El real Monte Sinai

Shemot 32:15 -34:26 | Shené lujót

Parashá Trienal – Shemot (Éxodo) 32:15 – 34:26

Nombre de la Parashá: Shené lujót – Dos tablas

Lecturas Complementarias: 2 Samuel 22:10-51 | Romanos 9:1-33

Las Primeras Tablas

Y Moshé se volvió y descendió del monte llevando en su mano las dos tablas del testimonio, tablas escritas por ambos lados, escritas por un lado y por el otro. Y las tablas eran obra de Elohim, y la escritura era escritura de Elohim grabada sobre las tablas. Éxodo 32:15–16

¿Tablas del Testimonio? Sí. Las Tablas eran el testimonio del Pacto voluntario en el que Yisrael había entrado con Yehováh y habrían de estar convenientemente guardadas dentro del Arca, tal como hoy hacemos con un registro de notaría. Las había escrito ¡Yehováh mismo! Seguramente era escritura paleo-hebrea y un día, cuando sea revelada el Arca, podremos verificarlo.

Ruido de celebración

Y’hoshua (Josué), quien había estado esperando a Moshé a mitad de camino (no sabemos si durante los 40 días él tampoco descendió del monte), piensa que es sonido de batalla; él había liderado al pueblo en su batalla contra Amalek y quizás pensó que de nuevo había problemas. Moshé, conocedor de la verdad, desciende y al ver el becerro y el desorden del pueblo, arroja las tablas y las quiebra, siendo esta una señal del Pacto que el pueblo acaba de romper y que ha quedado cancelado.

La tradición hebrea ubica este suceso el día 17 del 4º mes del calendario de Yehováh, y en la actualidad se observa como un día de ayuno y lamentación. Zacarías 8:19 hace referencia a esta fecha.

Con el Pacto cancelado, ya no hay necesidad de construir el Arca y mucho menos el Tabernáculo. Así de grave fue el asunto. No fue “solo una fiestita”. ¡No! fue la provocación de un divorcio. En otras palabras, la boda fue cancelada antes de la consumación.

Afortunadamente, Moshé no se rindió, sino que posteriormente, como amigo del Novio, buscó la forma de restaurar el pacto.

Juicio: El resultado de la infidelidad

Aharon (Aarón), quien había quedado como responsable cuando Moshé subió al monte, no puso objeción a las peticiones y deseos del pueblo. Él debería haber sido firme ante las quejas por la demora de su hermano. Pero pudo más la presión del pueblo; y él, queriendo satisfacer los caprichos de Yisrael cedió haciendo lo incorrecto tal y como se lo declaró a Moshé:

…ellos me dijeron: haznos dioses… Y les dije: el que tenga oro, que se lo arranque. Y me lo dieron, lo eché al fuego y salió este becerro! VS 24

¿No parece esta, una defensa ingenua? Aparentemente, todo fue obra de magia. Aharon, da a entender que actuó inocentemente, y pareciera que ni sospechaba qué habría de salir del horno. ¡Cómo se parece ese argumento a los nuestros cuando nos metemos en problemas!

Y puesto de pie Moshé a la puerta del campamento, dijo: ¡El que esté por Yehováh, conmigo! Y se unieron a él todos los hijos de Leví. Él entonces les dijo: Así dice Yehováh, Elohim de Israel: Ponga cada cual su espada sobre el muslo. Pasad, recorred de puerta en puerta el campamento, y cada uno mate a su propio hermano, y cada uno a su propio compañero, y cada uno a su propio pariente. Y los hijos de Leví hicieron conforme al dicho de Moisés, y cayeron del pueblo aquel día como tres mil hombres. Y dijo Moshé: Hoy habéis dedicado vuestras manos a Yehováh, cada uno contra su hijo o contra su hermano, para que la bendición sea dada a vosotros. Éxodo 32:26–29

Aquél día, la tribu de Levi, Aharón incluido, se arrepintió y ejecutó el juicio contra los idólatras, consagrándose al servicio a Yehováh por su obediencia. Por esa razón fueron constituidos como la tribu sacerdotal y así un privilegio que correspondía a todas las tribus, quedó limitada a una sola: la Tribu de Levi.

¿Y qué de Aharon?

Seguramente, nos preguntamos: ¿Por qué Aharon no fue castigado? No se supone que el líder es quien tiene la responsabilidad y que en este caso él fue más culpable que el resto? A través del tiempo muchos se han preguntado esto mismo y hay muchas respuestas. Demos un vistazo a Deuteronomio 9:18-25.

Sí. Aharon estuvo a punto de ser severamente castigado, pero la intercesión de Moshé a su favor, lo libró. Solo diremos que al haber sido perdonado y luego de haber sido testigo del juicio y la plaga que sufrió el pueblo por su causa, debió convertirse en un hombre más humilde que valoró muy significativamente la misericordia y el perdón de Yehováh, características esenciales para ejercer un sacerdocio de manera apropiada.

Intercesión comprometida

Moshé asciende entonces a la presencia de Yehováh, y suplica por perdón para Israel; y lo hace de manera muy decidida y convincente, ¡arriesgando aun su propia vida! En esto vemos una gran similaridad con la obra de Yeshúa. Yehováh es claro en afirmar:

Al que haya pecado contra Mí, a este borraré de mi libro. Éxodo 32:33

¿Cuándo fue inscrito Moshé en el Libro? ¿A qué Libro se refiere?

Resulta muy interesante que en las Escrituras no se hace mención de cuándo el nombre de alguien es inscrito en el Libro (de la Vida), sin embargo si hay referencias a borrar el nombre del Libro o a no ser hallado en él.

Para un mayor entendimiento del tema, verifique los siguiente pasajes: Filipenses 4:3, Apocalipsis 3:5, 13:18, 17:8, 20:12, 20:15, 21:27, y 22:19.

Sube con “tu pueblo…”

El lenguaje utilizado por Yehováh continúa siendo de exclusión del pueblo:

Habló Yehováh a Moshé: Vé, sube de aquí, tú y el pueblo que hiciste subir de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Avraham, Yitsjak y Ya`akov, diciendo: La daré a tu descendencia. Y enviaré delante de ti mi Ángel, y expulsaré al cananeo, al amorreo, al heteo, al ferezeo, al gergeseo, al heveo y al jebuseo, y os guiaré a una tierra que fluye leche y miel. Pero Yo no subiré en medio tuyo, no sea que te consuma en el camino, pues eres un pueblo de dura cerviz. Éxodo 33:1–3

Ante esta declaración, Moshé clama entonces por la presencia de Yehováh para seguir adelante, como una señal de que Yisrael es apartado de los demás pueblos (33:16).

“De manera similar hemos de actuar nosotros. Necesitamos buscar la presencia de Yehováh cada día, encomendar nuestros caminos a Él y comportarnos como el pueblo escogido que somos, guardando sus instrucciones o mandamientos.”

"De manera similar hemos de actuar nosotros. Necesitamos buscar la presencia de Yehováh cada día, encomendar nuestros caminos a Él y comportarnos como el pueblo escogido que somos, guardando sus instrucciones o mandamientos."

Una aplicación práctica

El pacto con Yisrael, fue roto casi tan pronto como fue entregado; y así ante el anuncio de Yehováh de no acompañar al pueblo so pena de destruirlo, el pueblo se lamenta y les es ordenado “despojarse de sus ornamentos, adornos o atavíos”. Esta es una forma de expresar duelo y arrepentimiento por el pecado cometido. Existen algunos midrashim (enseñanzas contadas en forma de historia) al respecto, basados en el Salmo 82:6. Ver Juan 10:34-36

La Tienda de Reunión

Esta no es una referencia al Tabernáculo, pues este aún no había sido construido. Era simplemente una tienda, a la que acudían tanto Moshé, como Y’hoshua (Josué) y solo ellos dos tenían acceso a su interior. Quienes tuvieran necesidad de dirección o consejo, salían fuera del campamento a buscar a Moshé.

La Tienda era un lugar inferior al Tabernáculo, pero era allí donde descendía la Presencia de Yehováh y donde se manifestó varias veces.

Tiempo de negociación

Moshé reanuda su conversación con Yehováh, respecto al asunto de conducir al pueblo a su destino. Usa un argumento que es nuevo para nosotros: “Tú dijiste: Te conozco por nombre…” ¿Qué significa esto? ¿Acaso hay alguien a quien Yehováh no conozca? No tenemos registro de que Yehováh hubiese dicho esto a Moshé anteriormente; quizás se lo dijo cuando el evento de la zarza ardiente. Sin embargo esto nos trae a la mente el llamamiento de Jeremías (1:5), donde Yehováh le dice: Antes que te formara en el vientre, te conocí…. Lo cierto es que esta expresión usada primero por Moshé y posteriormente por Yehováh en el verso 17, nos revela que la relación de ellos era bastante íntima, por así decirlo; y esto se revela en los diferentes diálogo que mantienen los dos en diversas circunstancias. 

13 Ahora, por favor, si es realmente cierto que he hallado gracia ante tus ojos, muéstrame tus caminos; así te comprenderé y seguiré hallando gracia ante tus ojos. Además, sigue considerando a esta nación como tu pueblo”. 14 Él respondió: “Tranquilízate; en definitiva, mi presencia irá contigo“. 15 Moshé replicó: “Si tu presencia no va con nosotros, no nos hagas seguir adelante desde aquí”. Éxodo 33:13-15 (Versión Complete Jewish Bible)

Yehováh le promete a Moshé acompañarlo a él, no a Israel, pues el Pacto está roto. Yehováh cumplirá su promesa de entregar la tierra conforme les prometió a los patriarcas, pero Israel ya no es Su pueblo. 

Moshé insiste, argumenta y “persuade” a Yehováh y el capítulo termina con la descripción de lo que sucederá cuando Yehováh le haga una manifestación particular a su siervo.

Las Segundas Tablas

Pero posteriormente, Yehováh le dice a Moshé, que prepare otras tablas de piedra en las que de nuevo, Yehováh escribirá las Diez Palabras. Es como si Yehováh hubiera dicho: “Yo hice todo de mi parte la primera vez y me fallaste; si deseas realmente renovar el pacto conmigo, demuéstramelo preparando tú las Tablas en representación del pueblo”.

Como en la primera ocasión, nadie debería estar en el Monte. Entonces, Yehováh descendió, y a diferencia de la primera vez, ahora “pasa” por delante de Moshé proclamando su Nombre y algunos de sus atributos. Moshé por su parte se humilla implorando perdón y finalmente Yehováh acepta renovar el Pacto:

Dijo: “Aquí estoy haciendo un pacto; delante de todo tu pueblo haré maravillas como no se han creado en ningún lugar de la tierra ni en ninguna nación. Todos los pueblos que te rodean verán la obra de Yehováh. ¡Lo que voy a hacer a través de ti será impresionante! Éxodo 34:10

Los versos siguientes son instrucciones claras y precisas de lo que el pueblo deberá hacer al entrar en la Tierra Prometida. Y en contraste con las instrucciones de Éxodo 21al 23 ahora hay un énfasis mayor en evitar la idolatría, destruyendo todo lo que les pudiera inducir a ella y evitando mezclarse con la gente de los pueblos que van a destruir. Hay una mención resumida de las Fiestas de Yehováh, para enfatizar que estas celebraciones son prueba de estar en el Pacto, concluye con la advertencia de no participar en ceremonias paganas de fertilidad:

La primicia de los primeros frutos de tu tierra llevarás a la Casa de Yehováh tu Elohim. No cocerás el cabrito en la leche de su madre. Éxodo 34:26

¿Está bien ser “celoso”?

Observemos que Yehováh es celoso. Pero sus celos no son del estilo de los nuestros. Cuando nos ordena no hacer alianza con los pueblos de la tierra, es para evitar que nos contaminemos y aprendamos las costumbres de ellos porque nos conducirán de nuevo a la esclavitud. Es decir no son celos restrictivos y controladores sino celos que protegen. El Ruaj (Espíritu) de Yehováh nos anhela celosamente. Porque Yeshúa pagó un alto costo por nuestra redención y necesitamos entender que, más que su pueblo, ahora somos sus hijos; no simplemente siervos, sino Su familia, razones por las cuales debemos mantener nuestra identidad y testimonio limpio y sin contaminación.

Déjanos tu comentario