Yitsjaq bendice a Yaaqov

Bereshit 27:1-29 | Yitsjak

Parashá Trienal – Bereshit 27:1-29

Nombre de la Parashá: Yitsjak – Isaac

Lecturas Complementarias: Isaías 46:3-11 | Hebreos 11:17-22

La Ceguera de Yitsjak

Aconteció que envejeció Yitsjak, y sus ojos se debilitaron hasta no ver. Entonces llamó a Esav su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí.
Bereshit (Génesis) 27:1

No solo la ceguera física había venido sobre Yitsjak, sino también la espiritual; no veía el verdadero carácter de Esav, ni podía percibir que los actos de su hijo mayor lo descalificaban para ser el receptor de las promesas hechas a Avraham su padre. ¿Cómo pudo haber sucedido esto? Varios rabinos opinan sobre esto y en general todos coinciden en que el problema tenía que ver con la relación entre Yitsjak y Esav; veamos la cinco posibles razones más relevantes:

  1. Yehováh disminuyó la vista a Yitsjak para evitarle ver los actos malvados de su hijo Esav.
  2. Yehováh quitó la vista de Yitsjak para evitarle ver la maldad de sus nueras cananitas.
  3. Yehováh restringió la vista de Yitsjak como disciplina por no refrenar a su hijo Esav.
  4. Yehováh quitó la vista a Yitsjak para que el plan de Ya`akov pudiera tener éxito.
  5. Yehováh permitió la ceguera de Yitsjak para evitarle estar en público y pasar vergüenza por los actos malvados de su hijo Esav.

Algo hay de verdad en el hecho de que Yitsjak no quisiera ver el problema de las esposas cananeas de su hijo. Rivka (Rebeca) en contraste, tenía un oído y una vista agudos, que no le dejaban perder nada, por lo cual las acciones de tales mujeres la afligían en gran manera:

Y dijo Rivka a Yitjak: Estoy hastiada de mi vida por causa de las hijas de Het. Bereshit (Génesis) 27.46

En otras palabras, Yitsjak había pasado por alto que su hijo se hubiera casado con gente a la que Yehováh había prometido desplazar de la tierra que habría de ser heredada por la descendencia de Avraham. Esav había comprometido así, el cumplimiento de esa promesa, porque de recibir la bendición, habría un serio conflicto para Yehováh.

También parece que Yitsjak no estaba informado de que Esav había vendido los derechos de primogenitura a su hermano Ya`akov. Quizás escuchó algo al respecto y no le dio importancia o Esav lo negó. Pero: de toda palabra que salga de nuestra boca, tendremos que dar cuenta”. Lo que sea que hubiera sucedido, la realidad es que Yitsjak no pudo “ver” la legitimidad de quien debería recibir su herencia.

También fue ciego desde el punto de vista profético, pues Rivka su esposa había recibido un oráculo de Yehováh, diciéndole que su hijo mayor estaría sujeto al menor, pero tampoco a esto prestó atención.

Comienza la trama…

Yitsjak, que parece ser un poco hipocondríaco, le pide a su hijo Esav que salga de cacería y le prepare carne como a él le gusta, porque cree que pronto va a morir (cosa que en realidad sucedería muchos años después) y quiere deleitarse en las cualidades de su hijo antes de darle la bendición.

Nosotros actuamos de manera similar, enfocándonos en las áreas que nos agradan de nuestros hijos, como por ejemplo que son buenos jugadores, o destacados estudiantes, o elegantes en su apariencia, etc., descuidamos lo más importante: su perfil espiritual, es decir su relación con su Creador, el estudio y la práctica de la Toráh, cosas todas que han de moldear y afirmar el carácter de ellos.

Rivka, lo escucha todo y pone manos a la obra. Ella sabía que el elegido era Ya`akov y no Esav; sabía que Esav había vendido su primogenitura, pero que sin embargo iba por ella. Las cosas no podían ir peor y quizás le pareció que su esposo iba a torcer el plan de Yehováh; por tanto decide instar a Ya`akov a obtener lo que legalmente le pertenece.

La decisión de Rivak se parece a la de Sarah, cuando entregó a Hagar a Avraham y así como Sarah pretendió ayudar a Yehováh, Rivka también “le da una mano” a Yehováh, como si Él no hubiera podido mantener el control. Pero nada justifica actuar con engaño; y el costo que pagó Rivka fue que nunca volvió a ver a su hijo; y a su vez, tal acción trajo consecuencias sobre su hijo Ya`akov y sus descendientes.

Necesitamos aprender de las acciones de estas dos mujeres: Nunca debemos permitir que nuestro afán o nuestro celo por ver cumplida la voluntad de Yehováh, nos arrastre a realizar acciones que contradicen las Instrucciones  o el carácter de nuestro Padre. Eso sería una contradicción.

Ya`akov, no está de acuerdo con el plan de su madre; lo considera demasiado arriesgado – Génesis 27.12:

Quizá me palpe mi padre y quedaré ante sus ojos como tramposo, y traeré sobre mí maldición y no bendición.

Pero Rivak, su madre se impone y le ordena lo que debe hacer; y de manera similar a como Avraham obedeció a Sarah tomando a Hagar, Ya`akov obedece y sigue las instrucciones de su madre.

¿Era tiempo de Pesaj?

La tradición hebrea afirma que esto sucedió para Pesaj, que era también el cumpleaños de Yitsjak. Parece que los patriarcas celebraron las Fiestas de Yehováh, aún antes de que la Toráh fuera entregada en el monte Synai. Los cabritos presentados por Ya`akov, son parte de la identidad oculta de él, y hace eco a la manera como en el futuro, sus propios hijos le engañarían a él con la sangre de un cabrito, en el asunto de Yosef.

Identidad Encubierta

Y él fue a su padre y dijo: Padre mío. Él respondió: Heme aquí, ¿quién eres, hijo mío? Y dijo Ya`akov a su padre: Yo soy Esav tu primogénito. Génesis 27.18-19
 
Ante la pregunta de Yitsjak, Ya`akov responde con una verdad a medias: Soy tu primogénito, eso era cierto; soy Esav, eso era falso. Ya`akov obtuvo la primogenitura de manera legal y sin engaño, de manera que era el receptor legal de la bendición; ¿por qué no se lo manifestó claramente a su padre?
Yitsjak se mantiene sospechoso e interroga a su hijo sobre la prontitud con que logró la caza, a lo que Ya`akov responde: Yehováh tu Dios me la puso al alcance. Ciertamente así no hubiera respondido Esav; él quizás hubiera hecho alarde de cómo consiguió la presa, porque no era sensible a Yehováh, como para haberle atribuido el éxito de su misión. Ahora Yitsjak sospecha más y le pide que se acerque; luego de palparlo, declara: La voz es la de Ya`akov pero las manos son las de Esav.
 
Sin embargo viene una tercera vez pregunta: ¿Eres tú realmente mi hijo Esav? Y Ya`akov miente: Yo soy.
 
Este engaño habría de determinar lo que sería la vida de Ya`akov: Engañado por su tío Laván en el asunto de Rajel, luego respecto de su salario, después el engaño que le hicieron sus hijos ante la venta de Yosef. Hemos aprendido que los hechos de los patriarcas son sombras de lo que harán sus hijos. De igual manera estos hechos, son un cuadro de la identidad encubierta del Mesías Yeshúa, descendiente de Ya`akov, quien vino de manera encubierta ante la nación de Israel.

La Bendición Obtenida

Una vez que se acercó Ya`akov, el olor de sus vestiduras convenció a su padre quien pronunció la tan anhelada bendición. Este suceso puede ser comparado con la profecía de Isaías respecto del Mesías que dice:
 
Se deleitará en el temor de Yehováh, No juzgará según la vista de sus ojos, Ni arbitrará por lo que oigan sus oídos, Isaías 11:3
 
El Mesías, no juzgaría por lo que tuviera ¡delante de sus ojos! porque él ve el corazón, lo oculto, y no las apariencias. La bendición habiendo sido inspirada por Yehováh, no podía ser reversada, y así Yitsjak habló proféticamente de la manera que Yehováh lo hace en otros momentos según lo relata el Génesis.
 
’Elohim pues, te dé del rocío del cielo, y de las fertilidades de la tierra, y abundancia de grano y mosto. Pueblos te sirvan, y naciones se postren ante ti. Sé señor de tus hermanos, e inclínense ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldigan, y benditos los que te bendigan. Génesis 27.28-29

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