cropped-alfredo-mora-HJgAYxqFJuA-unsplash-1974711248-1563275012907.jpg

Bemidbar (Números) 22:2 – 41 | Balak

Nombre de la Parashá: Balak – Balac

Lecturas Complementarias: Miqueas 7:16-20 | 1Pedro 5:5-7

Y Balac hijo de Zippor, vio todo lo que Yisrael había hecho al amorreo. Y Moab tuvo gran temor delante del pueblo, porque era muy numeroso. Y se aterrorizó Moab a causa de los hijos de Israel. Números 22:2–3

Balac rey de Moab, había estado sometido por Sheón rey de de amorreos, y este acababa de ser destruido por Yehováh por mano de los ejércitos de Yisrael. Sus temores tenían fundamento, pues si Yisrael había sido capaz de destruir a quienes lo habían sometido a él y a su pueblo, ¿cuánto más los destruirían a ellos?

Balac se metió en un problema que no tenía; pues Yisrael ya había rodeado sus tierras (Moab) e iba hacia su destino final: La Tierra Prometida. Yisrael no tenía intención de entrar en guerra con Moab porque Yehováh había advertido a Moshé:

Yehováh me dijo entonces: No hostilicéis a los moabitas, ni contendáis con ellos en guerra, porque no os daré nada de su tierra por posesión, pues he dado Ar a los hijos de Lot por posesión suya. Deuteronomio 2:9 y siguientes.

Sin embargo Balac no sabía esto y por tal razón decidió prevenir un ataque buscando cómo maldecir a Yisrael.

Quién era Bilam (Balaam)

Balac envió mensajeros a Bilam hijo de Beor, en Petor, que está junto al río, en la tierra de los hijos de su pueblo para que lo llamaran… Números 22:5

El libro de Yashar capítulo 67 nos dice:

8 Y fue después de la muerte del rey de Kittiym que Bilam el hijo de Be`or huyó de la tierra de Kittiym, y se fue y llegó a Mitsrayim a Far`oh rey de Mitsrayim. 9 Y Far`oh lo recibió con gran honor, porque había oído hablar de su sabiduría, y le dio presentes, y lo hizo su consejero, y lo engrandeció. 10 Y Bilam habitó en Mitsrayim, con el honor de todos los nobles del rey, y los nobles lo exaltaban, porque todos codiciaban aprender su sabiduría.

Que Bilam no era un hombre de Yehováh, lo declara Deuteronomio 23:4-5:

No entrará amonita ni moabita en la congregación de Yehováh. Ni aun en la décima generación entrarán en la congregación de Yehováh, por cuanto no os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Mitrayim, y porque alquilaron contra ti a Bilam hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte. Pero Yehováh tu Dios no quiso oír a Bilam, sino que Yehováh tu Dios te convirtió la maldición en bendición, porque Yehováh tu Dios te ama.” Deuteronomio 23:3–5

Bilam pues, era un cierto tipo de brujo, más que un profeta; es muy probable que llevara a cabo procedimientos ocultistas para tratar de invocar a Yehováh y recibir revelación de Él. El carácter de este personaje se nos irá revelando en  la medida que la narración avanza y nos daremos cuenta de su falsa piedad y descubriremos que debajo de ella yace una ambición desmedida.

Veamos pues el desarrollo de la narración:

Bilam, un profeta vendido a sus intereses

Usando nuestra imaginación, podremos recrear como en una obra de teatro, los personajes, las intrigas, las pasiones, los intereses y los resultados de una trama en la que participan varios personajes.

Para ubicarnos un poco mejor en la historia recordemos que Moab era un pequeño reino formado por los descendientes de la relación incestuosa entre Lot y su hija mayor, después de la destrucción de Sodoma y Gomorra según se relata en Genesis 19:36-38. Los habitantes de Moab sabían lo que había hecho Yehováh a las naciones alrededor favoreciendo a Yisrael tras la salida de Mitsráyim (Egipto) y ahora los moabitas creían estar bajo amenaza y decidieron enfrentarse a esa nación.

Quién es quién

  • BALAK: El rey de Moab. Un hombre bien consciente del poder de las bendiciones y maldiciones. Asustado por la presencia de los Yisraelitas, busca desesperadamente la ayuda de Bilam.
  • BILAM: Profeta no hebreo cuya fama es conocida por ser capaz de relacionarse con Yehováh. Hechicero, codicioso, altivo y perverso, hará lo posible por satisfacer sus pasiones materialistas.
  • EL ANGEL: Un mensajero de Yehováh que se opone a Bilam y viene para disciplinarle.
  • ​EL ASNO: Un animal que habla con sabiduría.
  • LOS MENSAJEROS: Enviados por Balak, el rey, para convencer a Bilam de hacer una tarea malvada.
  • LA TRAMA:  Balak, el rey de Moab, conociendo el poder de las palabras, busca un profeta para que maldiciendo a Yisrael, entonces le sea fácil destruirlo.

Ahora lee con atención los versos 22:8-12. Toma nota de los detalles de la conversación entre el profeta y Yehováh. Observa que en el verso 12, Yehováh, quien no cambia, declara de manera explícita Su voluntad respecto de Yisrael:

Entonces Elohim dijo a Bilam:  No irás con ellos ni maldecirás al pueblo, porque él es bendito.

Este es un detalle de gran importancia: Lo que Yehováh ha bendecido, nadie lo puede maldecir.

¿Puedes percibir en la respuesta de Bilam a los mensajeros del rey, una intención perversa al decir: Yehováh se niega a dejarme ir con vosotros”? Sin embargo la respuesta que los mensajeros dan al rey es: “Bilam se negó a venir con nosotros”. Es evidente que ellos percibieron que era posible negociar con Yehováh si aplicaban un poco de presión.

Ante la segunda visita de otros mensajeros, Yehováh autorizó a Bilam para que partiera con los emisarios de Balak. Siendo que Yehováh no cambia, ¿Por qué razón crees que lo dejó ir? Haz una pausa para pensar un poco…

Ahora entra el ángel en escena y surge la pregunta: ¿Por qué si Yehováh le dio permiso de ir, ahora su ira se enciende y envía un ángel para destruir a Bilam? Piensa un poco…

¿Sería que Yehováh, quien conoce el corazón y los intentos de los pensamientos, leyó las verdaderas intenciones de Bilam de maldecir a Yisrael y decidió hacerle una advertencia más severa? Es lo que revelan las palabras del ángel en el verso 32. Por eso en el verso 35 le reitera de nuevo que no debe hablar sino lo que Yehováh le ordene. Esto lo confirma 2Pedro 2:16 diciéndonos que el asno le habló para refrenar la locura del profeta! Es obvio que la codicia había tomado el corazón de este hombre y estaba dispuesto a todo con tal de conseguir la riqueza ofrecida.

Continuará en la próxima Parashá…

Aplicación Práctica

Los Mandamientos de Yehováh no son discutibles ni son de vigencia temporal o “limitada”como diríamos nosotros. Lo que ya está establecido por Él no va a cambiar; es el caso del Shabbat que fue declarado desde la Creación y que en la eternidad futura seguirá vigente. Siendo así, ¿Por qué no habría de estarlo ahora? Preguntar sobre lo que Yehováh ya estableció, puede conducirnos a un camino de muerte y destrucción como sucedió a Bilam.

Un corazón que cuestiona las Instrucciones (Toráh) de Yehováh, revela desconfianza en Su Creador e insatisfacción con ese estilo de vida; estas personas no desean realmente someterse a Su voluntad; por eso preguntan y argumentan a ver si hay alternativa; además, cuando cuestionamos los decretos de Yehováh, es muy probable que escucharemos voces que nos dirán: Hazlo como tu quieras. Y eso significará haber escogido el camino errado.

Ante la afirmación de Yeshúa:

No penséis que vine a anular la Ley o los profetas; no vine a abolir, sino a dar cumplimiento… Mateo 5:17-20

Te pregunto: ¿Qué parte de esta declaración no es suficientemente clara?

Déjanos tu comentario