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Deuteronomio 21:10 – 25:19 | Ki Tetze

Parashá Anual – Deuteronomio 21:10 – 25:19 

Nombre de la Parashá: Ki tetze – Cuando salgas

Lecturas Complementarias: Isaías 54:1-10 | Mateo 24:29-42

La tradición hebrea identifica que por lo menos 74 de los 613 mandamientos contenidos en la Toráh, son comentados en ésta porción de lectura, tratando aspectos relacionados con la ética de la guerra, la vida familiar, la sepultura de los muertos, leyes sobre la propiedad, el trato humano a los animales, prácticas laborales justas y la manera de realizar transacciones apropiadas en la Tierra Prometida. Por razones obvias no los comentaremos todos, pero les animo a ir a través de la lectura con atención pues hay muchas aplicaciones y perlas escondidas que nos ayudarán a forjar un mejor carácter.

Deuteronomio 21:10-14

Yehováh da claras instrucciones de respeto a la vida de las mujeres capturadas. Se les debería dar un tiempo para que guardaran el luto por la pérdida de sus familias y luego podrían convertirse en esposas, mas no en esclavas. Esto marca un contraste abismal con lo que sucede aún en el presente, cuando soldados o militantes de grupos armados toman una población y violan a las mujeres antes de darles muerte o de dejarlas abandonadas a su suerte.

Deuteronomio  21:18-21

Hoy los padres evitan disciplinar a sus hijos porque sienten que podrían perder su afecto al contrariarles y prefieren “ser amigos” de ellos. Pero ese no es el mandamiento de nuestro Creador y Señor. Los padres más que amigos, son modelos y representan la autoridad de Yehováh en la vida de los hijos; su responsabilidad es guiarlos, educarlos, amonestarlos, disciplinarlos y equiparlos para enfrentar un mundo cruel, decadente y corrupto, lo cual no se puede lograr simplemente  siendo “amigo” de sus hijos.

La responsabilidad respecto a la formación de los hijos era tal, que si el hijo, luego de haber sido disciplinado y reconvenido varias veces, insistía en mantenerse siendo glotón, borracho y rebelde, debería ser denunciado  por sus propios padres antes las autoridades para que le fuera aplicada la pena capital!  Terrible! Sin embargo, no aparece en la Biblia historia alguna donde esto haya tenido que llevarse a cabo, y si fue así, debió ser una gran prueba de obediencia a Yehováh. Lo cierto es que el riesgo de que eso sucediera, muy seguramente alertaba a los hijos para que respetaran y obedecieran a sus padres, como era lo debido.

Deuteronomio 22:1-4

Esto parece una regla de sentido común. Sin embargo podríamos razonar así: “Pero como los amigos que tengo no poseen ni burros ni toros, ese mandamiento no me aplica”.  Sin embargo si buscamos la intención ó espíritu del mandamiento, hallaremos que es nuestra tarea ayudar a nuestro prójimo (sea extraño o conocido) siempre que lo necesite: ¿Empujando su carro varado? ¿Llevando los paquetes de la comida? ¿Recogiendo lo que se le cayó y dándole una mano porque no puede solo(a)? etc. De esa manera nuestra vida y la de muchos a nuestro alrededor será enriquecida y estaremos proyectando la luz del carácter de nuestro Abba (Padre), a pesar de que muchas de las situaciones de la vida moderna no se hallen descritas en la Toráh.

Deuteronomio 22:5

Esta es una clara instrucción respecto a la moderna moda del travestismo, el cual se define como lo que practica una persona que se viste como si fuera del sexo contrario.

Deuteronomio 22:9-11

¿Cuál es el espíritu del mandamiento?  ¿Qué nos revelan estas instrucciones del carácter de Yehováh? Nuestro Padre como Creador Supremo, estableció, géneros, especies, cualidades, y demás características para sus criaturas. Nadie mejor que Él conoce como opera cada ser viviente y qué situaciones lesionan o alteran ese funcionamiento perfecto.

Es un hecho que los frutos híbridos desarrollados por el hombre, van en contra de lo establecido por Él. Tan cierto es, que los frutos resultantes son estériles al igual que sucede igual en el caso de los animales. El más común es el caso de la mula, que resulta del cruce de un caballo y burra ó de un burro y una yegua.

Resultado de la mezcla entre especies, práctica prohibida por Yehováh

Este mandamiento también se relaciona con el otro mediante el cual Yehováh nos ordena no mezclar las formas de adoración a Él con aquellas practicadas con ídolos porque resultan ser abominación. Así pues entendemos que la pureza de su Creación se mantiene si evitamos las mezclas porque estas llevan finalmente al deterioro y al caos.

Deuteronomio 22:12

Es otra referencia a los tzit-tzit. Estos van en el “manto” o la prenda más exterior que vestimos.

Ver Números 15:38-39

Deuteronomio 22:15

La evidencia de virginidad, era la prenda (camisón o sábana) que contuviera manchas de sangre producto de la pérdida de su virginidad la noche de la boda.

Deuteronomio 22:30

Como tal mujer, ha tenido relaciones íntimas con el padre del hombre, está identificada con aquél y tener relaciones sexuales con ella equivale a “descubrir la desnudez del padre”, lo que constituye una injusticia.

Deuteronomio 23:17

Estas personas (tanto mujeres como varones), estaban disponibles en los templos paganos para que los adoradores rindieran culto a sus dioses, teniendo relaciones sexuales con ellas.

Deuteronomio 23:18

No se refiere al animal, sino a los hombres homosexuales.

Deuteronomio 23:25

Esto precisamente fue lo que hicieron Yeshúa y sus discípulos un Shabbat, por lo cual los acusaron de hacer algo ilícito. Observa que el mandamiento no dice nada respecto de no poder recoger las espigas en el Shabbat. Marcos 2:23; Lucas 6:1

Deuteronomio 24:4

El mandamiento es claro respecto a que un hombre no se puede volver a casar con la mujer de la que se ha divorciado, si es que ella ya ha sido la esposa de otro hombre. Yehováh declara que esto contamina la tierra.

Deuteronomio 24:6

El asunto no era por el valor de la piedra, sino por el uso esencial que tenía para que una familia pudiera producir procesar su alimento diario.

Deuteronomio 24:15

Yehováh ordena no retener el salario de los empleados, porque requieren de él para su manutención diaria.

Deuteronomio 25:3

El Judaísmo, había establecido para el tiempo de Yeshúa que se deberían aplicar cuarenta azotes menos uno, para evitar así el riesgo de violar la Toráh si se llegara a  cometer equivocación en la cuenta de los latigazos. Ver 2 Corintios 11:24.

Deuteronomio 25:17-19

La ejecución de este juicio, le fue encargado a Shaúl, el primer rey de Yisrael; pero él no fue obediente y eso le costó el reino. Ver 1Samuel 15


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