Parashá Trienal – Shemot (Éxodo 1:1 – 2:25
Nombre de la Parashá: Shemot – Los nombres
Lecturas Complementarias: Isaías 27:6-13 | Romanos 16:1-2 y Hebreos 11:23
Shemot significa: “nombres”, y es la primera palabra de este rollo de la Toráh, en referencia a las setenta personas que entraron en Mitsrayim (Egipto) cuando Ya`akov descendió a ese lugar. Con el paso del tiempo, Yosef murió al igual que todos sus hermanos y toda esa generación; sin embargo el libro se ha de desarrollar narrando el cumplimiento de la promesa que Yehováh había hecho a Avraham, Yitsjak y Ya`akov.
Las generaciones que habrían de ser las protagonistas del Éxodo, apenas comenzaron a nacer junto con Moshé, pues la salida de Mitsrayim solo tendrá lugar cuando este último cumpla 80 años.
Para estas generaciones, es posible que las historias que sus padres les narraron acerca de sus ancestros los patriarcas, sonaran solamente como una fábula; pues su realidad diaria era el sufrimiento a causa de una amarga esclavitud, y no parecía haber una esperanza de salir de ella. Seguramente se preguntaban: ¿Acaso en realidad existe una tierra que fluye leche y miel que heredaremos algún día?
Lo cierto es que la promesa de Yehováh estaba a punto de iniciar su cumplimiento; pero como en todo proceso, Él se tomaría el tiempo necesario para formar a la persona adecuada que lideraría el Éxodo y para situar a los individuos y las circunstancias que provocarían el clímax que daría lugar al cumplimiento de su propósito.
Una Gran Nación
Pero los hijos de Israel fueron fecundos y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra. Éxodo 1.7
Seguramente habremos escuchado que la población estimada de la gente que salió de Mitsrayim fue de entre dos y tres millones. Pero… ¿era esto posible? ¿era necesario que el pueblo fuera tan numeroso para los milagros de Yehováh se justificaran? Pensemos un poco al respecto.
Desde que descendieron a Mitsrayim, habían transcurrido tan solo 4 o 5 generaciones. Según los nombres de familias registradas, hallamos que algunas de ellas tuvieron solo dos o tres hijos; sin embargo siendo generosos y considerando que cada pareja hubiera tenido al menos seis hijos en promedio en cada generación, ¡con dificultad llegaríamos a 100.000 personas! Cifra que de todas maneras ya debiera ser considerada numerosa para una travesía por el desierto bajo el liderazgo de un hombre, y que absolutamente en nada menoscabaría la grandeza de las señales y portentos realizados por Yehováh a favor de su pueblo. Después de todo, el mar fue abierto, así ellos hubieran sido 5.000 o 2.000.000. Para una discusión más amplia de este asunto, sugerimos que leas el tema: ¿Cuántos fueron los que salieron de Egipto realmente?
Un Nuevo Gobierno
Al concluir el libro de Bereshit (Génesis), notamos que para el tiempo que murió Yosef, ya las condiciones del pueblo habían comenzado a cambiar. Ahora se nos dice claramente:
Entonces se levantó en Egipto otro rey, que no conocía a Yosef,
Exodo 1.8
La Toráh no nos explica de manera precisa, qué motivó ese cambio. Se infiere que hubo un cambio de dinastía, y que los nuevos gobernantes no tenían por qué reconocer a los israelitas como la élite privilegiada que había sido. En lugar de esto, los consideraron como una amenaza y el Paroh (faraón) desarrolló un plan para no perder el control sobre ellos:
- Afligirlos con grandes trabajos.
- Instruir a las parteras o comadronas hebreas para dar muerte a los nacidos varones.
- Ordenar tanto a los mitsritas (egipcios) y como a los yisraelitas, arrojar al río a sus varones recién nacidos.
Pero las parteras tuvieron temor de Ha-’Elohim, y no hicieron conforme a lo que el rey de Mitsrayim les había ordenado, sino que dejaron vivir a los niños. Exodo 1.17
¿Qué significa tener “temor de Ha-‘Elohim“? ?Se trata acaso de un miedo irracional? No. Aquí hablamos de un respeto hacia el ‘Elohim poderoso y justo, a quien no podemos engañar y ante quien no existen argumentos suficientes para justificar la maldad y el pecado, porque Él retribuye con justicia perfecta a los hombres. Así las parteras desobedecieron al faraón antes que pasar por alto los mandamientos de Yehováh.
Hoy cuando vemos que los legisladores de los países más “adelantados” (civilizados ??), crean leyes para dar muerte a los niños abortándolos aún hasta el momento del nacimiento, tenemos que avergonzarnos antes nuestro Creador y Padre porque somos parte de esta generación que “no tiene temor de ‘Elohim” y lo demuestra despreciando la vida.
La Toráh afirma que la orden de arrojar los niños al río fue para todo el pueblo, lo cual nos permite suponer que aún los niños mitsritas estaban incluidos; pero…¿por qué?
Una tradición judía afirma que los magos de Mitsrayim habían visto una señal en los cielos, presagiando el nacimiento de un libertador para los hebreos; ellos no sabían si tal personaje sería mitsrita (egipcio) o hebreo y así se lo hicieron saber al faraón, informándole también que la madre del niño ya estaba embarazada, lo que le motivó a dar la orden para asegurarse de que no naciera tal persona. ¿Te recuerda esto otra escena similar?
El evangelio según Mateo nos narra algo muy parecido respecto al nacimiento de Yeshúa; teniendo al rey Herodes como el equivalente a faraón y a los hombres que vinieron de oriente, similares a los astrólogos de Mitsrayim. Así vemos que el asesinato de los niños para evitar el nacimiento del libertador del Éxodo, tiene su paralelo en el asesinato de los niños de la villa de Belén.
Mujeres Valerosas y Desafiantes
Los primeros dos capítulos nos dejan ver dos tipos de mujeres que fueron lo suficientemente valientes como para desafiar las órdenes del faraón: las parteras de las cuales hablamos anteriormente, y ahora tenemos a la propia hija del rey. Esta, a pesar de la orden de su padre, halló al niño en la cesta y lo adoptó dándole el nombre de Moshé, palabra que en hebreo significa “sacado de las aguas”, pero… ¿acaso la princesa hablaba hebreo? ¿o tendría interés en ponerle un nombre hebreo? El significado de Moshé en lengua egipcia es “hijo” o hijito, palabra que a oídos hebreos suena como “sacado de”.
Algo similar sucede con el nombre de Miryam. En hebreo significa: amargura pero en egipcio significa: amada, nombre que unos padres que habitaban en Mitsrayim, hubieran deseado poner a su hija.
La Juventud de Moshé
Con la vida de Moshé sucede algo muy similar a la vida de Yeshúa. Las Escrituras no nos mencionan nada de la juventud de ellos. En el caso de Moshé, Esteban, el primer mártir de los seguidores de Yeshúa, hace una narración que incluye muchos datos que no aparecen la Toráh, pero que proceden de libros como el de Yashar:
Y Moshé fue instruido en toda sabiduría de los mitsritas, y era poderoso en sus palabras y en hechos. Hechos 7.22
Al leer esta porción, nos extraña la justificación que Moshé presentará a Yehováh ante el llamamiento que le hizo, cuando le dijo: Nunca he sido hombre de fácil palabra; pero de esto hablaremos más adelante.
Moshé hace un primer intento de intervenir en los asuntos de su pueblo, cuando sale a ellos y ve que un mitsrita maltrata a un hebreo; le da muerte al agresor y esconde su cuerpo. Al siguiente día al llamar la atención de dos hebreos que pleiteaban, el pueblo lo rechaza diciéndole: ¿quién te ha puesto como juez entre nosotros?
De manera similar Yeshúa, el Profeta enviado por Yehováh para ser juez sobre Yisrael, sería rechazado, a lo cual hace alusión Esteban en el capítulo 7 del libro de los Hechos, el cual te recomendamos leer atentamente para hallar otras similitudes entre Moshé y Yeshúa el Mesías.
¿Temió Moshé de la ira del faraón? Éxodo 2.14 nos dice que Moshé tuvo temor y huyó; sin embargo el libro a los hebreos dice:
Moshé… por fe dejó Egipto, no temiendo la ira del rey, y se sostuvo como viendo al Invisible. Hebreos 11.27
Entonces ¿qué sucedió realmente? ¿A qué temió Moshé? La explicación de nuestros hermanos de Yahudáh, es que Moshé no temió a faraón sino al hecho de que sus hermanos israelitas no estaban listos para una liberación. El pasaje dice:
Entonces Moshé tuvo temor y dijo: ¡Ciertamente el asunto ha sido descubierto! Exodo 2.14
Esta es una de las porciones que nos llevan a confrontar lo que dice la Toráh y lo que dicen los escritos del Brit Hadashá o Nuevo Testamento. No significa que haya una contradicción necesariamente; más bien son una invitación a la reflexión y a evaluar con un corazón sincero delante de Yehováh, cómo interpretar dicho pasaje.
Moshé en Madián