Los cristianos evangélicos de Francia expresan su malestar al ver cómo el gobierno nacional inflama la retórica contra sus iglesias.
El último episodio tiene que ver con las palabras del Ministro del Interior francés, Gérald Darmanin. En una entrevista concedida a la cadena de televisión C News, dijo: “Los evangélicos son un problema muy importante”, sólo para añadir: “obviamente no es un problema de la misma naturaleza que el islamismo que hace atentados y muertes”.
Un día antes, hablando de la controvertida ley contra el separatismo que se espera que se apruebe pronto, dijo a la emisora de radio France Inter: “No podemos discutir con gente que se niega a escribir en un papel que la ley de la República es superior a la ley de Dios”.
Ambas declaraciones del responsable de la seguridad nacional en Francia han causado consternación entre los líderes evangélicos. “Estamos esperando ansiosamente saber cuáles son estos ‘problemas muy importantes'”, escribió Tim Kyle, miembro de la junta directiva de Youth For Christ en Francia.
Romain Choisnet, director de comunicación del Consejo Nacional de Evangélicos de Francia (CNEF) también reaccionó subrayando que “los evangélicos son respetuosos con la ley y las autoridades republicanas”. Pero las iglesias evangélicas “no pueden ser utilizadas como argumento para defender el proyecto de ley liberticida”, protestó en referencia a la propuesta de ley para frenar el islamismo radical.
El CNEF ha denunciado a menudo que el cristianismo evangélico es injustamente culpado de conflictos sociopolíticos que no tienen nada que ver con las creencias y acciones de las iglesias evangélicas. “Francia no ganará nada en su lucha contra el separatismo islámico equiparando cristianismo e islamismo. El primero ha dado forma a esta nación que ha heredado la República, el segundo quiere sustituirla”, dijo el portavoz del CNEF.
Ya no es tiempo de “laicidad calmada”?
Nada más llegar a la presidencia de Francia en 2017, Emmanuel Macron dijo que “la expresión religiosa no debe ser reprimida en la esfera privada”, presentando una visión del laicismo (palabra que viene de laico) que los evangélicos calificaron entonces de positiva y de “laicidad calmada” (ser laicos calmados).
De hecho, las encuestas mostraban que Macron y su recién creado partido En Marche! habían sido los más votados entre los cristianos protestantes.
Pero ya entonces, el director de los servicios pastorales a los diputados del CENF, Thierry Le Gall, advirtió que la lucha en curso contra el islamismo radical no debía “tentar” al Gobierno a restringir la libertad religiosa en Francia.
Un nuevo escenario tras los atentados islamistas en 2020
Tras el atentado de octubre contra un profesor de secundaria por mostrar caricaturas de Mahoma, Francia ha redoblado sus esfuerzos para frenar el islamismo radical. La medida estrella de la ley antiseparatismo (oficialmente, “Ley de refuerzo del respeto a los principios de la República”) ha sido analizada con atención por varios grupos confesionales.
En enero, la Alianza Evangélica Francesa volvió a expresar su creciente preocupación por el hecho de que dicha ley se utilice para restringir la presencia de todos los grupos religiosos en la esfera pública, sin importar si sus ideas representan o no una amenaza para la convivencia.
La propuesta de ley podría establecer “nuevas limitaciones” a la “libertad de culto y al principio de libre asociación al culto”, afirma la CNEF. Piden al Gobierno que busque las soluciones “más constructivas posibles en aras del interés común, sin lanzar ninguna sospecha particular sobre los grupos religiosos y los creyentes”.
Entre las exigencias del organismo evangélico está que la ley “apunte con mayor precisión a las situaciones preocupantes relacionadas con los fondos procedentes del extranjero”, sin poner “obstáculos” a la “supervivencia de las pequeñas y medianas” iglesias.
Ministra Schiappa: “Los evangélicos piden certificados de virginidad”
Gérald Darmanin no es el único ministro del gobierno francés que ha atacado públicamente a los evangélicos sin pruebas en las últimas semanas.
El 10 de enero, la ministra de Ciudadanía, Marlène Schiappa, afirmó en el canal de televisión France 3 que “cada vez hay más familias influenciadas por las corrientes evangélicas de Estados Unidos, que piden, como en Estados Unidos, certificados de virginidad”.
Los evangélicos negaron enérgicamente esta acusación y pidieron a la ministra Schiappa que se disculpara por sus palabras.
Publicado originalmente en Evangelical Focus – reproducido con permiso.
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