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¿Juicios? O Advertencias…

Plantearé una pregunta clave: ¿Realmente crees que los desastres naturales que estamos presenciando son simplemente el resultado del manejo irresponsable que el hombre ha hecho de la naturaleza, causando el famoso “calentamiento global”? O dejas el margen para considerar que quizás Yehováh el Creador y Dueño de la Tierra que habitamos, está tratando de advertirnos algo…

La arrogancia del ser humano ha alcanzado niveles nunca vistos. Su jactancia respecto de la tecnología y pseudo-ciencia que proclama, le ha llevado a formular respuestas no solo erradas sino que requieren de más fe para aceptarlas, que las verdades reveladas en las Escrituras.

Piensa: ¿Acaso no se requiere de más fe para creer que la naturaleza que nos rodea apareció por azar con el paso de billones de años, que aceptar que hubo una Mente diseñadora que lo puso todo en orden y lo mantiene funcionando así? Por supuesto que si! La complejidad de los procesos de la naturaleza, el diseño y función de cada especie animal y aún nuestros propios cuerpos, son testimonios silenciosos pero suficientemente poderosos para atestiguar que no fue la “madre naturaleza” la que hizo todo esto, sino Yehováh el Creador y por derecho Juez del Universo.

La razón por la cual los seres humanos prefieren atribuir todo a la “evolución espontánea”, es su rechazo a reconocer que hay una Autoridad Suprema ante quien tendremos que rendir cuentas un día. Y… ¿es que acaso por hacer tal decisión cómoda, automáticamente desaparece toda responsabilidad? NO! de ninguna manera…

Podríamos pensar que el hecho de que no haya juicios sobrenaturales, similares al fuego y azufre que cayeron sobre Sodoma y Gomorra o a las plagas que vinieron sobre Egipto, es evidencia que no hay un Ser en control. Pero estaríamos muy equivocados. Yehováh llama la atención de Su pueblo por medio de fenómenos naturales, tal y como lo declara en los siguientes versos de Amos 4:

  • Primero enviando hambruna: 6 Aunque os dejé con los dientes limpios en todas vuestras ciudades, y faltos de pan en todas vuestras aldeas, no os volvisteis a Mi, dice Yehováh.
  • Luego sequía: 7 Os retuve la lluvia tres meses antes de la siega, e hice llover en un pueblo sí y en otro no, y en una parcela llovía, y otra sin lluvia se secaba, 8 y de dos o tres pueblos iban a otro para beber agua, y no se saciaban, pero no os volvisteis a mí, dice Yehováh.
  • Luego plagas en los cultivos: 9 Os herí con tizón y con añublo , y la 1 2 langosta devoró vuestros huertos y vuestras viñas, y vuestras higueras y vuestros olivares, pero no os volvisteis a mí, dice Yehováh.
  • Luego pestes o enfermedades contagiosas: 10 Os envié la peste que envié sobre los egipcios, maté a espada a vuestros jóvenes junto con lo mejor de vuestra caballería, e hice que el hedor de vuestro campamento subiera a vuestras propias narices, pero no os volvisteis a mí, dice Yehováh.
  • Luego plagas desastres naturales:
    11 Os destruí como ’Elohim destruyó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como un tizón salvado del fuego, pero no os volvisteis a mí, dice Yehováh.

Es claro pues, que Yehováh usa medios naturales para invitarnos a reflexionar sobre nuestros caminos, pero la mayoría no lo entiende así porque teniendo ojos no ve, y teniendo oídos no oye. Shaúl, en Romanos 1:20-32 presenta una verdad que deja sin argumento a quienes se burlan de la existencia de Yehováh:

…las cosas invisibles de Yehováh, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, entendiéndose por medio de las cosas hechas, de modo que [los hombres] no tienen excusa.
Porque habiendo conocido [las evidencias de la existencia de] Yehováh, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se entregaron a vanas especulaciones, y su necio corazón fue entenebrecido. Alegando ser sabios se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Creador incorruptible, en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Por esto Yehováh los entregó a las pasiones de sus corazones y a la inmundicia, para que deshonraran sus mismos cuerpos entre sí. Éstos cambiaron la verdad de Yehováh por la mentira, y reverenciaron y sirvieron a la criatura antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Por eso Yehováh los entregó a pasiones vergonzosas, pues aun sus hembras cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y del mismo modo también los varones, dejando el uso natural de las hembras, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos varones con varones, y recibiendo en sí mismos la debida recompensa de su extravío.
Y como no quisieron reconocer a Yehováh, los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen, estando atestados de toda injusticia, perversidad, avaricia, maldad; colmados de envidia, homicidio, contienda, engaño, malignidad.
Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de cosas malas, desobedientes a los progenitores, necios, desleales, sin afecto natural, despiadados; quienes, habiendo entendido el pronunciamiento de Yehováh: que los que practican tales cosas son dignos de muerte; no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.

No. No estás leyendo los titulares del periódico de hoy, sino las Escrituras! Es impresionante cómo esta descripción corresponde a las características de la sociedad que nos rodea. Por eso llegarán los juicios de Yehováh para poner fin a todo lo que el hombre ha generado al apartarse de Él.

Pero antes de tales juicios, Yehováh envía advertencias porque no desea que ninguno perezca en su maldad, sino que se vuelvan de sus caminos perversos, religiosos, hipócritas, engañosos y demás, a la verdad de Su Palabra que nunca ha perdido vigencia. Es su misericordia la que permite tales advertencias. ¿Te das cuenta que la pérdida de vidas en estos últimos eventos ha sido mínima? Aunque la gente pierda sus posesiones materiales, lo más preciado que es su vida, les es dejada en la mayoría de las veces intacta, porque Yehováh espera que reaccionen y se vuelvan a Él:

Por tanto, oh Yisrael, así voy a hacer contigo, y porque voy a hacer esto contigo, ¡disponte a encararte con tu ‘Elohim, oh Yisrael! El que formó los montes y creó el viento, El que descubre al hombre sus pensamientos, El que hace salir la aurora de las tinieblas, y pisa sobre las alturas de la tierra, se llama Yehováh ’Elohey Sebaot. Amós 4:12-13

Sea Yehováh dándonos la capacidad de discernir Su Presencia y Su poder en acción a través de los eventos que suceden y seguirán sucediendo cada vez con mayor intensidad, hasta llegar al clímax cuando ya no será posible detener sus juicios terribles tal y como han sido anunciados.

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