Pocos se detienen a pensar en las grandes cifras que se mencionan en los relatos del Tanak (Antiguo Testamento), porque asumen que las copias de estos que tenemos a la mano, son tan absolutamente confiables como los manuscritos originales. Es más, hemos sido entrenados para ni siquiera preguntarnos detalles respecto a las narraciones, porque nos sentimos culpables de hacerlo y sentimos temor de cuestionar la veracidad de tal información. Nos olvidamos que el mandamiento de Yehováh expresa: Amarás a Yehováh con todo tu corazón, con toda tu mente, y con todas tus fuerzas!
Pero para poder amarle con todas nuestra mente, esta debe estar satisfecha y tener respuestas razonables, no impuestas, a las preguntas lícitas que nos pueden surgir. Yehováh no nos prohíbe pensar y mucho menos hacernos preguntas para llegar a la Verdad; Él nos ha dado una mente capaz de observar, evaluar y juzgar, porque nada de lo que Él hace contradice la razón con la cual nos dotó. Quizás haya eventos que van más allá de la razón por lo cual se hace necesaria la fe; pero nunca irán en contra de la razón.
Tomemos el caso del Éxodo. Se nos dice que había 600.000 hombres en edad militar, por lo cual, tradicionalmente, se hacen cálculos que entre ancianos, mujeres y niños, la población total debería ser aproximadamente tres veces mayor, es decir de 1.800.000 personas. Algunos llegan a firmar que podrían ser entre dos y tres millones de personas las que salieron de Egipto. Pero… nunca se han detenido a pensar en las implicaciones logísticas de la movilización de un grupo tan grande, que además llevaban consigo enseres, y ganados en gran cantidad.
Si este grupo era así de grande, esto supone que la población de Egipto debía ser mucho mayor, lo cual nos debe llevar a preguntarnos: ¿Era posible en esa época, que un país tuviese una población de varios millones de habitantes? ¿Qué de las ciudades? ¿Tenían una infraestructura de servicios básicos tan sofisticada como las modernas, para poder alojar enormes poblaciones de gente?
Si las cifras fueran menores, ¿acaso los milagros perderían su valor?
Lo primero que debemos mantener en mente, es que las manifestaciones del poder de Yehováh no se minimizan si el tamaño de la nación de Yisrael hubiese sido más pequeña. Las plagas siguen siendo diez y siguen conservando su característica de sobrenaturales: “dedo de Dios es este”, como las definieron los mismos egipcios. La apertura del Mar, igual hubiese tenido que suceder para que pasaran cien, o mil o un millón de personas! por lo cual no debemos temor de pensar un poco.
Los opositores de la Biblia así como los “sabios” del presente, argumentan que los grandes números en el Tanak (Antiguo Testamento) hacen que esos relatos no sean confiables. Entonces necesitamos una respuesta racional a la pregunta: ¿cómo vamos a entender estos números tan grandes? ¿Deberíamos tomarlos literalmente, o hay otra forma en que los antiguos quisieron que se los entendiera?
La siguiente es una muestra de pasajes problemáticos en el Antiguo Testamento debido al tamaño de los números involucrados, para los que debiéramos preparar una respuesta:
- Las edades de los patriarcas antediluvianos en Génesis 5 han hecho que algunos consideren el relato como mítico.
- Los censos en el libro de Números capítulos 1 y 26, de los combatientes de Israel (603,550 y 601,730 respectivamente) sugieren una población total de entre 2 y 3 millones. Algunos creen que esto es increíblemente grande por las razones que enumeraremos a continuación.
- Jueces 12: 6 declara que Jefté mató a 42,000 de la tribu de Efraín. La tribu de Efraín solo ascendía a 32.500 (véase Núm. 26) al entrar a Canaán. Incluso al permitir un par de siglos de crecimiento, algunos académicos creen que este número es demasiado grande.
- 1 Reyes 20:30 dice que 27,000 sirios huyeron a Afec y murieron cuando un muro cayó sobre ellos. ¡Este hubiera tenido que ser un enorme muro, del cual no se han hallado pruebas arqueológicas hasta ahora!
- El censo de David está registrado en 2 Samuel 24 y 1 Crónicas 21. Aunque los números son grandes, no son del todo imposibles. El problema aquí es que los números son diferentes, ¡aunque hablan del mismo censo!
Lo anterior es solo una muestra de los problemas causados por grandes números en el Antiguo Testamento.
Una posible respuesta
Lo que pudiera ser la clave más importante para resolver este misterio, está ligada con el significado de la palabra hebrea ‘elep. Si bien esta palabra normalmente significa “mil”, también puede ser traducida como “familia” o “grupo” (por ejemplo, Jueces 6:15). Otras traducciones ofrecidas por eruditos incluyen “capitanes” o “tiendas de campaña”. El argumento detrás de estas traducciones es que si un pasaje menciona “3 ‘elep de soldados”, esto podría significar:
“3 escuadrones de soldados”, (tal vez compuestos por 10-50 hombres)
“3 capitanes más sus soldados”
“3 mil soldados”.
Así, es muy probable que los copistas de los manuscritos antiguos, hayan introducido variaciones en el texto que estaban trabajando, por un simple descuido, y estas se hayan perpetuado tanto en la tradición, como en las traducciones subsecuentes.
Problemas “lógicos” de las cifras del Éxodo
- El primer problema que surge, es el de cómo Moshé pudo organizar a tanta gente (1.800.000 personas) para que todos recibieran instrucción detallada; por ejemplo para efectuar la Pascua y para salir, en tan poco tiempo luego de la “autorización” del Faraón. Tengamos en cuenta que no había los medios de comunicación existentes hoy: Radio, teléfonos, megáfonos, etc.
- Al salir huyendo, una población tan enorme, se generarían problemas básicos de logística, puesto que marchaban con animales, enseres, y además con mujeres, ancianos y niños. Imagínate una muchedumbre de dos millones de personas saliendo apresuradamente con todos sus enseres, de una ciudad…
- Sería imposible para tal número personas cruzar el Mar Rojo en el corto tiempo registrado.
- Para Moshé hubiera sido imposible juzgar a casi dos millones de personas. (Éxodo 18: 13-22).
- Si Israel hubiera sido una nación tan enorme, ni los edomitas ni ningún otro pueblo se hubiera atrevido a hacerles frente, y tampoco hubieran tenido dificultad alguna para conquistar Canaán.
Algunas posibles opciones
Quienes han dedicado gran parte de su tiempo a la investigación de esta realidad, han arribado a estas conclusiones:
Luego de diversos cálculos y comparaciones cuidadosas entre los dos censos registrados en el libro de Números, algunos investigadores han concluido que la fuerza militar de Israel para ese tiempo pudo haber sido de alrededor de 18.000 soldados – mayores de 20 años. Los menores de esa edad, probablemente fueran un número un poco menor, pero adicionando el número de los levitas mayores que no podían enlistarse para la guerra, es probable que el número de este segundo grupo fuera de otros 18.000, para un total de 36.000 varones.
Si el número de mujeres era aproximadamente igual, tendríamos una población total de unas 72.000 personas, lo que todavía hace que sea una multitud de difícil manejo. Piense por un momento en un estadio de fútbol lleno, para tener una idea. Recuerde que no hay altavoces, celulares, imprenta, periódicos ni nada!
Comparado a los dos o tres millones que algunos consideran, relativamente es un grupo pequeño, pero aún lo suficientemente grande para dirigirlo y para sustentarlo durante su travesía por el desierto durante 40 años!
Como mencionamos anteriormente, los mismos milagros e intervenciones de Yehováh hubieran sido necesarios para un grupo así, e igualmente reconoceríamos su poder y daríamos a Él toda la gloria de tan única y sobrenatural liberación.
Pero… piensa, investiga, ora y usa tu mente para puedas aclarar cosas como esta, de manera que puedas amar a Yehováh tal y como Él lo ordena:
Oye, Israel: Yehováh nuestro Dios, Yehováh, uno es.
Amarás a Yehováh tu Elohim con todo tu corazón, con toda tu mente, y con toda tu fuerza.
Deuteronomio 6:4-5
[…] Una vez más estamos ante un testimonio, que suele pasar desapercibido, respecto del real tamaño del pueblo de Yisrael. Para más detalles sobre esta discusión, vea el tema: Los que salieron de Egipto, ¿cuántos fueron realmente? […]