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La vida comienza con… ¡La Vida!

“La vida engendra vida”. Esta es la sencilla definición de biogénesis, la cual estudia la producción de organismos nuevos y vivos. Louis Pasteur en el siglo XIX demostró que los organismos vivos son necesarios para crear organismos similares; en lugar de engendrarse a partir de materia inerte, que era la hipótesis que se había planteado anteriormente. En otras palabras, los seres vivos proporcionan vida a otros seres vivos; las cosas muertas no pueden dar vida a los seres vivos.

Por ejemplo, se necesita una madre viva para dar a luz a un bebé vivo. Irónicamente, la mayoría de nosotros no pensamos en este principio de “la vida engendra vida” cuando se trata de lo que comemos, pero la comida viva (cruda, entera, basada en plantas), es la manera ideal de proporcionar “vida” a nuestros cuerpos. La fuerza vital en cada planta viva y cruda posee una carga única de enzimas, fitonutrientes, minerales y otros nutrientes. Esta carga brinda un patrón de energía que transfiere la energía viva de la planta al cuerpo humano cuando se consume. Sin embargo, la cocción destruye el patrón de energía de la planta, lo que la hace menos efectiva y menos beneficiosa.

Ahora, eso no significa que los alimentos cocinados sean inútiles para el cuerpo humano. Es cierto que los alimentos cocinados carecen de enzimas vivas, pero el consumo de una cantidad moderada de alimentos cocidos no es algo malo. De hecho, puede ser bastante beneficioso. Ciertos fitoquímicos, como el licopeno y los carotenoides, son activados por el proceso de cocción; además, algunas proteínas y almidones están más disponibles en los alimentos cocidos. Sin embargo, la cocción destruye un porcentaje significativo de los nutrientes de un alimento crudo, como la vitamina C, junto con TODAS las enzimas (ninguna enzima puede sobrevivir cuando se calienta a más de 122 ° F o 50 ° C). 

Por otro lado, comer ÚNICAMENTE alimentos crudos a base de plantas tiende a limitar la elección de alimentos. El Dr. Joel Fuhrman, un conocido defensor de una dieta principalmente cruda a base de plantas, comenta:

“Excluir todas las verduras y sopas al vapor de su dieta reduce la diversidad de nutrientes de su dieta y tiene una tendencia a reducir el porcentaje. de calorías provenientes de vegetales, en favor de los frutos secos y las frutas, que son más bajos en nutrientes por caloría.

Sin embargo, el hecho es que los alimentos crudos son, en muchos aspectos, superiores, ya que tienen sus propias enzimas (fuerza vital); cada fruta, verdura, nuez o semilla sin cocer, contiene enzimas que digieren los alimentos en los que están contenidas. Los alimentos cocidos (y los procesados) carecen de enzimas y, por lo tanto, dependen de las enzimas pancreáticas propias de su cuerpo para la digestión. Cuanto más tenga tu cuerpo que generar sus propias enzimas, más se estresará.

La conclusiones son obvias: 

  • Es mejor para tu cuerpo recibir más alimentos vivos. De hecho, si ingieres suficientes alimentos vivos (es decir, crudos) para abordar las deficiencias y al mismo tiempo deshacerte de las toxinas, puedes cambiar la marea de los síntomas de la enfermedad. Los síntomas del cáncer, por ejemplo, pueden desaparecer y en efecto, desaparecen de esta manera. Los síntomas de las arterias obstruidas desaparecen de esta manera. Los síntomas de depósitos dolorosos en las articulaciones y los huesos se disuelven de esta manera. Incluso los síntomas de trastornos emocionales y neurológicos pueden reducirse o incluso detenerse por completo. Todo lo que tienes que hacer es proporcionar al cuerpo lo que necesita para hacer su trabajo.
  • Como seres humanos nos alimentamos de plantas y animales que ya llevan en su organismo la transferencia de la energía del sol.  La energía del sol es proporcionada a través de radiaciones que se dispersan por la atmósfera.  Las plantas obtienen la energía solar y mediante la fotosíntesis la convierten en alimentos almacenados como carbohidratos. Ellas son las que aprovechan totalmente esta energía que luego es transmitida a los diferentes ecosistemas a través de la cadena alimentaria. 
  • En la medida que obtenemos nuestra comida más directamente de la fuente que la produce, contendrá más intacta la nutrición que estamos necesitando. Esto quiere decir, plantas recién cosechadas y animales recién sacrificados; pero nuestra modernidad ha puesto a nuestro alcance muchos adelantos que nos han traído otras comodidades pero a un muy alto costo: la pérdida de factores esenciales de vida dados por el Creador, de los que hasta ahora estamos entendiendo su importancia.
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