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Deuteronomio 33:1 – 34:12 | Vezot ha’Brakja

 Parashá Anual – Deuteronomio 33:1 – 34:12

Nombre de la Parashá: veZot ha’Brajá – La Bendición Final

Lecturas Complementarias: Josué 1:1-18 | Hechos 1:1-14

Deuteronomio 33

Este capítulo contiene bendiciones específicas para cada tribu, solo comentaremos las más relevantes.

Yahudáh (Judá). Es la tribu que ha permanecido hasta el presente, aunque esto no significa que no haya descendientes de las otras tribus mezclados allí. Cuando se dio la división del reino a la muerte de Shelomoh (Salomón), algunos de los que se habían ido para Samaria regresaron cuando Yerovam (Jeroboam) estableció un lugar de culto diferente a Yerushalayim. También es seguro que a lo largo de los siglos descendientes de las tribus del Norte se han mezclado con Yahudáh perdiendo su identidad tribal y viniendo a ser simplemente Yahuditas (Judaítas).

Un ejemplo es Janah, hija de Penuel quien era de la tribu de Asher, la anciana que fue al templo a orar cuando Yeshúa fue llevado por sus padres en vista de que Miriam debía ir para ofrecer el sacrificio por su purificación. Lucas 2:3.

¿Es lo mismo ser Yahudita que ser Judío?

Lamentablemente hay una gran confusión al respecto. El término Judío en el presente denota tanto una nacionalidad como la pertenencia a la religión llamada Judaísmo, y esto ni siquiera lo tienen claro sus propios integrantes. 

Vale la pena aclarar que una cosa es ser Yahudita y otra muy diferente ser  Judío. Veamos: Yahudita es todo aquél que pertenece a la Tribu de Yahudáh; mientras que Judío es todo aquél que profesa o practica el Judaísmo.

El Judaísmo, es una religión desarrollada por los hombres a través de los siglos, y es el resultado de añadir a la Toráh, miles de normas y reglas que reciben los nombres de: takanot y ma’asim. Es tal la cantidad de adiciones y modificaciones, que resulta difícil seguir el rastro de las Instrucciones originales dentro de tales ordenanzas. Esta acción de añadir a la Toráh, es una clara violación del Mandamiento dado por Yehováh en Devarim 4:2

No añadáis nada a lo que yo os ordeno, ni le quitéis nada, sino que observéis los mandamientos de Yehováh vuestro Elohim que yo os mando. 

Necesitamos entender que no todos los Yahuditas son Judíos ni todos los que practican el Judaísmo son Yahuditas. Una persona puede ser Yahudita y no practicar el Judaísmo; es el caso de quienes siendo seguidores de Yeshúa, han logrado esclarecer y confirmar su ascendencia como pertenecientes a esta tribu.

Habiendo aclarado esto, podemos ver que el término “Judío Mesiánico” es una contradicción, pues si alguien practica el Judaísmo, no puede ser mesiánico, es decir seguidor del Mesías, ya que el Judaísmo excluye la aceptación de Yeshúa. El término correcto debiera ser: Yahudita Mesiánico ó simplemente Seguidor del Camino ó Nazareno como originalmente se identificaron los primeros discípulos de Yeshúa, de lo cual Hechos 24:5 da testimonio al hablar de la identidad de Shaúl.

La misión de Yahudáh

Notemos pues en el verso 7 la característica que habría de tener, y que realmente ha tenido, Yahudáh

De Yahudáh dijo:

¡Oye, oh Yehováh, la voz de Yahudáh, y hazlo venir ante su pueblo; basten para él sus propias manos, y sé Tú su auxilio contra sus adversarios.

Otras versiones dicen: Restáuralo a su pueblo, o retórnalo a su pueblo, siendo una petición para que Yahudáh llegue a formar parte del Total de Yisrael, cuando sea restaurada. Como dice Ezequiel 37, un día serán unidos a la Casa de Yisrael (las diez tribus del norte) y seremos una sola nación para siempre. (Ver video anexo).

También es notable que Yahudáh será valiente en su lucha contra sus adversarios, tal como lo podemos verificar hasta el presente y que Yehováh será su protección.

Ahora notemos respecto de Leví, que por cuanto ellos se aprestaron para ejecutar juicio aún contra sus propias familias, cuando el incidente de la adoración del becerro de oro en el Sinaí, Yehováh les designa una tarea privilegiada:

Ellos pues enseñarán tus decretos a Ya`akov (Jacob) y tu Ley a Yisrael.

Ofrecerán incienso ante tu rostro y sacrificio perfecto sobre tu altar.
Deuteronomio 33:10

Sin lugar a dudas, Yehováh establece que quienes deben enseñar al pueblo, son los Levitas; pero para el tiempo en que vino Yeshúa, eran los Fariseos quienes habían asumido tal responsabilidad y los Levitas habían sido desplazados. Esta acción quedó concluida después de la destrucción del Templo y luego de que los Fariseos fueron exiliados. Entonces, éstos se deshicieron definitivamente de los Sacerdotes y Levitas, quedando ellos  como la única autoridad para interpretar la Toráh y enseñar al pueblo. Así se afianzó el Judaísmo actual de manera que, los rabinos actuales son los descendientes de los Fariseos.

Las Doce Tribus:  Efráyim y Menasheh reemplazan a Yosef.

La bendición sobre Yosef

La tercera bendición que observaremos es la otorgada a Yosef (José), que incluye las tribus de Efráyim y Menasheh y lo que se dice allí es para quienes no tienen sus raíces en la tribu de Yahuda (Judá). Deut 33:13 – 17

El verso 17, hablando de Efráyim, dice que:

“será como dos cuernos que acornearán todas las naciones hasta los confines de la tierra.  ¡Tales son las miríadas de Efráyim!”

Esas declaraciones son una precisa referencia a quienes hemos respondido a Yeshúa y que nos hallamos en los más diversos puntos de la Tierra. Yeshúa afirmó: “He sido enviado a las ovejas perdidas de la Casa de Israel” esto es: a las Diez Tribus del Norte ó Casa de Yisrael también nombrada algunas veces como Efráyim. Y siendo que tanto tú, como yo, hemos respondido a Su llamado, ahora estamos en éste Camino y nos podemos identificar con ésta bendición.

La muerte de Moshé​

Moshé subió a la cumbre del Pisga y desde allí pudo divisar la tierra que habrían de recibir los Hijos de Yisrael. Entonces murió y Yehováh lo  sepultó en algún lugar del Valle en la tierra de Moab.

¿Por qué no permitió Yehováh que el pueblo sepultara a su líder?  Muy probablemente porque siendo Yehováh conocedor de la naturaleza idólatra de los seres humanos, quiso prevenir que hubieran convertido el lugar en un centro de peregrinación y culto a Moshé. Por esto, Yehováh mismo se encargó de su sepultura. La carta de Judas en los Escritos Mesiánicos (Nuevo Testamento), nos informa que el arcángel Mikhaél (Miguel), contendió con Satanás por el cuerpo de Moshé! ¿Por qué? Muy probablemente Satanás buscó mostrar al pueblo el lugar donde yacía el cuerpo para promover allí la idolatría. De hecho hasta el presente nadie sabe dónde se halla tal tumba.

Es obvio que los capítulos finales del libro de Devarim no los escribió Moshé y es probable que Yahoshúa (Josué) su sucesor lo haya hecho; lo cierto es que desde Moshé nadie se levantó tan grande como él, hasta que llegó Yeshúa quien como sabemos, fue El Profeta anunciado a quien debemos Shemá (escuchar):  Deuteronomio 18:18-19

Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú (Moshé), y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que Yo le ordene. Y sucederá que cualquiera que no obedezca a mis palabras que él hablará en mi Nombre, Yo mismo le pediré cuentas de ello.

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