Treinta minutos sentado o caminando en un parque puede bajar la presión arterial y mejorar el ritmo cardiaco.
Como toda persona que nace y vive la mayor parte de su vida en una ciudad grande, yo no aprendí a valorar debidamente el contacto con la naturaleza. Por eso cuando llegué con mi esposo e hijos a República Dominicana para servir en misiones, y observamos que las personas se sentaban por largo rato en las bancas de cemento del Malecón (la avenida frente al mar), no entendíamos como podían perder el tiempo de esa manera, solo mirándolo, sin hacer ninguna otra actividad. Pero algunos meses después, para sorpresa nuestra nos hallábamos haciendo lo mismo porque descubrimos la paz y el descanso de esta experiencia. Así que no había mejor manera de relajarnos que esa, y lo hacíamos regularmente.
Investigadores de la Universidad de Michigan recientemente examinaron los efectos de pasar tiempo en contacto con la naturaleza. Realizaron un experimento durante ocho semanas, donde los participantes pasaron por lo menos diez minutos, tres veces por semana, conectados con la naturaleza de diferentes maneras, como escuchando el canto de los pájaros desde un balcón, sentados bajo un árbol o caminando en un parque. Con el examen de la saliva, analizaron el cortisol de los participantes (la hormona del stress) antes y después de cada tiempo, y encontraron una reducción considerable de esta hormona. Contrario a esto, un estudio de Dinamarca encontró que los jóvenes que no pasaban tiempo en espacios verdes eran 55% más propensos a desarrollar depresión y ansiedad.
El movimiento de regreso a la naturaleza en norte América ha tomado mucha fuerza desde el 2013, y promueven los paseos a los parques para mejorar la salud mental y física, a lo que han llamado “Vitamina N” (de Naturaleza). Además, han identificado específicamente los beneficios obtenidos de acuerdo a la cantidad de tiempo invertido en la naturaleza, como se describe a continuación:
- Diez minutos invertidos en hacer algo en el jardín o haciendo algo en una huerta puede aliviar la depresión.
- Veinte minutos caminando bajo los árboles, o mirando pájaros, o haciendo alguna otra actividad puede reducir el cortisol.
- Treinta minutos sentado o caminando en un parque puede bajar la presión arterial y mejorar el ritmo cardiaco.
- Cuarenta y cinco minutos o mas caminando en las montañas puede disminuir la fatiga y producir un mejor estado de alerta que el mismo tiempo gastado en un espacio interior o en una cinta caminadora.
- Sesenta minutos invertidos caminando en un parque o a lo largo de una vía con árboles frondosos puede mejorar la memoria y la atención en un 20%.
- En la medida que más cerca tengas la naturaleza, es menos probable que sufras de problemas cardiovasculares, músculo-esqueléticos, respiratorios, neurológicos y digestivos.
Mary Carol Hunter, profesora de la Escuela de Medio Ambiente y Sustentabilidad dijo:
“Hemos conocido por décadas que estar en medio de la naturaleza tiene efectos positivos en las personas, pero no es claro cuánta exposición a la naturaleza es necesaria o qué se considera una experiencia en la naturaleza que reconstruya la salud”.
La Dra Melissa Lem, medica de familia, lidera el Programa de Prescripción de Parques dentro de lo que se considera Salud por la Naturaleza, y afirma: “Lo mejor de este programa es que no importa que habilidades la persona tiene, los beneficios de la naturaleza están disponibles para todos. Tampoco importa dónde vive, solo necesita buscar árboles, un parque si no tiene acceso a las montañas, la playa o a un bosque”.
Los expertos sugieren por supuesto, no solo apartar veinte minutos diarios, sino crear un estilo de vida donde sea imprescindible la recreación al aire libre, porque debe considerarse que la naturaleza junto con la dieta, el ejercicio y el sueño son los cuatro esenciales del bienestar. Ahora, creo que entenderás mejor las consecuencias negativas del encierro al que han querido someternos; porque en vez de promover con esto la salud, lo que se logra es debilitar mas nuestro cuerpo y dejarlo mas susceptible a las enfermedades.