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Bereshit 46:28 – 48:22 | Shalaj

Parasha Trienal – Bereshit (Génesis) 46:28 – 48:22

Nombre de la Parashá: Shalaj – Había enviado

Lecturas Complementarias:

Un nuevo hogar

Conforme se acercaban a Mitsráyim, Ya`akov envió a su hijo Yahudáh por delante, para que Yosef le indicara el camino a la tierra de su nuevo hogar. Habitarían en Gosén. Era la mejor parte a orillas del río Nilo, con abundante vegetación, agua y pastos suficientes para sus ganados. No era el desierto donde se hallan las pirámides, mas no es posible definir de manera precisa la ubicación exacta de Gosén.

Entonces Israel dijo a José: Ahora puedo morir, después de haberte visto en persona y vivo. Génesis 46.30

Curiosamente las palabras que expresa Ya`akov al encontrarse con su hijo Yosef, son muy similares a las que usó Shimeón, un anciano “justo y devoto” que habitaba en Yerushaláyim cuando Yeshúa fue llevado al Templo:

Ahora, Soberano, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; porque mis ojos vieron tu salvación, la cual preparaste en presencia de todos los pueblos; luz para revelación de los gentiles y gloria de tu pueblo Israel. Lucas 2:29-31

Los hermanos de Yosef ante Paroh

Resulta muy interesante, y un misterio también, que Yosef haya instruido a sus hermanos para decir a Paroh de manera explícita, que ellos eran pastores de ovejas, ya que estos eran considerados una abominación por los mitsritas. (Génesis 46.34). Pareciera ser que la razón para esto, era que Yosef sabía que diciendo esto, podrían permanecer lejos de la ciudad, que se hallaba saturada de idolatría, y quizás Yosef fue guiado por Yehováh, para mantener lo más alejado posible a su pueblo de tales influencias. Por otro lado, siendo que los mitsritas deidificaban a las ovejas, no consideraban que estos animales deberían ser sacrificados a la manera que los hacían los pueblos Semitas, por lo cual no querrían que estas personas habitarán entre ellos. Más tarde Moshé en su discusiones con el Paroh , mencionará esto como un argumento para no ofrecer sacrificios en la tierra de Mitsráyim, según Exodo 8.26.

Otra posible razón, es que tradicionalmente existía una antipatía natural entre los pastores y los agricultores, puesto que los animales usualmente causaban daño a los cultivos, lo cual era justificado por los pastores para dar alimento a sus animales. Así, Paroh estaría pidiendo a los hermanos de Yosef asumir tal tarea para evitar la rivalidad entre los mitstritas agricultores y pastores.

Ya`akov y Paroh

En el corto diálogo entre Paroh y Ya`akov, observamos que la respuesta de éste ante la pregunta de su edad, usa palabras que nos dejan percibir la visión que tenía de la vida:

Los días de los años de mis peregrinaciones son ciento treinta años. Génesis 47.9

Yaaqov hace referencia sus peregrinaciones, dando a entender que no pertenece a esta tierra y que su destino era otro que ser grande en este mundo, como lo era Paroh. Esto nos permite ver que Ya`akov había entendido perfectamente las palabras que Yehováh había dicho a su abuelo Avraham: Tu descendencia habitará como forastera en Génesis 15.13. Ya`akov nunca trato de oponerse al plan de Yehováh; simplemente se adaptó y con el tiempo comprendió con claridad, que su llamado era a ser una persona diferente, con metas y propósitos diferentes a los que tenía la gente común que lo rodeaba.

Lo anterior nos recuerda las palabras del autor de la carta a los Hebreos:

Conforme a la fe murieron todos éstos, no habiendo recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, las creyeron y las saludaron, confesando así que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. Hebreos 11.13

Ya`akov bendijo a Paroh. Y esta bendición fue no solo de palabras, pues a través de su hijo Yosef, tanto Paroh como todo su pueblo, experimentaron la bendición de la buena administración que este hizo de la abundancia con que Elohim bendijo al país.

Ahora, uno se pregunta: ¿Por qué, después de tal manifestación poderosa de Yehováh a favor del pueblo mitsrita, ellos nos e volvieron al Dios de Ya`akov? Desde allí comienza a revelarse el corazón duro del gobernante que posteriormente ha de subyugar a los hijos de Ya`akov.

Yosef lo adquiere todo para el Paroh

La narración nos dice que conforme la hambruna creció, Yosef fue adquiriendo paulatinamente, los bienes, los ganados, las propiedades y hasta las personas para que fueran propiedad del Paroh, debido a que la gente tuvo que pagar su alimento.

En cierto sentido, Yosef es una sombra del Mesías en esto también, porque Yeshúa habrá de rescatarlo todo, incluidas las vidas de su pueblo, para ponerlo todo a los pies del Padre, cosas que sucederán en un tiempo de grave crisis, como lo fue en el tiempo de Yosef. En el presente la gente que experimente verdadera hambre por la Verdad, será saciada por el Ruaj de Yehováh y mediante la obra de Yeshúa tendrá la oportunidad de llegar a ser “propiedad” del Padre, es decir de ser adoptados e integrados en la familia celestial.

Efráyim y Manashe

Yosef era el mayor de los hijos que Rajel dio a Ya`akov, pero no era el primogénito de éste. Ese lugar correspondía a Reuvén hijo de Leah; pero en algún momento Reuvén profanó el lecho de su padre cuando se acostó con la sierva de Rajel, Bilhah quien era concubina de Ya`akov (Génesis 35) y eso ocasionó la pérdida de su primogenitura.

Fue Yosef quien recibió tal honor. Los hijos de Yosef, Menasheh y Efráyim, fueron entonces adoptados por Ya`akov y ellos vinieron a ser como los demás hijos, teniendo una parte de la herencia en todo sentido.

Cuando Yosef presenta a sus hijos para ser bendecidos por su padre Yisrael (Ya`akov), sucede algo inesperado para él, cuando su padre dice:

Elohim en cuya presencia anduvieron mis padres Avraham y Yitsjak, ‘Elohim que me ha pastoreado desde que existo hasta este día, el Angel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Avraham y Yitsjak, y aumenten hasta ser una multitud en medio de la tierra.

Yosef se molesta por la manera en que Ya`akov ha puesto sus manos sobre sus dos hijos, pues tiene su mano derecha sobre el menor, lo cual es un tremendo error a su juicio! (La mano derecha o el lado derecho, en la cultura oriental significa privilegio, prelación, supremacía y Ya`akov está haciendo lo contrario dando más importancia al menor).

Ya`akov entonces le explica que él sabe lo que está haciendo, y así dirigido por Yehováh profetiza lo que habría de ser el futuro de Efráyim:

Su padre rehusó [cambiar la posición de las manos] y dijo: lo sé, hijo mío lo sé.  También Menasheh llegará a ser un pueblo, y también será grande. Sin embargo su hermano menor (Efráyim) será más grande que él, y su descendencia llegará a ser una multitud de naciones.

Entender este momento de la historia es clave para comprender lo que sucedió posteriormente cuando el reino se partió a la muerte de Shelomoh (Salomón), porque las Tribus del Norte partieron bajo el liderazgo de un descendiente de Efráyim: Yarobam (Jeroboam) y más tarde fueron expatriadas y dispersadas por los rincones de la tierra. Esta es la raíz de nuestra verdadera identidad.

QUIEN ES EFRAYIM ACTUALMENTE

Las diez Tribus del Norte, llamadas también Casa de Israel o  Efráyim (Efraín) ó Yosef (José) en muchos pasajes del Tanak (Antiguo Testamento), han sido el medio por el cual Yehováh ha bendecido a las demás naciones, pues a pesar del desconocimiento de su identidad y aún del rechazo de la misma, las promesas hechas por Yehováh a Avraham, Yitsjak y Ya`akov, permanecen vigentes, pues aunque seamos infieles, Él no puede negarse a sí mismo.

De esta manera el mensaje de Yeshúa, ha llegado hasta los confines de la tierra en cumplimiento de lo anunciado por él mismo: He sido enviado a buscar a las ovejas perdidas de la Casa de Yisrael. Y así es que para rescatar tales ovejas, Yeshúa envía discípulos que hemos estado llevando Su Palabra por todo el mundo de manera que quienes somos sus ovejas, escuchamos su llamado porque reconocemos su voz.

Ahora, en el desarrollo de la historia, hay multitudes que se han vinculado a los verdaderos seguidores de Yeshúa, como sucedió a la salida de Mitsráyim (Egipto), cuando una cantidad innumerable de gente no Yisraelita aprovechó para escapar de la esclavitud. Pero muchos de estos oportunistas nunca entendieron el privilegio de ser parte de la nación escogida por Yehováh al igual que ahora.

En la Asamblea de Yisrael hay toda suerte de aves que vienen y anidan allí, porque ven oportunidades, ya para saciar sus necesidades emocionales, ya para satisfacer sus necesidades de actividades sociales sanas, ya para desarrollar sus negocios, ya para procurar una profesión como en el caso de los ministros que se educan profesionalmente y son contratados para predicar o “pastorear” sin haber recibido nunca un llamado de parte del Elohim Eterno para ejecutar tal tarea.

EFRAYIM ESTA SIENDO DESPERTADO

Lo hemos dicho antes: Estamos viviendo la época más emocionante de la historia, porque estamos ad-portas del final. Lo que estaba previsto que sucediera, ya casi ha sucedido del todo; solo quedan algunos detalles para el final.

Así Yehováh está a punto de terminar su plan y lograr su objetivo: La restauración de todas las cosas a su orden original. Sí. Toda esta historia conduce a la restauración de Su soberanía y autoridad en todo el Universo, la cual se había perdido a causa de la rebelión de LuzBel y posteriormente de Adam.

Así en estos días Yehováh está despertando a todos aquellos que somos descendientes de las tribus perdidas y también está comenzando a despertar a Yahudáh, a quien conocemos como: los judíos. Ellos son nuestros hermanos y un día estaremos finalmente juntos, según está previsto en Ezequiel 37 y en muchas otras partes de la Escritura.

Necesitamos aprender de ellos lo que tantos siglos de mantener su identidad, les ha enseñado; pero ellos también necesitan aprender de nosotros quien es el Mesías verdadero: Yeshúa, a quien también nosotros debemos retornar. No hablo del Jesús occidentalizado, sino del auténtico Mesías, el Yahudita, el de raíces hebreas, el que modeló guardando la Toráh sin abolirla, el que guardaba el Shabbat y la Fiestas de Yehováh, el que vino a salvar y buscar lo que se había perdido.

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