Nos enfrentamos a atender este tema en la medida que los adelantos tecnológicos progresan día a día, incrementándose también la aparición del síndrome llamado “Hipersensibilidad a los Campos Electromagnéticos”. En este momento ya se ha comprobado que pueden causar estrés oxidativo severo y daños biológicos.
Hoy con frecuencia la gente habla sobre lo genial que es “la tecnología 5G”, porque pueden descargar una película de Hollywood en un abrir y cerrar de ojos; posiblemente hablamos de 10 a 100 veces más rápido que la tecnología 4G existente. Pero ¿realmente la necesitamos? Incluso si realmente la necesitamos, si entendemos la ciencia que ya tenemos, es muy obvio que, para nuestra salud y la salud del planeta, el ecosistema, las plantas, los insectos y todo, “la tecnología 5G” es una mala noticia, dice Burrell.
Cuando el señor Lloyd Burrell vio afectada su salud por los campos electromagnéticos se convirtió en un investigador y defensor de la protección contra ellos, y durante los últimos 15 años ha comunicado todo su aprendizaje a quien lo necesite. De la siguiente manera el resume cómo comenzó su problema:
“Recuerdo muy bien el día, estaba bien, de repente tuve un tipo de conciencia espacial extraña y alterada, un ligero mareo, sin saber qué hacer. Y después de lo extraño tuve una sensación de ardor bastante desagradable en mi oído, y luego en mi cara.
En ese momento tenía un negocio de alquiler y durante cierto período de tiempo recibí muchas llamadas para hacer las reservas de estos alquileres. Pero la situación pasó de ser desagradable a insoportable, en cuestión de días. Fue algo tan malo que fui a ver a mi médico y no encontró nada malo en mí, solo que tenía la presión arterial ligeramente alta, y me envió a hacer varias pruebas. Tomé una semana de vacaciones y cuando regresé y respondí mi teléfono ahí estaba de nuevo el malestar.
Fue entonces cuando lo comprendí. No solo reaccionaba a mi celular, sino también a mi computadora. Reaccionaba a la televisión. Reaccionaba a la radio en el auto. Empecé a reaccionar a todos los aparatos eléctricos, incluso a mi teléfono fijo con cable”.
Hoy en día la mayoría de las personas son bombardeadas con radio frecuencia y radiación de microondas emitidas por tecnología inalámbrica, enrutadores, teléfonos inteligentes, tabletas, monitores para bebés, TV inteligentes, electrodomésticos, medidores inteligentes y muchos mas dispositivos que se encuentran en los hogares y en todo lugar. Los efectos en la salud que pueden empezar a presentarse son:
- Trastornos neurosiquiátricos: ansiedad, depresión, alzheimer, síndrome de falta de atención, autismo.
- Problemas hormonales
- Problemas cardíacos
- Infertilidad especialmente en los varones
- Daño en el ADN celular
- Ruptura de la barrera hematoencefálica
- Cáncer
- Disminución de la melatonina
- Trastornos del sueño
Además los efectos de la recién implementada tecnología 5G se han asociado con ardor en la piel causado por las hondas que emite cuando se ponen en contacto con las glándulas sudoríparas; también con la función inmunológica deprimida, los problemas oculares, los problemas de aprendizaje y la demencia.
Consejos de Burrell para enfrentarnos a esta realidad.
Ante todo el recomienda comprender la situación a la que nos enfrentamos, pero estudiar al respecto puede ser muy complejo. Sin embargo un buen acercamiento sería entender que hay tres categorías principales de campos electromagnéticos que debemos evaluar: radiación de radiofrecuencia (RF), campos magnéticos y campos eléctricos, más electricidad sucia, que es un subproducto de esta última. Todos estos están en el espectro electromagnético y se miden en términos de frecuencia y longitud de onda. Lo ideal es poder utilizar medidores especiales (Acoustímetro) que nos indican que exposición estamos afrontando; pero la mayoría de nosotros no contamos con estos aparatos. Entre tanto, puedes hacer varias cosas prácticas.
- Identifica los puntos críticos en tu hogar, o sea los lugares donde hay mas aparatos conectados, mas servicios inalámbricos, equipos de tecnología moderna, etc.
- Enfócate en tu habitación es de suma importancia, ya que allí es donde pasas la parte más importante de tu vida, porque es el tiempo en que tu cuerpo realiza toda la función de limpieza y reconstrucción. Saca todos los dispositivos eléctricos o inalámbricos de tu habitación, como mantas eléctricas, monitores para bebés, despertadores y bases de teléfonos inalámbricos.
- Apaga lo que genera los campos electromagnéticos. Por ejemplo, puedes apagar tu celular cuando no lo uses, sobre todo por la noche cuando duermes. Lo mismo tu enrutador inalámbrico. Idealmente, conecta tu hogar con cables y renuncia por completo a la conexión inalámbrica.
- Muchos aparatos “inteligentes” también generan radiación alta de radio frecuencia y es posible que no te des cuenta a menos que la midas. Tu lavavajillas o lavadora de ropas podría estar emitiendo radiación.
- Apaga la electricidad de tu habitación. Puedes hacerlo de forma manual con el interruptor de circuito después de identificar el correcto, o puedes instalar un dispositivo automatizado programable.
- Si no puedes apagar los dispositivos, o desenchufar los electrodomésticos aumenta la distancia con ellos, especialmente en la noche.
- Identifica las torres de la ciudad donde han puesto los elementos de distribución y asegúrate de que tu vivienda este lo más lejos posible de una de ellas.
- Como último recurso, y en la medida que seas mas sensible a estas radiaciones instala algún tipo de blindaje. Por ejemplo, es posible que necesites proteger una pared, el techo o el piso. Hay varias formas de hacerlo, incluido el uso de pintura o de tela protectora. Para mayor información visita el sitio web de Burrell, ElectricSense.com o consigue su libro EMF Practical Guide , que está disponible en su sitio web y en Amazon.
Tristemente, la industria inalámbrica cuenta con el apoyo de las agencias reguladoras internacionales, y eso hace más compleja la situación, ya que las autoridades de salud pública y las entidades reguladoras de los países también la promueven como segura. Hagamos lo mejor que esté a nuestro alcance y descansemos en el cuidado que nuestro Padre tiene de cada uno de sus hijos.