En Éxodo 33:12 – 23, Moshé hace una petición extraordinaria al Padre: “quiero ver Tu gloria”. A pesar de que Moshé ya había tenido varios encuentros muy especiales con Él, quería estar seguro de que Yehováh iría con ellos en el resto de la travesía y por eso quería tener una experiencia en donde tuviera esa certeza.
Sin embargo, la respuesta de Yehováh es aún más profunda y reveladora. Ante esta petición, le responde diciendo que Él pasará Su bondad delante de él.
Yehováh está anunciando a Moshé una experiencia de Su bondad y gracia lo cual es suficiente para saber que es Él es fiel cuando habla. En lugar de mostrarle Su rostro, Él revelará Su bondad y amor hacia Moshé de una manera que él pueda percibir y comprender. Esta experiencia de la bondad divina es aún más significativa y transformadora que simplemente ver Su rostro.
Nosotros a menudo buscamos comprender completamente a Dios o experimentar Su presencia de manera tangible, pero la respuesta de Yehováh a Moshé, nos recuerda que la verdadera comprensión y conexión espiritual pueden manifestarse de maneras más sutiles, a través de la experiencia de Su bondad y gracia en nuestras vidas.
En resumen, la respuesta de Yehováh a la petición de Moshé de “ver Su rostro”, enfatiza la bondad y la gracia divina; manifestadas en este caso en Su compromiso de tener misericordia del pueblo, pese a la caída de Israel con la adoración al becerro de oro, Moshé podría estar seguro de la fidelidad de Dios.
Algo muy parecido le paso a Felipe (Juan 14: 8-10) quien le pidió a Yeshúa que le mostrara al Padre; claramente Yeshúa enfatizo en que él, era la expresión de la bondad de Yehováh, así que no pidamos tanto ver cosas tangibles; busquemos percibir Su bondad en cada una de las áreas de nuestra vida, para que podamos estar firmes sobre la peña.