Esau

Bereshit 27:30 – 28:9 | Kilá Yitsjak

Parashá Trienal – Bereshit 27:30 – 28:9

Nombre de la Parashá: Kilá Yisjak – Acabó Yitsjak

Lecturas Complementarias: Miqueas1:1; 5:1-15 | Romanos 5:1-11

Bendíceme a mi también

Cuando Esav regresó con la comida para su padre, en busca de la bendición, se dio cuenta que esta había sido ya otorgada y Yitsjaq se enteró de que había sido engañado, pero ya no había nada que hacer. La bendición no se podía reversar porque había sido inspirada por YHVH y tenía el carácter de profética: Lo bendije, y será bendecido. Esav se queja de que su hermano le robó la bendición, pero en realidad Yaaqov tenía el derecho legal de obtenerla, porque años atrás se la había comprado. El libro a los Hebreos nos habla al respecto:

Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor; vigilando que ninguno quede privado de la gracia de YHVH, no sea que brotando alguna raíz de amargura, os perturbe, y por ella muchos sean contaminados; que no haya ningún fornicario, o profano, como Esav, que por una comida vendió su primogenitura. Porque sabéis que aun cuando después deseaba heredar la bendición, fue rechazado (porque no halló lugar de arrepentimiento), aunque solícitamente la buscó con lágrimas. Hebreos 12.14-17

Entonces, la realidad era que ¡Esav estaba buscando robarle la bendición a su hermano! Pero ahora se da cuenta, que aunque su hermano lo había suplantado tomando lo que él mismo le había cedido por un plato de comida, no podría obtener la bendición a pesar de su ira y su llanto, porque otrora la había desechado.

La bendición sobre Esav

Si el lector ha sido diligente en comparar varias versiones de esta bendición, se encontrará con ideas opuestas, debido a que la lectura del pasaje en Hebreo es ambigua  y la verdad parece más una maldición que una bendición. Veamos:

Biblia Reina y Valera: Entonces Isaac su padre habló y le dijo: He aquí, será tu habitación en grosuras de la tierra, y del rocío de los cielos de arriba…

Biblia Textual: E Isaac su padre respondió y le dijo: He aquí, sin la grosura de la tierra, y sin el rocío de los cielos de arriba será tu morada…

El resto de la bendición no resulta muy halagadora, porque declara que Yaaqov ejercerá autoridad sobre su descendencia, aunque le da la esperanza de sacudirse de ese yugo un día, cosa que sucedió en los tiempos del rey Joram de Yahudáh: 2 Reyes 8.20-22

Y Joram (rey de Yahudáh) avanzó a Zair con todos los carros; y se levantó de noche y él mismo venció a Edom (Esav), que le había rodeado junto con los capitanes de los carros; entonces el pueblo huyó a sus tiendas. Pero Edom (Esav) siguió en rebelión contra el dominio de Yahudáh hasta hoy.

Escape a Harán

Rivkah, cuyo oído y vista eran bastante agudos, se enteró de los planes de Esav para asesinar a Yaaqov, así que rápidamente buscó cómo librarlo. Yaaqov tenía 60 años para entonces pero su respeto por la autoridad de sus padres era de mucha importancia conforme a la costumbre. Rivkah le dice a Yaaqov que ella no quiere ser privada de sus dos hijos en un solo día, debido a la reacción de Yaaqov, la cual no aparece registrada en el pasaje, pero que el libro de Jubileos nos revela:

Rivqah envió y llamó a Ya’aqov su hijo menor y le dijo: “He aquí Esav tu hermano te matará para vengarse de ti. 3 Ahora pues, hijo mío, obedece mi voz y levántate y huye a Laván, mi hermano, a Harán, y permanece con él unos días hasta que la ira de tu hermano se apacigüe, y quite su ira contra ti y olvide todo lo que has hecho; entonces enviaré y te traeré de allí. 4 Y Ya’aqov dijo: “No tengo miedo; si quiere matarme, yo lo mataré.” 5 Pero ella le dijo: “No permitas que sea despojada de mis dos hijos en un día.” 6 Y Ya’aqov dijo a Rivqah su madre: “He aquí, tú sabes que mi padre ha envejecido, y no ve porque sus ojos están apagados; si lo abandono, estará mal a sus ojos, porque lo dejaría y me alejaría de ti, y mi padre se enojará y me maldecirá. No me iré; solo cuando él me envíe, entonces me iré.” 7 Y Rivqah dijo a Ya’aqov: “Yo entraré y le hablaré, y él te enviará.”

Ahora bien, el plan de Rivka era que Yaaqov se fuera por algunos días solamente – Génesis 27.44, o quizás meses, y entonces enviaría por él para que regresara. De manera que habló con Yitsjaq aprovechando los problemas e incomodidades que les habían causado sus nueras las esposas de Esav, y así Yitsjaq se dispuso a enviar a Yaaqov. Es de resaltar el concepto de la necesidad de “ser enviado”; Yaaqov no partiría de su propia iniciativa a menos que su padre, su autoridad le autorizara para hacerlo.  De manera que esta vez, Yitsjaq pronuncia una bendición consciente e intencional, aceptando que su hijo será el receptor de las bendiciones otorgadas a Avraham su padre: Génesis 28.3-4. Esav por su parte, pretendiendo enmendar los errores de su pasado, tomó ahora una mujer de la descendencia de Yismael. Esav nos deja varias lecciones:
  • Toda palabra que sale de nuestros labios, labra nuestro futuro. Esav tomó a la ligera la venta de su primogenitura.
  • La fuerza y la habilidad de la carne no nos hace aptos para recibir las bendiciones de YHVH. A pesar de ser el preferido de su padre, no estaba calificado para ser el heredero.
  • Los sentimientos de venganza no son buenos consejeros. En lugar de enmendar las cosas, las empeoró.
Yaaqov por parte nos enseña:
  • Que el reconocimiento de la autoridad, siempre traerá bendición.
  • Si bien, sus métodos no fueron apropiados, lo que le motivó a actuar de esa manera fue la grandeza espiritual que significaba ser el primogénito. A la muerte de Yitsjaq, Esav tomó todas las posesiones materiales de su padre; pero Yaaqov retuvo la bendición que aunque no era material, significó que él sería el instrumento para la llegada del Mesías.

One Response

Déjanos tu comentario