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Bereshit 8:1-14 | Vayiskor

Parashá Trienal – Bereshit 8:1-14
Nombre de la Parashá – Vayiskor – Se acordó
Lecturas Complementarias: Habacuc 3:1-5 | Revelación (Apocalipsis) 1:9-20

¿SE HABIA OLVIDADO YEHOVÁH DE NOAJ?

Esta porción comienza en hebreo con la palabra Zajarrecordó. Lo cual nos conduce inmediatamente a la pregunta: ¿Acaso Yehováh se había olvidado de Noaj, su familia y las criaturas en el arca? Por supuesto que no. Ante la enorme devastación que acaba de suceder, es obvio que Su atención estaba en aquella embarcación que había servido para mantener su promesa hecha a la mujer, de traer salvación definitiva por medio de su descendencia.

La palabra zajar, era usada de manera común en el antiguo cercano oriente, para identificar lealtad a un pacto o promesa. Recordar un pacto, es demostrar fidelidad al mismo, mientras que olvidar un pacto es sinónimo de quebrantarlo. Así tenemos a Yehováh, manteniéndose fiel a su promesa y estando pendiente de guiar a Noaj en los siguientes pasos que debería dar.

Otras porciones donde esta palabra se usa en relación con los pactos son estas:

  • …oyó ;Elohim su gemido y recordó ‘Elohim su pacto con Avraham, Yitsjak y Ya`akov. Exodo 2.24
  • …Yo he escuchado el gemido de los hijos de Yisrael a quienes los mitstritas hacen servir, y he recordado mi pacto. Éxodo 6.5
  • Entonces Yo también recordaré mi pacto con Ya`akov, y también mi pacto con Yitsjak, y también con Avraham recordaré mi pacto, y me acordaré de la tierra. Levítico 26.42
  • ¡Por amor de tu Nombre, no deseches ni deshonres el trono de tu gloria! ¡Acuérdate, no anules tu Pacto con nosotros! Jeremías 14.21
  • Antes bien, Yo recordaré de mi Pacto que concerté contigo en los días de tu juventud, y estableceré contigo un pacto sempiterno. Ezequiel 16.60
  • Así dice Yehováh: Por tres transgresiones de Tiro, y por la cuarta, no lo revocaré: Porque entregaron multitudes a Edom y no recordaron el pacto fraternal… Amós 1.9

En todos estos casos, la palabra es usada como expresión de fidelidad a  un pacto y eso nos trae una importante aplicación: Tú y yo necesitamos hacer memoria constantemente de nuestra identidad, porque ella está íntimamente ligada con el Pacto que hicimos cuando retornamos a Yehováh nuestro Padre. Al igual que el hijo pródigo, quien al retornar a casa se sometió a su padre y dejó de hacer su voluntad, nosotros al “regresar”, pues nos habíamos apartado desde nuestros ancestros, lo hacemos con el claro propósito de seguir las reglas de Su casa y vivir así bajo Su protección. No es solo recordar las reglas o los mandamientos o la Toráh, con lo cual fácilmente caeríamos en la religiosidad; se trata de recordar nuestra identidad como hijos, no siervos, pertenecientes a la familia de la realeza de Yehováh, lo cual nos hace responsables de vivir conforme a su Instrucciones o Toráh.

El inicio de un nuevo comienzo

La imaginación nos queda corta para recrear los eventos descritos en estas porciones:

‘Elohim hizo pasar un viento sobre la tierra y las aguas decrecieron. Las fuentes del abismo y las compuertas de los cielos, fueron cerradas…

Frases como esta, ponen en evidencia que Yehováh tiene el control absoluto de la situación y de los elementos para llevar a cabo sus propósitos. Él es quien tiene control de los vientos, (no son el resultado del calentamiento global) y Él es quien abre y cierra las compuertas de los cielos y de los abismos; no deja de llamar la atención que el El arca se posó sobre las montañas en el día 17 del mes séptimo; es decir en los días en que posteriormente se celebrará la Fiesta de Sukot o Tabernáculos.

Pacientemente, Noaj espera y finalmente envía repetidamente una paloma, hasta que esta trae una rama de olivo en su pico, señal de había comenzado la restauración de la vegetación y se acercaba el tiempo de salir del arca. El que la paloma haya traído la “rama fresca de olivo”, puede interpretarse como la señal de Yehováh de que el juicio ha concluido y todo está en paz y listo para un nuevo comienzo.

Yehováh da la partida, y ordena a Noaj salir con su familia y con todos los animales. De nuevo la orden es: “Fructifíquense y multiplíquense sobre la tierra.” Es imposible dejar pasar desapercibida la fidelidad y la ternura de nuestro Padre con toda sus criaturas. Les da una segunda oportunidad con claras instrucciones; Yehováh desea que crezcamos y que prosperemos; que nos extendamos por la tierra y no que nos aglomeremos como ha sucedido, olvidando las instrucciones recibidas.

A continuación, lo primero que hace Noaj es reconocer la soberanía y fidelidad de ‘Elohim, construyendo un altar y ofreciendo sobre él holocausto con animales limpios. Recordemos que de estos traía siete parejas de cada uno; el resultado de tal sacrificio, es que Yehováh hace una promesa:

Y percibió Yehováh el aroma aplacador, y dijo Yehováh en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre, porque la inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud. No volveré, por tanto, a cortar a todo ser viviente como acabo de hacerlo. Durante todos los días de la tierra, no cesarán la siembra y la cosecha, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche. Génesis 8.21-22

Una última lección: Una vez pasadas las pruebas y dificultades, recordemos que las hemos superado gracias a la intervención de nuestro Padre. La tendencia cuando se resuelven los problemas, es a entretenernos con los resultados o a celebrar nuestra “buena suerte” o habilidades; con facilidad olvidamos a Quien ha estado en el control dándonos la victoria final. Así como Noaj no salió corriendo desesperado a construir una casa y a plantar un huerto, sino que antes de todo construyó un altar para adorar y agradecer, hagamos un alto, una pausa, después de resuelta una situación y busquemos a nuestro Padre para  expresarle nuestra gratitud y reconocimiento de su soberanía. Entonces las cosas seguramente irán mejor.

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