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Éxodo 21:1 – 24:18 | Mishpatím

Parashá Anual – Éxodo 21:1 – 24:18

Nombre de la Parashá: Mishpatim – Estatutos

Lecturas Complementarias: Jeremías 34:8-22, 33:25-26 | Mateo 26:20-30

La Ley Real*

* Antes de todo, es importante entender que la expresión “La Ley Real” se refiere a la Ley del Rey o del Reino, es decir que pertenece a la Realeza de Yehováh.

En el capítulo 20, nuestro Padre Yehováh personalmente ha dado sus Mandamientos los cuales constituyen un resumen de la Ley del Reino o de la Ley Real – La Ley del Rey. A continuación en estos capítulos, Yehováh entrega ordenanzas por medio de Moshé, es decir instrucciones detalladas que son una ampliación de La Ley Real.

Otro detalle importante a tener en mente, es que esta Ley Real está siendo entregada ANTES del suceso del becerro de oro, de lo cual hablaremos llegado su momento.

​Yehováh nos instruye respecto a las relaciones sociales

Lo primero que notamos es que Yehováh quiere involucrarse en las relaciones interpersonales de su pueblo.

La traducción al español de la palabra hebrea עֶבֶד –‘ebed – debiera ser: “siervo” y no esclavo como aparece en algunas versiones. Yehováh no aprueba la esclavitud y mucho menos el trato cruel y despiadado. Las instrucciones presentes aquí demandan cuidado y trato compasivo para quienes están a nuestro servicio.

Los yisraelitas entonces, deberían ser muy sensibles a ésta condición, puesto que acababan de ser liberados de la esclavitud en Mitsrayim (Egipto). Igualmente se les ordena tener a los siervos por un tiempo limitado solamente, dándoles la oportunidad de obtener su libertad y hacer sus vidas.

El verso 7 del capítulo 21, hace referencia a un hija que es entregada como esposa, ya que la palabra hebrea מָכַר  – makar, además de vender puede significar “ser dado” o entregado para posesión. El pasaje da a entender que un padre de familia habría obtenido una esposa para uno de sus hijos, para lo cual era costumbre pagar una “dote”; pero si ella “no agradara a su señor (al que había sido destinada)…” podría ser rescatada o dejada en libertad de su compromiso. Esto muestra que la muchacha no había sido adquirida como “esclava”, en cuyo caso su dueño hubiera podido disponer de ella como hubiese querido según las costumbres.

¿Simplemente Matar? ¿o asesinar?

Los versos 12 al 16 del capítulo 21 son una ampliación del Sexto Mandamiento, que ordena: No Asesinarás. Asesinar es diferente de simplemente dar muerte a alguien. El asesinato presupone un plan premeditado, no importa cuál fuere la motivación. No así en el caso de dar muerte a alguien por accidente, o por motivos de guerra o aún por defensa personal. Cuando Yehováh ordena a los ejércitos de Yisrael invadir una ciudad y dar muerte a todos sus habitantes, tal acción no constituye asesinato, pues los soldados no tienen nada “personal” contra los individuos que están ejecutando. Ellos están actuando como verdugos que llevan a cabo el veredicto del Juez Justo.

Riñas personales

Puesto que el recién entregado Quinto Mandamiento: Honrar a padre y madre, obviamente involucra no golpearlos ni maldecirlos, los versos 15 y 17, parecieran hacer referencia al respeto que se debe a los padres de aquéllos que se hallan involucrados en una riña o pelea y no a los propios padres.

El versículo 16 que habla explícitamente del secuestro, se halla en medio de tales versos mostrándonos que esa es otra acción que pudiera ser usada como represalia en una pelea. ¿Podría una de las partes involucradas en una disputa, querer ofender o golpear incluso a los padres del otro?

En la actualidad existen agresiones verbales, cuando el uno hace mención de la madre del otro de manera deshonrosa; ¿podría el agresor desear secuestrar un familiar del agredido para tomar venganza en el proceso de la disputa? Quizás. Lo cierto es que los versos posteriores 18-27 continúan hablando de asuntos colaterales a las riñas personales, por lo cual no tiene sentido que los versos 15 y 17 sean considerados como una ampliación del Quinto Mandamiento.

Responsabilidades comunitarias 

Luego de salir de Mitsrayim, nuestros padres tuvieron que aprender a vivir en libertad. Eso significaba asumir responsabilidad para conocer sus propios límites como individuos y los de todos aquellos alrededor. Observa bien que Yehováh no está describiendo los DERECHOS que todos tendrán, sino más bien sus DEBERES y responsabilidades. Es lo que hallamos en los versos restantes del Capítulo 21 hasta el 23:9.

La Solución de Yehováh al problema de los pobres (Welfare)

En el verso 23:10 se menciona el sistema que nuestro Padre Yehováh establece para asistir a quienes están en necesidad: se les debería permitir alimentarse de los campos libremente durante el séptimo año cuando la tierra debería descansar. Claro está que durante el transcurso de los otros seis años les era permitido tomar de los campos lo que pudieran agarrar con sus manos al pasar por ellos, pero el año de jubileo era especial y no había límites para lo que pudieran recoger.

Si este mandamiento se aplicara en el presente, el Estado no tendría que hacerse responsable del bienestar o “welfare” de los necesitados, lo cual se ha convertido en una carga terrible para los gobiernos de los países desarrollados.

Las Fiestas de Yehováh

Los versos 23:12-19 son la primera referencia formal a las Fiestas Solemnes de Yehováh. Posteriormente serán detalladas, pero es de suma importancia ser conscientes de que son dadas antes del pecado del becerro de oro y forman parte de la Ley Real. El propósito de estas celebraciones es preparar a su pueblo para reconocer al Mesías cuando venga. Así las Fiestas de la Primavera: Panes Sin Levadura y Pentecostés, eran una sombra o ensayo (mikra en hebreo) de lo que sucedería cuando el Mesías apareciera por primera vez. Mientras que las Fiestas de Otoño: Trompetas, Día de la Expiación y Fiesta de los Tabernáculos, son una sombra o ensayo de la Segunda Venida de Yeshúa.

Actualmente, cuando celebramos las Fiestas de Primavera, estamos haciendo memoria de la primera venida del Mesías y de su obra a favor de nosotros. Y cuando celebramos las Fiestas de Otoño estamos proclamando nuestra confianza en su Segunda Venida.

Para una información detallada sobre cada una de las Fiestas y cómo celebrarlas, te invitamos a revisar los artículos respectivos bajo el menú: TemasDiversos: Las Fiestas de Yehováh.

Capítulo 24

Ver en esta Parashá el tema: Una Boda con Pacto de Sangre

Aplicación Práctica

DEBERES ANTES QUE DERECHOS

Las instrucciones que recibimos de Yehováh nuestro Padre, nos motivan a mirar por las necesidades de los demás, antes que a proteger las nuestras.

Esta filosofía riñe con la del mundo presente, donde el énfasis permanente es la exigencia del respeto de “nuestros derechos” hasta llegar al punto de ignorar totalmente nuestros deberes u obligaciones.

Conforme avanzamos en la lectura de la Toráh, notarás que en ninguna parte, Yehováh nuestro Padre nos instruye para adoptar tal posición; por lo contrario, siempre estará recordándonos la importancia de tomar cuidado de quienes nos rodean: padres, familia, amigos, etc., que puedan hallarse en necesidad.

El máximo ejemplo nos lo dio Yeshúa quien no estimó el ser igual a Yehováh, sino que se despojó de todo para hacerse igual a nosotros y descendió más aún entregando su vida para rescatar la nuestra. Si Yeshúa  hubiera exigido sus derechos ¿dónde estaríamos tú y yo?

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