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¿Revela tu vestuario que eres parte del Reino?

En la porción de la Toráh de ésta semana, hallamos la descripción de las vestiduras que los sacerdotes deberían usar para representar a Yehováh  delante del pueblo. Al leer en detalle, podemos percibir cual es el sentir del Padre respecto de la forma de vestir de sus siervos y podemos hacer una aplicación del tema a nuestra vida.

La ropa que utilizamos día a día, es un testimonio silencioso de quienes somos. Sin hablar, revela el concepto que tenemos de sí mismos, la misión que creemos tener en la vida, cuáles son nuestras prioridades, y en algunos casos hasta nuestra cultura o nacionalidad. Es por todo esto que quienes afirmamos ser hijos de Yehováh necesitamos tomar conciencia del mensaje que, con nuestra apariencia, estamos enviando a quienes nos rodean o simplemente nos miran al cruzarse con nosotros.

Lamentablemente en el presente, tanto hombres como mujeres, buscan exhibir las formas de sus cuerpos, despertando pasiones al provocar la lujuria de quienes les observan; pero la parte trágica es que quienes proclaman ser “cristianos” están igualmente atrapados en el juego de la “última moda” y han sido permeados por tales influencias luciendo igual que aquellos que ni conocen realmente a Yehováh ni les interesa honrarlo.

No me refiero a que debiéramos usar túnicas blancas o cosas por el estilo, como hacían los sacerdotes católicos o las monjas hasta hace algún tiempo. Me refiero a que debemos prestar mayor atención a la forma que vestimos “nuestro cuerpo”, el cual en realidad ya no nos pertenece porque Yeshúa lo compró a un alto precio y lo convirtió en el templo viviente del Ruaj Kodesh de Yehováh.

El uso de ropa ceñida, no solo es poco saludable, sino que pone en riesgo la integridad física de quienes la usan; con la epidemia de pornografía que tiene a tanta gente cautiva, hay muchas personas en las calles y alrededor que están buscando oportunidades de satisfacer sus perversiones; por eso quienes visten de manera inapropiada son víctimas potenciales o simplemente objeto de los sucios deseos de esos personajes.

¿Qué es lo apropiado entonces

  • Un buen comienzo es entender que en la medida que lees, estudias, meditas, reflexionas y obedeces las Instrucciones o Toráh de Yehováh, irás descubriendo cómo piensa Él y lo que espera de ti como miembro de Su familia.

  • Renueva tu mente! (Romanos 12:1-2). Hemos estado viviendo mucho tiempo bajo la influencia de las tinieblas y hemos adoptado sus estándares casi sin darnos cuenta. Pero ahora estamos despertando y estamos llamados a dejar atrás todo lo que nos contamina y todo lo que tiene apariencia de mal. 

  • Evita someterte a la moda, porque no solo te conduce a vivir en pos de cosas vanas y pasajeras, sino que te convierte en una persona  insatisfecha e insaciable, generando y acrecentando conflictos como la vanidad, la comparación imprudente con otros, la obsesión por adquirir más cosas, etc., lo que terminará haciéndote una persona que no sabe administrar los recursos provistos por Yehováh.

El apóstol Kefa (Pedro), en su carta habla las esposas, pero la verdad es que su mensaje hoy tiene aplicaciones también a los varones:

Vuestro atavío no sea el exterior, de trenzado de cabellos y atavíos de oro o de uso de vestidos lujosos, sino el interior del corazón del ser, en lo incorruptible de un espíritu afable y apacible, el cual es muy precioso delante de Yehováh.
1 Pedro 3:3-4

Mantén en mente que tu cuerpo pertenece a Yehováh. No necesitas exhibirlo para recibir admiración o aprobación; si has de recibir atención, que sea por tu manera de obrar, de pensar, de servir, de hablar; que sea porque marcas una diferencia siendo una persona diferente, y no por la marca o el diseño de las prendas que llevas.

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