El Poder del Perdón Propio es algo que muchos nos negamos a experimentar,
La Porción de esta semana esta cargada de sentimientos, emociones, acción y redención, solemos centrarnos en Yosef y su perdón lo cual es espectacular, pero la narrativa del dialogo de Yahudáh con Yosef en Egipto, es un capítulo fascinante y complejo que revela la transformación de un hombre marcado por la culpa, hacia uno que busca la redención; recordemos que Yahudáh fue quien tuvo la iniciativa de vender a Yosef en el pasado.
La reunión con Yosef, aunque inicialmente debió estar llena de incertidumbre, nos da la oportunidad de contemplar la actitud de Yahudáh en este momento crítico, imaginemos a Yahudáh llevando consigo la pesada carga de su pasado, quizás la traición hacia su hermano menor aún estaba en su conciencia. Este encuentro es más que una coincidencia del destino; es orquestada por Yehováh no solo para librar a Ya’akov del hambre, es el enfrentamiento con los errores del pasado, una confrontación que obliga a Yahudáh a mirar de frente el reflejo de su propias acciones, pero lo que me llama la atención es que se observa una transformación en él. La dureza de su pasado parece ceder ante una comprensión más profunda. La actitud de Yahudáh, en lugar de resistirse a la verdad, abraza la oportunidad de redención, este encuentro no solo se trata de un reencuentro familiar, sino de la posibilidad de reconciliación consigo mismo.
El Poder del Perdón Propio es algo que muchos nos negamos a experimentar, pero una vez nos abrimos al proceso como Yahudáh, entendemos que la redención no se materializa únicamente a través del perdón que recibimos de la persona a quien fallamos, sino a través de nuestra propia capacidad para perdonarnos a nosotros mismos. La actitud de Yahudáh en este momento crítico no es solo un acto de liberación para él, sino también un testimonio de la capacidad humana de aprender, transformarse y crecer, incluso en medio de los errores más dolorosos. Preguntémonos: ¿Qué podemos aprender hoy?
La actitud de Yahudáh en Egipto nos invita a reflexionar sobre nuestras propias batallas internas. ¿Cuántas veces nos aferramos a la culpa en lugar de abrazar la oportunidad de ser libres? Esta porción de las Escrituras nos enseña que la actitud hacia nuestros errores puede definir nuestro camino hacia la liberación y la paz interior.
Tal actitud, también es un recordatorio de que la redención personal comienza con la aceptación, el perdón de sí mismo y el compromiso de ser una mejor persona. La historia de Yahudáh y la forma como enfrento sus errores nos anima a mirar más allá de nuestros culpas, nos invita a abrazar la oportunidad de redención, muchos prefieren quedarse con la culpa que los destruye; otros decidimos trascender, aprender a perdonarnos y ser un modelo para los demás. Esta es la mejor parte y Yahudáh supo escogerla, busquemos la ayuda de Yehováh para que nosotros también escojamos esa parte.