugar este despertar? Efráyim, también es mencionado por los Profetas como: Yosef (José), el Reino del Norte, la Casa de Yisrael (Israel) y las Diez Tribus, quienes han sido esparcidas por “todas las naciones”. Entonces cabe la pregunta: ¿Cuál es la razón por la que Efráyim está esparcido por todo el mundo?

Una de las razones es que Yehováh quería cumplir su propósito de utilizar a Yisrael como luz para las naciones. Y al haber sido esparcidos, ahora que estamos despertando somos instrumentos para que las naciones puedan conocer al Creador Yehováh y relacionarse con Él. 

Por otro lado, es el tiempo para regresar a Casa y restaurar nuestra relación con nuestro hermano Yahudáh!! La persecución y la devastación mundial están literalmente a nuestras puertas.

Desde el tiempo de Yeshúa, el Reino de Yehováh se ha estado acercando y está llagando el momento de su establecimiento en la Tierra. Esto es algo que va a suceder por medio de la totalidad del pueblo de Yisrael: Yahudáh más Efráyim. El Mesías ha de reinar sobre TODO Yisrael para siempre y es indispensable que las Dos Casas se reúnan.

Importancia de las Fiestas de Yehováh

Hay algo muy importante en las Fiestas de Primavera que se aproximan. Recordemos que Yisrael fue sacado de Egipto en la celebración de la Pascua, y comenzó su marcha durante la Fiesta de los Panes sin Levadura. Luego recibió la Toráh cincuenta días más tarde durante la Fiesta de Shavuot (Pentecostés) y el año siguiente permaneció al pie del Monte Sinaí mientras se construía el Tabernáculo. ¿Sucederá algo similar ahora? ¿Fue el Éxodo una sombra de lo que será el Segundo Éxodo?

Lo cierto es que Efráyim, (Yisrael, o la Casa de Yisrael, o las Diez Tribus, o Yosef) es decir quienes hemos despertado a la observancia de la Toráh, debemos “arrepentirnos y clamar a nuestro Padre Yehováh con todo lo que está en nosotros. Necesitamos clamar por todo Yisrael: Yahudá más Efráyim.

Necesitamos detener toda discusión sobre doctrinas y tradiciones. Tenemos que estar preparados; Yeshúa está a punto de llamar a Su Pueblo a una Asamblea Solemne.

¡Es el tiempo para el cumplimiento de la “Última Gran Cosecha” Todos nosotros, quienes hemos sido despertados a la Verdad hemos sido bendecidos por “los pescadores de hombres”. Pero esta última gran cosecha no será tarea para los pescadores; ese tiempo ya está a punto de cerrarse. Ahora viene ¡”El Tiempo del Cazador”!

He aquí enviaré a muchos pescadores que los pesquen, dice Yehováh, y después enviaré muchos cazadores que los cacen por los montes y collados y por las hendiduras de las peñas. Jeremías 16:16

Cada uno de nosotros que ha sido despertado por el Ruaj Kodesh (Espíritu Santo), tiene la obligación de prepararse y alistarse para esta última cosecha. No tendremos que ir a buscar y suplicar a la gente que nos escuche; ese era el trabajo del pescador.

Llegará el momento en que será obvio quién es Yisrael y quién no. Entonces… ¿Estamos realmente listos para hablar las palabras de la vida a aquellos que estarán llenos de miedo y temor? ¿Estamos listos para la etapa más asombrosa de todos los tiempos?

En estos momentos, tenemos poco tiempo para prepararnos. No se supone que seamos los que tienen miedo de lo que está a punto de llegar al mundo entero. No se supone que debamos estar tratando de encontrar una manera de escondernos hasta que la tormenta pase.

Efráyim es: La Casa de Yisrael, las Diez Tribus, El Reino del Norte, Yosef. Se supone que sabemos quiénes somos, para que aquellos que nos necesiten cuando llegue el momento sepan a quién recurrir. Sabemos que Yehováh es Elohim …. Nosotros sabemos que Yeshúa es Mashíaj. Sabemos que la Toráh contiene las palabras de la Vida.

Muchos de nosotros que hemos sido despertados no tenemos una idea completa de cuáles son los propósitos de lo que va a suceder. Especialmente cuando escuchamos a la gente hablar de “El tiempo de angustia para Yaaqov”. Los profetas a menudo hablaron sobre el castigo que está por venir.

¿Somos conscientes de el juicio empieza por la casa?

Me pregunto a veces si realmente entendemos que es posible que “La Casa Entera” todavía esté en la condición de Ya’akov antes de su lucha con el Ángel. Recordemos que el nombre de Ya’akov fue cambiado por Yisrael hasta “después” que luchó toda la noche con el Ángel.

Y Efráyim sigue aún siendo influenciado por la línea de sangre de su “otro abuelo” Potiferah. (El sacerdote de la adoración del dios del hijo) Acaso… ¿nos hemos convencido que somos exentos de la purga que está por venir? El juicio sigue llegando a “la Casa” primero:

Porque es tiempo de que el juicio comience por la Casa de Yehováh; y si primero por nosotros, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al Evangelio de Yehováh?
Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador?
Por tanto, también los que padecen según la voluntad de Yehováh haciendo el bien, encomienden sus almas al fiel Creador. 1 Pe 4:17–19

A veces me veo actuando como si no tuviéramos nada de que arrepentirnos. Estoy seguro de que suena un poco duro, pero, creo que todos nosotros estamos a punto de entrar en un momento de “lucha con el Ángel”.

Todos vamos a ser bautizados (Mikvah) en el mismo fuego, la prueba que está a punto de venir sobre toda la tierra, por lo cual es vital que nos preparemos para “no dejar ir al ángel hasta el rompimiento del día”.

Debido a que muchos de nosotros vivimos en lugares de relativa paz y seguridad, sólo podemos imaginar cómo será lo que está por venir. Pero haremos bien en prepararnos de manera adecuada creciendo en la obediencia a la Toráh y manteniendo firme el testimonio de Yeshúa.

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