dementia-3051832_1280

Casos de la Vida Real

Creo que no alcanzamos a entender la trascendencia de cuidar nuestra alimentación, hasta que nos encontramos con las consecuencias de una mala nutrición muy cerca de nosotros. Tristemente hoy necesitamos invertir tiempo en evaluar lo que compramos para comer, su procedencia, la manera como fue cultivado o levantado, si es genéticamente modificado o no; es decir muchas cosas que nuestros abuelos nunca se preguntaron. Así que invertir tiempo investigando como alimentarnos mejor, no es tiempo perdido, sino salud preventiva.

Les contaré el caso que en estos días he conocido y que me ha sorprendido grandemente. Conozco una familia compuesta por varias hermanas a las que tuve el gusto de visitar años atrás en otra ciudad del país. Son personas mayores, cuyas edades están en los tempranos setentas.

La mayor de ellas solía hacer comida especial y típica cuando la visitábamos; nos atendía con genuina generosidad. Pero un día, otra de sus hermanas me comentó que ella comía muy poco, dos o tres cosas que repetía siempre. Entonces cuando tuve la oportunidad de hablarle de la importancia de comer saludable, se excusó diciéndome que ella padecía de un fuerte desorden de diabetes y que por eso no podía probar muchos alimentos. Hace como dos años su salud empezó a desmejorarse y en este momento no nos reconoce, ni es posible sostener una conversación con ella, repite la misma idea una y otra vez. Por supuesto no hizo ningún cambio en sus costumbres alimenticias y hoy está cosechando el fruto de su desnutrición.

La siguiente señora por muchos años trabajó como promotora de una empresa de productos saludables para alcanzar buena nutrición y muchos conocidos suyos compraban sus suplementos. Un día estando en su casa hablando de la comida me decía que ella también consumía los suplementos, y que desde que el esposo había muerto, ya cocinaba muy poco por falta de motivación, pero que se mantenía bien, pues usaba los batidos y pastillas de la marca que distribuía. Por supuesto, trate de hacerla caer en cuenta que nunca se podía sustituir la alimentación natural que viene de la tierra, lo provisto por nuestro Padre, por cosas procesadas y desnaturalizadas. Bueno, conversé con ella en días pasados pero su voz estaba muy ronca y entrecortada por falta de aire, lo que me impresionó fuertemente. Tiene una afección en sus bronquios que hace su conversación lenta y difícil y tiene un tumor en su sistema respiratorio.

La menor de las hermanas muy poco amiga de la cocina, siempre se alegraba de que yo llegara a su casa porque seguro que haríamos platos sabrosos para la cena. Muchas veces conversamos sobre el valor de comer saludable y la animé para que usara el internet para aprender y para variar las recetas. Pero seguramente, el hecho de ser la menor de esa familia y de tener un temperamento tranquilo, hizo que ella no se afanara por hacer de la cocina algo principal en su vida. Además la facilidad de acceder a comida pre-hecha de supermercado y comida rápida muy barata, no le ha ayudado en los propósitos que hizo muchas veces. Ahora el médico le dijo a su hija que ella tiene Alzheimer, y está perdiendo la memoria.

Cuidar el cuerpo, no ha sido parte de las enseñanzas bíblicas recibidas; como si esto no afectara la comunión con nuestro Creador o como si Él no nos hubiera enseñado al respecto en su Palabra. Los hábitos alimenticios de quienes creen en Yeshúa, con facilidad siguen los patrones que ven a su alrededor. De la misma manera no se preocupan por el consumo, a veces excesivo, de medicinas y tampoco por el sedentarismo, por los desordenes del sueño y tantas otras cosas que son requeridas para mantener una buena salud.

Ciertamente, estas amigas han perdido su vitalidad por la suma de circunstancias que no consideraron importantes. Ahora a través de sus familiares y conocidos trato de ponerles al tanto de buenas investigaciones que por internet podemos conocer, porque estoy convencida que todas estas alteraciones se pueden revertir con buenos nutrientes y un deseo sincero de querer seguir sirviendo a nuestro Padre.

Mira a tu alrededor, reflexiona, aprende y haz los correctivos necesarios a tiempo, para que tu vida sea realmente un testimonio, al tener una vida radiante.

Tags: No tags

2 Responses

Déjanos tu comentario