Parashá Trienal – Bereshit 11:1 – 32
Nombre de la Parashá: Shafat Ejat – Un idioma
Lecturas Complementarias: Isaías 28:1-16 | 1Corintios 14:20-33
Una sola Lengua
La palabra שפה sapah puede significar lengua o labio. Literalmente el pasaje dice que toda la tierra era de un solo labio. Se cree que la lengua de la Creación fue el Hebreo y era la lengua hablada por todos antes de Babel. Cuando Yehováh descendió dio origen a las 70 naciones, que hablaban 70 lenguas.
La Toráh fue revelada en Hebreo. Cuando Yehováh reveló su nombre a Moshé, lo hizo en esa lengua. Yeshúa hablaba Hebreo y Shaúl testifica haber escuchado una voz que le habló en Hebreo. Entonces resulta necio pensar, como dicen las ciencias de la arqueología y la lingüística que esta lengua parece posterior a otras que tuvieron su origen en Mesopotamia. Incluso, estos pseudo-científicos, se atreven a afirmar que la piedra de Hamurabi, que contiene un código legal, es más antiguo que la Toráh y que fue de allí que Moshé tomo prestadas algunas de la leyes que más tarde incluyó en sus escritos.
Las Escrituras no nos dan lugar a pensar que el hombre fue originalmente un cavernícola ignorante, incapaz de manejar ni siquiera una herramienta. El hombre fue creado conforme a la imagen de Yehováh y aún permanece así.
Lo cierto es que poco después del juicio del diluvio, la humanidad comenzó de nuevo a pervertirse; en lugar de llenar la tierra, eligieron aglomerarse y construir una ciudad desafiante, pretendiendo llegar con ella al cielo.
Fuentes extrabíblicas declaran que todo esto sucedió bajo el liderazgo de Nimrod (Génesis10.9-10), quien orgulloso del imperio que estaba construyendo, pretendía desbancar al Altísimo y tomar su lugar.
Yehováh observa primero (Salmo 11.4) y luego decide intervenir. Sus métodos son variados y siempre nos sorprenderán. Esta vez no fue por medio de un juicio destructor, sino que generó una situación que les ayudaría a cumplir el mandamiento que no habían querido obedecer: Poblar la tierra.
El libro de Jaser, relata que en la medida que la torre era más alta, era más costoso subir los ladrillos que se requerían para continuarla. Llegó a ser tal la situación que una entrega se tardaba un año; por tal razón cuando se rompía o se caía un ladrillo, los constructores se lamentaban y lloraban; cosa que no hacían cuando algunos de los trabajadores perecía en la empresa. ¿Se te parece en algo a la situación actual? “Todo por la plata” o por el dinero, es un refrán popular muy de moda. La gente hoy se lamente terriblemente por la pérdida de bienes materiales; pero le importa poco la pérdida de vidas humanas.
Desde entonces, la humanidad ha querido conquistar los cielos. Babel fuel primer intento; luego motivados por la religión en Mesopotamia se construyeron Zigurats con el propósito de rendir culto a los astros. Babel también significa: Puerta de Dios en Hebreo, por lo que no es errado concluir que Nimrod deseaba tomar el lugar del creador.
Una Aplicación
Las cosas no han cambiado. El supuesto logro de haber ido a la Luna es una demostración. Digo “supuesto” porque hoy ha salido a la luz una enorme cantidad de evidencias demostrando que el ser humano nunca llegó a la Luna y que todo fue una farsa. Pero siempre hay quienes prefieren continuar creyendo tales fantasías.
Lo cierto es que la cultura nos enseña que debemos buscar la prominencia, el éxito profesional, la acumulación de riquezas, las posiciones de poder y control sobre otros, etc. Todo lo cual no difiere mucho de las motivaciones que tenían los constructores de Babel. Hemos aceptado sin condición, el mito de alcanzar el éxito como la clave de la felicidad. Pero allí no se encuentra. La felicidad real y permanente es el resultado de reconocer a Yehováh como nuestra Autoridad suprema y de obedecerle, entendiendo que no somos dioses y que no hemos sido creados para satisfacer nuestros caprichos y necesidades; sino que YHVH nos dio la vida, los talentos, la familia, la cultura en la que crecimos y todo lo demás, para que cumplamos un propósito dentro se Plan eterno. Y si lo logramos, o por lo menos buscamos hacerlo, entonces habremos descubierto de sentido de vivir y por ende habremos hallado la felicidad.
Nimrod vs. Avram
Nimrod fundo varias ciudades en Mesopotamia, las cuales llegaron a ser las cunas de los imperios de Sumeria, Asiria y Babilonia. Cuando las Biblia declara que Nimrod… fue intrépido cazador enfrentado a Yehováh – Génesis 10.9, nos dice que era desafiante y consideraba a Yehováh como su rival, mas no como su Dios.
El Targum Yonatan, afirma que de Nimrod descienden los faraones. El fue quien originó la maldad con la que los líderes imperialistas sometieron a los pueblos dominándolos cruelmente; por eso Nimrod es un tipo de anti-mesías.
Resulta muy interesante que las Escrituras nos hablas enseguida de Avram, como un apersona totalmente opuesta a Nimrod en sus intereses y prioridades. El libro de Jaser, relata los enfrentamientos entre estos dos personajes y nos dice cómo el malvado rey trató más de una vez de destruir a Avram, quien fue protegido sobrenaturalmente por YHVH. El idólatra Nimrod, persiguiendo al monoteísta Avram. Las cosas no han cambiado mucho.
Babel y el reino
Nimrod lideró el primer reino. Pues no solo contaba con una sola lengua, sino que había logrado unificar al pueblo en torno a una sola religión y sometiendo a los otros reyes vecinos, logró hacerse con el control político total. Por eso habiendo logrado todo lo anterior, lo único que le quedaba era tomar posesión del cielo.
Pero si observamos atentamente, en el presente nos estamos moviendo a pasos agigantados precisamente hacia eso mismo: Un gobierno mundial. Las lenguas ya no son una barrera; el internet nos permite comunicación global; se han creado organismos mundiales para ayudar a “resolver” problemas: OMS – Organización Mundial de la Salud, ONU – Organización de Naciones Unidas, el FMI – Fondo Monetario Internacional, etc. Y ya está en camino la religión global bajo el liderazgo y coordinación de la iglesia Católica. El escenario está casi listo para que aparezca el gran líder mundial que ofrecerá paz y entonces ya todo estará hecho.
Sin embargo, quienes hemos reconocido a Yehováh como nuestra Suprema autoridad, hemos sido adoptados por Él y ahora somos parte de Su familia y tenemos una misión que cumplir: Anunciar que el Reino de los Cielos se ha acercado; no ha llegado aún. Pero pronto vendrá. Entonces Yehováh restaurará una sola lengua, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor y todos viviremos bajo una sola Toráh y Yehováh lo será todo en todos.