Asteroide

Profetas Contemporáneos… ¿Se les puede creer?

¿Lo sabías? Desde hace algunos años ha habido un sinnúmero de profetas, hombres y mujeres, que afirman haber tenido visiones y sueños para advertirnos de sucesos catastróficos que están por suceder en nuestro planeta.

Lo cierto es que YHVH no hace nada, sin antes avisar a Su pueblo, por medio de sus profetas, los juicios justos que envía como resultado de haber abandonado sus Caminos:

¿Sucederá alguna desgracia en la ciudad sin que YHVH la haya enviado? Así, Adonay YHVH no hará nada sin revelar su plan a sus siervos los profetas. Amós 3:6-7

Entonces, es lícito preguntarnos si se les puede creer a quienes, en el presente, reclaman ser profetas del Eterno.  La Toráh nos da una guía clara al respecto:

El profeta que tenga la presunción de hablar en mi Nombre palabra que Yo no le haya mandado decir, o que hable en nombre de otros dioses, el tal profeta morirá. Y si preguntas en tu corazón: ¿Cómo podremos conocer la palabra que no ha hablado YHVH? Cuando el profeta hable en nombre de YHVH, y lo que dijo no suceda ni se verifique, es palabra que no ha hablado YHVH. Con presunción la habló el tal profeta, no tengas temor de él. 
Deuteronomio 18:20–22

Pero entonces enfrentamos un grave problema; porque como YHVH nunca da las fechas exactas de los juicios que enviará, (mucho menos haciendo uso del calendario pagano solar), tenemos que esperar a ver qué sucede con el anuncio, y solo entonces podremos juzgar si el profeta era falso o no. Si no se cumple, no hay problema. Pero si realmente fue enviado por YHVH y no le atendimos, enderezando nuestros caminos y haciendo todo aquello que sabiamente un hijo de YHVH debe hacer, será demasiado tarde para tratar de hacerlo y ya no habrá tiempo ni de arrepentimiento, ni de preparación física.

¿Por qué YHVH nunca da fechas de sus juicios? La razón es obvia, los seres humanos tendemos a arreglarlo todo a última hora, y Él desea que nuestras decisiones sean sinceras y no motivadas por la conveniencia. Si hubiese una fecha exacta, es muy probable  que aquellos de perverso corazón dirían: “la víspera del juicio, me arrepiento y mientras tanto puedo hacer lo que me venga en gana”. ¡No! Así no funcionan las cosas.

En las Escrituras hay muchos de ejemplos de juicios enviados por YHVH, que cuando fueron advertidos, tenían el propósito de hacer entrar a su pueblo en razón, a tiempo. Pero casi todas las veces, con pequeñas excepciones como el caso de Nínive, la gente optó por desatender los llamados; y así cuando el juicio llegó les alcanzó y ya no hubo tiempo para la misericordia.

Al presente hay varias voces procedentes de diferentes lugares del planeta, advirtiendo sobre un juicio que viene: Un asteroide que impactará en la zona del Mar Caribe, entre Puerto Rico y las costas de Estados Unidos.

Hay quienes se atreven a dar fechas, lo cual resulta muy arriesgado, porque de no cumplirse estas, la credibilidad del anuncio se pierde. Pero hay quienes lo vaticinan como algo en el futuro cercano. ¿Qué tan cercano? dos meses, un año, cinco años… nadie lo sabe con certeza. Lo cierto es que debemos tener en mente que la escala del tiempo en nuestra mente difiere en gran manera de la escala de tiempo en la mente de YHVH:

…amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 
2 Pedro 3:8

Así también cuando Yeshúa dijo: “vengo pronto” es evidente que no se refería a la semana siguiente, pues han pasado casi dos mil años y aún le esperamos.

Entonces, sea que tal suceso, hablo del asteroide, se registre durante el transcurso de nuestra vida o no, la advertencia es un llamado para enderezar nuestros caminos, poner las cosas en orden, sanear las relaciones, sensibilizarnos a la voz de YHVH nuestro Padre, dejar de jugar a la religión, entrar en la obediencia a Su Palabra (Toráh) y vivir como si cada día fuera el último de nuestra vida; al fin y al cabo, esta noche o esta semana o este mes, podríamos ser llamados por YHVH a rendir cuentas y aunque no haya asteroide, tendremos que dejar este mundo!

La comunidad científica no es extraña a este suceso y hay diferentes rumores respecto de Nibiru, el Planeta X, etc., que salen a la luz cuando tratamos de investigar sobre este asunto en la Internet.

Lo cierto es, que quienes hemos puesto nuestra confianza en Yeshúa, debemos estar viviendo como El nos modeló: obedeciendo su Toráh; y solo así podremos estar seguros de que YHVH nuestro Padre tomará cuidado de nosotros, porque esa es su promesa para quienes obedecemos sus Mandamientos. 

No podemos ignorar que en el libro del Apocalipsis, Yeshúa nos hace un anuncio y una promesa en el mensaje a la Asamblea de Filadelfia:

Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, Yo también te guardaré de la hora de prueba que está a punto de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran en la tierra. 
Apocalipsis 3:10

Esta hora de prueba, no es parte de la tribulación ni de los juicios de YHVH; es simplemente eso: una prueba que afectará a todos los que moramos en la tierra! Y quizás sea esto lo que YHVH utilizará para despertar a la “iglesia” tibia y contaminada del presente. ¿Será el evento del asteroide?

Esta información no es para crear pánico. Es para prepararse dentro de lo que nos compete como seres humanos mortales y además limitados.

Al igual que hicieron Noaj respecto del Diluvio, Yosef respecto del hambre en Mitsráyim, Moshé y nuestros ancestros antes de la salida de la esclavitud, nosotros estamos llamados a ser sabios y estar preparados para cualquier emergencia, máxime cuando vemos lo que está sucediendo en el planeta: Terremotos, inundaciones, tifones, huracanes, incendios forestales, muerte de millones de animales acuáticos, epidemias con una frecuencia inusual y en proporciones asombrosas.

¿Qué hacer entonces?

Empecemos con una auditoría de nuestra propia vida: ¿Cómo está nuestra relación con YHVH? ¿Realmente le conocemos y podemos discernir su voz? ¿Qué tan limpia es nuestra vida? ¿Nos podemos considerar realmente apartados y estamos viviendo según las Instrucciones de nuestro Padre y de Yeshúa? ¿Cómo están nuestra relaciones interpersonales? ¿Debemos algo? ¿Qué de nuestro carácter debe ser corregido? ¿Necesitamos perdonar o pedir perdón?

Lo cierto es que no podemos caer en la categoría de los “burladores” argumentando que “nada va a pasar”, porque precisamente eso dice la Escritura que dirán los necios al final de los tiempos:

En los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? ¡Pues desde que durmieron los padres todo permanece igual desde el principio de la creación! 
2 Pedro 3:3-4

Una vez puesta en orden nuestra relación con nuestro Padre y con quienes nos rodean, es tiempo de preparar un kit de emergencia, tal y como recientemente recomendó el presidente Obama en un discurso reciente.  Esto es algo de lo que podamos echar mano de manera rápida, como un morral, que ya esté listo con una linterna, baterías, agua, algo de comida, una brújula, un silbato (pito), radio a baterías, fósforos, mapas locales, mudas de ropa interior (por lo menos), papel higiénico y primeros auxilios, entre otras cosas.

Un detalle muy importante, es elaborar un plan con los miembros de tu familia cercana, para saber dónde se encontrarían en caso de que un desastre suceda cuando no estén juntos.

Por supuesto, no sobra tener en casa comida extra para varios días o semanas si es posible, al igual que agua suficiente para cada persona por varios días, velas, gas para cocinar… etc.

Sin embargo este tipo de preparación no es nuestra seguridad; lo es, la promesa de ser guardados por nuestro Padre.

Por lo último, procura enterarte de lo que está sucediendo el mundo, y no te limites exclusivamente a los noticieros convencionales, porque estos no son para nada confiables. 

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