cordero

Shemot 12:29-51 | Bajatsí Haláyla

Parashá Trienal – Shemot (Éxodo) 12:29-51

Nombre de la Parashá: Bajatsí Haláyla = A media noche

Lecturas Complementarias: Ezequiel 20 | Mateo 4:12- 13

Finalmente llegó el día; o mejor ¡la noche! Fue a la media noche que Yehováh pasó por todo Mitsrayim (Egipto), dando muerte a los primogénitos tanto de los ricos, como de los pobres; tanto de los hombres, como de los animales; solo sobrevivirían aquellos que estuvieran dentro de las casas cuyas entradas hubieran sido marcadas con la sangre del cordero de Pesaj.

El lamento en toda la tierra de Mitsrayim debió ser terrible, porque no hubo una casa donde no hubiera un muerto; sin embargo ese mismo instante de dolor para los mitsritas, marcaba el inicio de la liberación para el pueblo de Yisrael. Como muy bien lo expresa un pensador judío:

Todo parece renegro a la media noche ; sin embargo es precisamente cuando la redención comienza… es muy difícil saber cuándo la salvación vendrá; pero debemos saber que está esperando para florecer en el momento más oscuro.

Fue en ese preciso momento cuando Paróh se levanto y dio la orden de partir a los Yisraelitas; conforme se alistaban para hacerlo, recibieron de manos de los mitsritas, oro, plata, prendas y cosas valiosas, que representaban el pago de tantos años de amarga y cruel servidumbre. Así, sin violencia de su parte, los yisraelitas despojaron a los mitsritas de sus bienes como sucede en las batallas cuando los vencedores toman su botín.

Un cuadro que habrá de repetirse

El relato nos dice que salió una multitud mezclada de personas; es decir que no solo los descendientes de Yisrael salieron, sino gente de otros pueblos que aprovecharon para unirse a ellos y muy posiblemente hubo mitsritas que también se les unieron.

La salvación de Yehováh no es excluyente, ni selecciona caprichosa o arbitrariamente a quienes han de beneficiarse de ella; sin embargo el beneficiario ha de tomar una decisión activa para participar, porque si bien la puerta se abre, a nadie se le fuerza a salir por ella. Algunas tradiciones judías, afirman que muchos yisraelitas prefirieron la seguridad de Mitsrayim, y permanecieron en el país. Quizás estaban bien establecidos, o se habían amalgamado de tal manera con ese pueblo, que hallaron demasiado costoso dejar atrás lo que tenían.

En el presente y cuando tenga lugar El Segundo Éxodo, sucederá algo similar: Aunque la puerta se abra, habrá muchos que decidirán permanecer aferrados a las comodidades, tradiciones, logros y demás que hayan alcanzado en esta vida; pero habrá otros que considerarán como basura las cosas de este mundo y enfocarán sus ojos en el llamado de Yehováh, así a los demás les parezca una locura.

Y de manera similar a lo que se nos narra en este pasaje, aquellos que no pertenecen al linaje de sangre de Yisrael, podrán también participar de la salvación de Yehováh, porque Él es grande en misericordia; y cuando haya que hacerlo, seguramente serán urgidos a salir, pues con mano poderosa serán sacados otra vez.

¿Cuál fue la duración de la esclavitud?

El peregrinaje de los hijos de Yisrael, que habitaron en Mitsrayim, fue de cuatrocientos treinta años. Y transcurridos cuatrocientos treinta años, en aquel mismo día todos los escuadrones de Yehováh salieron de la tierra de Mitsrayim. Exodo 12.40-41

Ya hemos discutido este asunto; pero vale la pena aclarar de nuevo, que el tiempo al que se hace referencia en estos versos, se refiere a la totalidad de años desde que Avraham recibió la promesa, pues claramente Yehováh le advierte que su descendencia será extranjera y peregrina en la tierra y que terminarán en esclavitud. Ver Génesis 15.13.

Por otro lado, la descripción que la Toráh hace de las generaciones que transcurrieron desde que Ya`akov descendió a Mitsrayim con su familia, es de solo 4 o 5, dependiendo de las familias en mención; tal cantidad de generaciones no abarca tantos años. Así que el tiempo estimado es de alrededor de 210 años, lo cual encaja muy bien con las descripciones en torno a estos eventos.

Noche de Vigilia

Noche de vigilias es para Yehováh, por haberlos sacado de la tierra de Mitsrayim. Ésta es noche de Yehováh para ser guardada por todos los hijos de Yisrael por sus generaciones. Éxodo 12.42

Este mandamiento es generalmente pasado por alto; mas Yehováh es muy claro y nos dice que esa noche debemos hacer vigilia; ¿y qué haríamos? La verdad es que si todos los presentes hicieran memoria de su propio éxodo, el tiempo faltaría.

Quiénes pueden participar de Pesaj

Después dijo Yehováh a Moshé y a Aarón: Este es el estatuto del Pesaj: Ningún hijo de extraño comerá de ella, sin embargo, todo esclavo comprado con dinero, lo circuncidarás, y podrá comer de ella. Ni el extranjero ni el asalariado podrá comer de ella… Éxodo 12.43-45 ss

En primer lugar vale la pena aclarar que al presente, y mientras no haya un Templo en Israel, no es posible llevar a cabo la Celebración, puesto que se requiere estar físicamente en Yerushalayim y adicionalmente, el cordero no puede ser sacrificado fuera del recinto de Templo. Así que lo único que podemos hacer en la actualidad es una conmemoración, más que una Celebración. La diferencia está en que mientras no haya un Templo y estemos en la diáspora, tan solo podemos hacer memoria de la Celebración, expresando de esa manera nuestra disposición y deseo sincero de llevarla a cabo si fuera posible.

En segundo lugar, como lo que hacemos en el presente no es el Pesaj como se nos ordena, no es requisito que los participantes estén circuncidados o sean parte de la comunidad de Yisrael; si bien, no tiene sentido que alguien que no esté por lo menos interesado en llegar a ser parte de esta familia, esté presente. Otra cosa sería la celebración “con todas las de la Ley” en Yerushalayim, donde los incircuncisos y ateos o renegados o apóstatas serían excluidos con toda certeza.

La partida

El capítulo concluye declarando que esa mismo día, Yehováh sacó a los hijos de Yisrael por sus escuadrones. Y cabe hacer notar la connotación de ejército que Yehováh le da a su pueblo. No dice que sacó una muchedumbre de familias; dice que sacó escuadrones. ¿Por qué?

Sabemos que al formar parte del pueblo de Yehováh, estamos en una “guerra” permanente. Guerra contra la corriente, contra las presiones, contra nuestros propios deseos y pasiones, etc. No en vano vez tras vez la Palabra habla de nosotros como guerreros. Yeshúa mismo lo declaró cuando dijo: El Reino sufre violencia y solo los violentos lo arrebatan. ¿Se refería a que anduviéramos enfrascados en riñas con todo el mundo? Evidentemente no! Más bien es una advertencia a que este Camino demanda violentarse a sí mismo para dejar de lado lo que el mundo nos vende como importante y para morir a nosotros mismos enfocando nuestra mirada en las cosas eternas.

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