Parashá Trienal – Bereshit 2:4 – 3:24
Nombre de la Parashá: Toledot – La historia
Lecturas Complementarias: Ezequiel 28:11-26 | Romanos 5:12-21
Los versos restantes del capítulo dos, nos hablarán de la creación del hombre y la mujer de una manera más detallada, si bien aún quedarán muchas preguntas por responder.
Adam, fue creado afuera del Jardín del Edén. El pasaje nos dice que Yehováh lo formó, – yatsar en hebreo, que significa literalmente: apretarlo para darle forma, es decir: moldearlo, dando a entender que lo hizo de una manera particular; es decir que mientras las otras cosas fueron creadas mediante su palabra: “Habló Yehováh“, “dijo Yehováh“, en el caso del hombre se afirma que lo yatsar – moldeó. Posteriormente insufló en él – nshamah: soplo, aliento, viento vital, y el ser de barro se convirtió en un hombre viviente.
Para entonces, Yehováh ya había plantado el huerto del Edén, donde puso al hombre que había formado.
NOTA: La narración de estos dos capítulos acerca de la Creación, es un buen ejemplo de la forma de pensamiento y literatura hebrea, la cual no es lineal, como lo es el pensamiento griego occidental. Estamos acostumbrados a un orden secuencial de los hechos y nos cuesta trabajo entender otro tipo de narraciones. Pero en el pensamiento hebreo, las narraciones avanzan y se devuelven! Y cuando sucede así, se añaden nuevos detalles importantes que dan claridad a los relatos. No se trata pues de contradicciones y absurdos como la gente común suele juzgar.
¿CREADO PARA QUÉ?
El hombre fue creado para una tarea particular:
Tomó, pues Yehováh Elohim al hombre, y lo puso en el huerto de Edén para que lo cultivara y lo guardara. Génesis 2.15
El hombre no fue creado para sí mismo. Su razón de ser no es buscar su felicidad ni satisfacer sus propias necesidades. En el presente el sistema del mundo, se mantiene engañando a la humanidad repitiéndole vez tras vez que el propósito de la vida es la propia felicidad, la cual es posible con dinero sin límites. Nada, mas falso!
Ahora surge una pregunta interesante: Si no había maldad hasta entonces, ¿Por qué Yehováh le dijo al hombre que cuidara o guardara el Jardín? La palabra hebrea shamar, es la que corresponde a tal acción y puede significar: cercar, proteger, atender, estar alerta o pendiente, mirar con atención, vigilar, etc.
Por la narración que veremos en el capítulo 3, sabemos que su responsabilidad era mantener el orden de autoridad que Yehováh le había delegado, estando atento para impedir lo que precisamente sucedió.
LA SEGUNDA INSTRUCCION
Me voy a permitir especular un poco, sin pensar que es errada mi propuesta. El primer día de vida de Adam fue un Shabbat. Un día de reposo! Pero no debió ser un tiempo para que se quedara retozando en su lecho… esperando que pasara el día. Es altamente probable que Yehováh empleó ese día para pasarlo con su reciente creación suprema, conversando, dándose a conocer a él, explicándole sus capacidades, y la importancia de tener una cita los dos cada seis días: El Shabbat. Muy probablemente esa fue la primera instrucción, o mandamiento que recibió Adam.
Si fue así, ésta sería la segunda instrucción:
Y ordenó Yehováh ’Elohim al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto come libremente, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal, no comerás de él, porque el día que comas de él, ciertamente morirás. Génesis 2.16-17
La mitzváh – o mandamiento, era sencillo; había centenares de árboles frutales para comer de ellos. Solo de uno debería abstenerse. Al hacerlo, estaría demostrando su confianza en la bondad de su Creador y mantendría alejado todo enemigo o peligro existente. Notemos que Yehováh no le dijo al hombre de tal riesgo: “hay un enemigo que tratará de engañarte por lo cual debes mantenerte obediente”; pero le dio una instrucción que le garantizaría su victoria: No comas del árbol del conocimiento del bien y del mal.
UNA COMPAÑIA IDONEA
Es importante notar que aunque Yehováh detectó la necesidad de esa ayuda para Adam, éste no era consciente de ella. Entonces antes de proporcionársela, le delegó una responsabilidad que le llevaría a darse cuenta de que algo faltaba: nombrar a todos los animales. Completada la tarea, Adam se dio cuenta de que no había una compañera para él, como seguramente había visto que todos los animales tenían. Quizás haya hablado con Yehováh y le haya dicho: Padre, ¿y yo que…? ¿con quién? Estoy solo! La Biblia no dice tal cosa, pero pudo ser.
Entonces Yehováh pone a dormir al hombre y sin pedirle su opinión, forma a la mujer de una parte extraída de Adam. Hawah (Eva) no fue creada del barro como él; ella fue sacada de él. Por eso el verso 1.27 nos dice que ‘Elohim los creó varón y hembra, aunque solo yatsar a Adam; pero en realidad Hawah también estaba siendo creada; dentro de él estaba ella. Ahora era solo cuestión de sacarla de allí y presentársela como su complemento.
LA CLAVE DEL EXITO EN LA RELACION DE PAREJA
Solo mencionaré tres principios que se hallan inmersos en este relato y que son suficientes para que una relación de pareja prospere en cualquier época:
- Principio de Separación: Los cónyuges deben dejar atrás su familia para formar una nueva.
- Principio de Unidad: La pareja debe apuntar metas comunes y no individuales.
- Principio de Transparencia: Nada debe haber oculto entre ellos.
- Todo esto es posible si se lleva a cabo en la Presencia de Yehováh.
Génesis tres es uno de capítulos más sombríos de las Escrituras, aunque a la vez nos revela el origen de nuestros problemas actuales.
Nada hay más evidente en la actualidad, que la renuencia a aceptar la necesidad de depender de alguien. Dentro, en lo profundo de nuestro ser, bulle una necesidad por ser “libres” o “independientes”, para no tener que dar razón de nuestros actos a nadie, para no ser responsables ante nadie, para no tener autoridad alguna sobre nosotros. Esto se evidencia aún en la redes sociales, cuando en sus perfiles casi todo el mundo es: Gerente, Director, Jefe, Supervisor, etc. de algo. No es posible hallar un perfil donde la persona exprese: sub-alterno de…, o: bajo la autoridad de… ¿Lo has notado?
La raíz de esto está en Genesis 3. En esencia allí se plantea el problema de respetar la autoridad. Yehováh había dado una clara instrucción al varón. Este la debió comunicar a su esposa; y ella, llegado el momento de la prueba, se creyó el argumento de poder llegar a ser “jefe”, sin necesidad de someterse al Creador, siendo igual a Él, y erró!
LA VIEJA ESTRATEGIA
El enemigo utilizó con Havah (Eva), la misma estrategia que usa en el presente con todos nosotros:
- Explotar la curiosidad innata que poseemos,
- Incitar nuestros sentidos mediante algo realmente atractivo,
- Crear argumentos que justifiquen nuestras acciones equivocadas,
- Engrandecer los beneficios de tales acciones,
- Esconder o minimizar las consecuencias funestas de tales actos,
- Llevarnos a probar sin riesgo aparente, una sola vez.
Analízalo… ¿los problemas en que te has metido, no tuvieron acaso un proceso similar? Seguramente sí.
EL ETERNO PROBLEMA
La Creación de Yehováh, está hecha sobre la base inconmovible de Su autoridad suprema. Si bien, la autoridad no es algo material que podamos ver o palpar, es la estructura esencial que permite mantener el orden de todo lo creado.
Obsérvalo en la práctica: ¿Qué sucede en un salón de clases cuando se ausenta la autoridad (el maestro)? ¿Qué sucede cuando la autoridad que regula el tráfico de los autos (el semáforo), no funciona? ¿Qué sucede cuando en un hogar no hay una clara definición de quién es la autoridad responsable (el esposo)? La respuesta común es: CAOS – DESORDEN!
Eso sucedió en el Edén. El enemigo sabía que si lograba quebrar la línea de autoridad que fluía de Yehováh y bajo cuya protección se hallaban sus recién creadas criaturas, él se estaría haciendo con el control no solo de ellas, sino de todo aquello que había sido puesto bajo su autoridad.
El ataque del enemigo fue sutil, pero a la vez frontal! Disque… conque… Es como si dijera a Havah: Me pareció haber oído que… a lo cual ella diligentemente respondió, mostrando que habían añadido una cerca a la instrucción de Yehováh:
Del fruto de los árboles del huerto podemos comer, pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, ha dicho ’Elohim: No comáis de él ni lo toquéis, para que no muráis. Génesis 3.2-3
Así es como nos metemos en problemas; cuando añadimos a las instrucciones de Yehováh. Cuando la mujer lo hizo, abrió un diálogo, aparentemente amistoso e inofensivo, que terminó sembrando desconfianza, duda y finalmente avivando el deseo de ser como Dios, es decir de dejar de estar bajo Su autoridad.
El carácter de Yehováh fue atacado y su criatura que hasta entonces solo había recibido bondad de Su parte, no salió en su defensa; en vez de esto, se alió con el enemigo dando crédito a sus argumentos, y aceptándolo como su nueva autoridad:
¿Acaso no sabéis que a quien os presentáis como siervos para obedecerle, siervos sois de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia? Romanos 6.16
Havah eligió rechazar la autoridad de Adam; y este eligió rechazar a su vez, la de Yehováh y someterse al enemigo. Por esto, cuando Y’shua estaba siendo tentado en el desierto,
…Nuevamente lo lleva el diablo, esta vez a un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré si te postras y me adoras. Mateo 4.8-9
HaSatán había usurpado la autoridad delegada a Adam y por eso hace esta oferta a Yeshúa; sabía que si la aceptaba, Yeshúa estaría bajo su autoridad y entonces ya nada ni nadie podría arrebatársela.
CONSECUENCIAS
A partir de aquél momento, Yehováh declara las consecuencias que habría tanto para el hombre como para la mujer. La tierra también llevó su parte, así como la serpiente. Afortunadamente, YHVH en su misericordia hizo la promesa de un descendiente de la mujer que habría de derrotar el mal y retomar la autoridad una vez completada su obra.
REFLEXIONA Y ESCRIBE
¿Cuál fue la consecuencia para Havah?
¿Cuál la consecuencia para Adam?
¿Cómo afectó a la tierra todo este asunto?
¿Cuál fue la promesa hecha por nuestro Padre?
La narración de Génesis 3, no es un simple evento triste que sucedió en el Jardín del Edén. Es el inicio de la problemática que vivimos en la actualidad y que a menos que sea correctamente diagnosticada, y resuelta mediante el regreso al reconocimiento de la autoridad de Yehováh y la obediencia a su Palabra, permanecerá llevando a la humanidad a un caos cada vez peor.