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Deuteronomio 29:10 – 30:20 | Nitzavim

Parashá Anual: Deuteronomio 29:10 – 30:20

Nombre de la Parashá: Nitzavim – Estáis delante

Lecturas Complementarias: Isaías 61:10-63:9 | Juan 12:41-50

Libres para elegir lo bueno

En la Parasha Nitzavim, Yehováh pone ante su pueblo dos opciones diametralmente opuestas: la vida y el bien (et ha’chayim v’et ha’tov), o la muerte y el mal (v’et hamavet v’et hara).

Así como un buen padre puede instruir a su hijo o hija en cuanto a la mejor decisión a tomar, Yehováh instruye a sus hijos a elegir la vida.

Hoy mismo llamo por testigos contra vosotros a los cielos y a la tierra, de que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge pues la vida, para que vivas tú y tu descendencia, amando a Yehováh tu Dios, obedeciendo su voz y siéndole fiel. Vs. 19-20

Este versículo provee una increíble visión del propósito de la Toráh.

Yehováh nos dio las Escrituras como guía para que sepamos lo que es bueno y lo que es malo; sin embargo, depende de cada uno de nosotros vivir de acuerdo con la Palabra de Yehováh aceptando el bien y rechazando el mal, o vivir de acuerdo con los dictados de nuestro propio corazón y la perspectiva cultural actual o cosmovisión del mundo.

Este es el concepto de libre albedrío que Yehováh ha dado a la humanidad.

Un antiguo comentarista de la Biblia judía, Rashi, cita una historia o midrash, en la tradición oral (en el tratado Niddah) sobre el ángel responsable de la concepción que pregunta a Dios si el niño crecerá para ser fuerte o débil, sabio o tonto, Rico o pobre.

El ángel, sin embargo, nunca pregunta a Dios si el niño se convertirá en malo o justo, ya que Dios puede determinar las circunstancias de su vida, pero la decisión de elegir el buen camino o el mal ha sido dejada a libre albedrío del hombre.

Libres para elegir la vida en medio de la adversidad

Aunque no es posible controlar todas las circunstancias que afectan nuestras vidas, podemos determinar cómo reaccionaremos ante ellas.

Podría ser más fácil ser feliz o ser agradable cuando todo va bien, pero no hay garantía de que lo seremos igualmente en medio de los malos tiempos.

Del mismo modo, las circunstancias trágicas no tienen que sacudirnos de nuestra firme base para que perdamos la fe en Yehováh y nos volvamos miserables y amargos.

Un famoso psicólogo y sobreviviente del Holocausto, Viktor Frankl, escribió en su libro Man’s Search for Meaning (Búsqueda del hombre por significado), sobre la capacidad de la humanidad para ejercer el libre albedrío durante las horribles circunstancias de la concentración nazi y los campos de la muerte.

Aunque podríamos esperar que una persona sería incapaz de actuar de una manera amable, moral y humana bajo condiciones tan terribles, Frankl reporta en su libro que este no era el caso; observó muchos ejemplos de individuos heróicos.

Frankl escribió:

“[Estos hombres] ofrecen pruebas suficientes de que todo le puede ser quitado a un hombre, menos una cosa: la última de las libertades humanas que consiste en elegir la actitud de uno en cualquier conjunto de circunstancias; es decir elegir el propio camino…”.

(Págs. 86-88)

Incluso bajo estrés físico y emocional extremo, podemos elegir nuestro comportamiento -ya sea amar y perdonar- o permanecer en odio y amargura.

La mayoría de nosotros nunca tendrá que soportar condiciones tan brutales, pero cada uno de nosotros será presentado con opciones a lo largo de nuestras vidas.

Debemos elegir si ser o no valientes, desinteresados y fieles; o inclinarse al miedo, luchar por nuestro propio camino, y perder nuestra dignidad humana, especialmente durante la adversidad grave.

Nuestra moral y ética serán probadas en varias ocasiones a lo largo de nuestras vidas. No podemos alegar, como lo hicieron algunos de los nazis acusados de crímenes de guerra, que se defendieron diciendo: “No tuve elección …. Sólo estaba siguiendo órdenes.”

La verdad es que siempre tenemos la capacidad de caminar de acuerdo con los valores de la Toráh o caminar por ese camino ancho que conduce a la destrucción.

Haríamos bien en considerar cuidadosamente nuestras maneras mientras nos preparamos para entrar en las Fiestas de Otoño los días que vienen.

Tiempo de preparación para las Fiestas

El judaísmo, acostumbra a señalar los diez días previos a Yom Kippur, como días de “sombría introspección” y los denomina: Dias de Temor (Yamim Nora’im) Comenzando el Primero del Séptimo mes cuando celebran el comienzo de año o Rosh HaShanáh. Sin embargo, es claro que Yehováh no ordenó ese período como tampoco determinó que el año comience en tal fecha.

Quienes seguimos a Yeshúa, sabemos que hemos sido perdonados por nuestras injusticias, y hemos hecho el compromiso de procurar obedecer la Toráh lo mejor que podemos. Sin embargo, es conveniente, hacer de tiempo en tiempo un “reinicio” de nuestra vida, para traer delante de Yehováh todos aquellos detalles que pudiéramos haber omitido involuntariamente a lo largo del año. Es allí cuando Yom Kippur cobra un gran significado, porque la celebración nos motiva a humillarnos delante de Yehováh confesando todas aquellas cosas que se nos han pasado y nos exige ponernos a cuentas con quienes hayamos ofendido. Entonces podemos apropiarnos del perdón que nos ha sido otorgado por medio de Yeshúa, para reiniciar libres y con una conciencia limpia.

En la época de Yeshúa, la gente vino a Yohanán el inmersor (Juan el Bautista) en el río Yardén (Jordán) durante el tiempo de su ministerio, para realizar el mikváh (inmersión) de arrepentimiento. Entonces Yohanán les advertía que debían producir fruto que demostrara su cambio de vida.

“Decía por tanto a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Engendros de víboras! ¿Quién os mostró cómo huir de la inminente ira? Haced pues frutos dignos del arrepentimiento” Lucas 3:7-8

Notas explicativas

Devarim (Deuteronomio) 29:10

La expresión: ustedes están ante, ocurre casi 300 veces en la Biblia y siempre en conexión con algún contrato, pacto o acuerdo.

Devarim 29:11

TODOS fueron invitados a entrar al BRIT (pacto) con Yehováh: desde el más adulto hasta el más joven; tanto los varones como las mujeres y desde el nativo hasta el extranjero, toda esta multitud mixta tuvo oportunidad de vincularse al Reino del Padre de manera voluntaria y libre con el propósito descrito en el versículo 13.

Devarim 29:12

Esta es una severa advertencia para evitar razonar los acuerdos del Pacto. Cuando decidimos seguir a Yeshúa, entramos en un Pacto por el cual nos ligamos a obedecer sus Mandamientos. Ningún razonamiento es válido.

Devarim 29:12 y 14

Sanciones, es decir con sus acuerdos o leyes; otras versiones traducen: juramento

Devarim 29:14

Alianza es sinónimo de Pacto. Pacto: convenio o tratado en que se recogen los términos en que se alían dos o más partes.

Devarim 29:15

Nosotros estamos incluidos en el pacto o alianza mediante las palabras: “con los que no están con nosotros hoy”, porque somos parte de Yisrael, ya sea por descendencia genética o por adopción, cuando  sometimos nuestra vida a Yeshúa.

Devarim 29:29

Hay muchas cosas que Yehováh ha determinado no revelar. Sólo nos permite saber aquello que concierne al cumplimiento de Su Plan Eterno. Teniendo esto presente, respecto a lo no revelado de manera explícita, podemos investigar y tratar de hacer deducciones, pero no podemos afirmar doctrinas; porque lo que no revela claramente la Palabra, cae en el terreno de lo especulativo.

Devarim 30

El Capítulo 30 nos habla de la restauración que se llevará a cabo porque Yehováh nos hará volver del cautiverio y tendrá misericordia de nosotros. Nos recogerá de las naciones donde estemos y nos reunirá de nuevo. Esto está sucediendo actualmente. Yehováh está despertando personas que tienen “hambre y sed de justicia”, es decir necesidad de ser más justos en sus vidas diarias. En ellos pone un deseo ardiente de obedecer sus Instrucciones ó Toráh.

Como siempre lo ha estado afirmando a través de todo este libro de Devarim (Deuteronomio): La vida y el bien, la muerte y el mal, están delante de nosotros.

Cada uno debe decidir cómo responderle: Con argumentos para continuar con una tradición pagana que nos hace aborrecibles ante Él, o simplemente con obediencia sin reparos y de corazón, lo que traerá como consecuencia bendiciones para nosotros y nuestra descendencia.

APLICACION PRACTICA

Hay muchos que confiesan ser “cristianos” y seguidores de Yeshúa. Pero en realidad no les importa obedecer sus mandamientos.

Dentro de esos “seguidores”, hay gente inclinándose ante las imágenes de “santos”; llamando: padre, pastor o rabino, a las personas que siguen, en clara desobediencia al mandato de Yeshúa; muchos más, ignoran las festividades establecidas por Yehováh y las reemplazan por otras de origen pagano que son una abominación para nuestro Padre. Pero se justifican con el argumento:

Todo lo que hago, lo hago de recto corazón para agradar al Señor!

Y no se dan cuenta que Yehováh no se agrada en lo que nos parece que es correcto sino en que se obedezca su Toráh (Mandamientos, instrucciones, leyes, estatutos, decretos, ordenanzas, testimonios, memorias), la cual fue autenticada por Yeshúa.

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