Por mucho tiempo prevaleció la idea de que la harina blanca era solo para los ricos y nobles y que la harina de grano entero era adecuada para los campesinos.
El pan ha sido constituido por Yehováh desde la creación como un elemento básico para la subsistencia del ser humano. Además es un símbolo significativo a lo largo de toda la Biblia para enfocar no solo la necesidad física de la alimentación, sino también la provisión divina, el ambiente de comunidad y la importancia de la fe. El pan se utiliza también para enseñar lecciones espirituales y para destacar el papel de Yehováh como proveedor y sustentador de su pueblo.
Después que Adán fue expulsado del Jardín del Edén, Yehováh le dijo que ganaría “el pan” con el sudor de su frente, dato que muestra lo fundamental que este ha sido parte del sustento diario desde el comienzo. Hay evidencias del uso del trigo, la cebada y el centeno por los pueblos antiguos (sumerios, mesopotámicos, egipcios), de la misma manera que por el pueblo hebreo.
Vale la pena notar que el pan cobra relevancia en circunstancias claves de la historia de Israel. Por ejemplo en Egipto cuando José, el hijo de Jacob, es nombrado por el faraón para conservar el trigo que mitigaría el hambre por varios años; en el desierto cuando Yehováh provee “pan del cielo” llamado maná, como la principal comida de su pueblo; en el Santuario el pan tiene una mesa especial y es una de las ofrendas estipuladas por Yehováh. Y pudiéramos seguir enumerando el caso del profeta Elías alimentado con pan por un ángel, el del profeta Ezequiel quien recibió de Yehováh una receta especial de pan; y muchos casos mas. Yeshua también le da preponderancia al pan: cuando alimenta a las multitudes, cuando nos enseña a orar pidiendo al Padre la provisión diaria de pan y particularmente cuando hace de la tradición de pan y vino de su pueblo un medio para que recordemos su sacrificio por nuestra salvación.
El pan primitivo no tenía el mismo sabor y textura que el pan moderno. En las primeras centurias de esta Era Común, la producción de harinas tamizadas se extendió por Grecia y varios países del Mediterráneo, dando como resultado la “harina blanca” lo que permitió producir panes mas blancos con textura mas suave y pasteles mas delicados. Este proceso apartó la textura mas gruesa del grano (el salvado y el germen) de la mas suave.
Por mucho tiempo prevaleció la idea de que la harina blanca era solo para los ricos y nobles y que la harina de grano entero era adecuada para los campesinos. De la misma manera, como cosa curiosa, se creía que el sobrepeso era señal de que un individuo era saludable, alguien que no necesitaba hacer trabajos manuales y que podía tener acceso con indulgencia a la buena comida y por supuesto al pan blanco. La gente pobre miraba con envidia a quienes podían tener estos lujos. Sin embargo, no es de sorprendernos que la mala salud y la enfermedad abundaran entre los ricos y que las advertencias hechas por sus médicos fueran en vano.
El cultivo del trigo ha sido un pilar económico en numerosas sociedades; por tanto el objetivo entre los agricultores ha sido buscar su mejor rendimiento, la resistencia a las enfermedades y la adaptación a diferentes climas y suelos. Esto se ha logrado mediante la selección de las semillas, el cruce de ellas, la manipulación científica y hasta la modificación genética de la planta. Si bien se ha logrado la aparición de diferentes tipos de trigo, como el duro, el blando y el rojo, no ha sido sin pagar el alto precio de las alergias que hoy nos acompañan.
Fue solo hasta comienzos del siglo 20 que se entendió cabalmente la deficiencia nutricional del pan blanco. Primero se encontró que los beneficios para la salud que tiene el grano entero se deben al contenido de fibra de la cascarilla o salvado, y luego se descubrieron los fitoquímicos protectores y los poderosos antioxidantes de las capas externas de los granos.
En resumen, la historia del trigo es la historia de la interacción entre el ser humano y la naturaleza, y cómo el cultivo y uso de esta planta ha influido en el desarrollo de la civilización y la alimentación humana a lo largo de milenios. Por su completo valor nutricional y a pesar de recibir en la actualidad tan negativas advertencias y de ser prohibido en muchos círculos médicos, hemos de analizar con cuidado todo lo concerniente al mismo.
Datos curiosos.
- Hipócrates el padre de la medicina recomendó la harina de grano entero por su efecto saludable en los intestinos.
- En 1683, Tomas Tryon en su libro: “El Camino de la salud, Larga Vida y Felicidad” escribió: Cuando la harina fina es separada del salvado y el germen, ninguna parte por separado realiza la verdadera función de la comida del trigo entero.
Excelente artículo. Muchas veces no advertimos las profundas enseñanzas que hay un poco más profundo en las Escrituras.
Felicitaciones por el trabajo que realizan en favor de los santos
Esto responde. A todas mis dudas sobre el pan , me preguntaba cómo podía algo que Dios creo hacernos daño hoy en día