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Leyes Fundamentales de la Salud

En el libro “La química del Hombre” su autor Bernard Jensen, enumera lo que él considera las “Leyes Fundamentales de la Salud”. Él afirma:

Debemos regresar a Dios y a la naturaleza; esto es un retorno a nuestro verdadero yo. La naturaleza provee la sanidad; todo lo que necesita es una oportunidad “.

Para lograrlo, Jensen insta al lector a comprender los principios de una nutrición adecuada y una buena salud, estos son: 

  • Los elementos químicos que construyen nuestro cuerpo deben estar en forma bioquímica (productora de vida). Deben venir a nosotros como alimento, magnética y eléctricamente vivos, crecidos del polvo de la tierra.
  • La vida vegetal saludable requiere todos los elementos químicos en el orden correcto y equilibrado.
  • El animal que vive de la vida vegetal (incluidos los humanos) se moldea de acuerdo a la comida que come.
  • Nuestro cuerpo es un almacén de elementos químicos. Cada órgano tiende a usar un elemento químico específico más que otros de acuerdo con la ley del equilibrio y la proporción.
  • Con un conocimiento del funcionamiento de los elementos químicos dentro del cuerpo, podemos mirar a una persona y decirle de inmediato cuando carece de algún elemento químico. Cuando quemamos las reservas químicas específicas contenidas en nuestros órganos, producimos síntomas que indican estas deficiencias.
  • Cuando estamos enfermos, nos falta al menos un elemento químico. Tenemos que proveer lo que “debemos” al cuerpo. Cuando se lo proveemos la salud vuelve.
  • Cada síntoma es un signo de escasez química en el cuerpo. Cuando te sientes enfermo o incluso te ves enfermo, te faltan uno o más elementos químicos.
  • Obtener la salud, no es tomar “dos cucharadas” de alguna medicina para recuperarse inmediatamente; sin embargo, está en camino de recuperarse desde el momento en que comienza a llenar el cuerpo con los elementos químicos faltantes.
  • Se podría pensar que, debido a que “dos cucharadas” son buenas, entonces “cuatro cucharadas” serán aún mejor; pero no es así. La naturaleza construye una gota a la vez. Mas bien, lo que se necesita es tomar dos cucharadas todos los días durante seis meses; así es como se logra la recuperación.
  • Somos como una planta. Podemos mejorar, pero debemos tener los nutrientes adecuados y otras condiciones para crecer y prosperar. Tenemos que cuidar nuestro medio ambiente, y cuidarnos a nosotros mismos.
  • Cuando carecemos de cualquier elemento, carecemos de más de un elemento. No hay nadie a quien le haya faltado un solo elemento.
  • Los alimentos vegetarianos tienen una índice vibratorio (energía) que debe equilibrarse con un estilo de vida pacífico y sencillo.
  • Ninguna de las enfermedades vendrá si vives acorde a las leyes que te han sido dadas. Las leyes espirituales de la Creación son tan inviolables como las leyes físicas y naturales.

El Todopoderoso quiere que nosotros, sus hijos, vivamos en armonía con la Creación y que estemos sanos. Como dice 3 Juan 2 : “anhelo que en todas las cosas seas prosperado y tengas salud, así como prospera tu alma”. Al igual que cualquier padre amoroso, Él nos equipa con todo lo que necesitamos para lograrlo.

Si te rompes un hueso y requieres usar un yeso, ¿el yeso sana el hueso? No. El cuerpo se cura solo por dentro, al igual que se cura una herida que se puede ver por fuera. Si no tienes ningún problema en creer que tu cuerpo puede curarse por sí mismo de una cortadura o de un hueso quebrado, o incluso de la gripe o un resfriado, ¿por qué dudas de que puedes curarte de dolencias más graves? Tal vez sea porque los nombres de las enfermedades nos asustan. Considera, por ejemplo, la palabra “fibromialgia”. El término latino “fibro” significa tejido fibroso (tendones y ligamentos); “mialgia” se deriva del término griego “myos”, que significa músculos, y “algos”, que es otro término griego que significa dolor. En esencia, el término grandioso “fibromialgia” no significa más que dolor en los músculos, tendones y ligamentos.

Cualquier enfermedad es simplemente el mal funcionamiento de las células en un grado u otro, lo que significa que la raíz del problema es sistémico; es todo tu cuerpo reaccionando de una manera particular. Debemos dejar de estar obsesionados con los síntomas localizados y mirar el panorama general. Necesitamos preguntarnos: “¿Qué está pasando en el cuerpo a nivel sistémico y holístico, que está causando que ciertas células funcionen mal?”  Recuerda que el mal funcionamiento celular tiene dos causas: Toxicidad y deficiencia nutricional.

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